| Al leer "camposanto", ya desde las primeras páginas, el lector se sumerge en una tenue atmósfera, una continua trama de suspense, en algunos momentos incluso podríamos decir de auténtico miedo ¿cómo logras transmitir esa sensación?
Quizá sea porque yo mismo he sentido ese ambiente un poco opresivo. En el museo del Prado observando los extraños cuadros de El Maestro, en las callejuelas y sombrías prisiones de Venecia donde apareció su última obra, o en los vacíos pasillos de El Escorial donde aconteció la horrible muerte de Felipe II ante la mirada silenciosa de aquellas pinturas. En definitiva, toda la trama está impregnada de esa extraña sensación que fue física y absoluta realidad.
En alguna ocasión has comentado que te llegaste a obsesionar con la obra de hyeronimus van acken el bosco. ¿has llegado a sentir ese miedo durante tu investigación?
En algunos pasajes de la investigación realmente sí. Compré copias de sus cuadros; mis padres me trajeron de Holanda ciertas figuras que allí hacen, en arcilla dura, de sus extrañas creaciones monstruosas. La verdad es que mi despacho, mi cuarto de escritura, se convirtió durante meses en una especie de extraño gabinete atemporal donde, de no ser por el ordenador, uno estaría pensando vivir en aquel final del siglo XV que vivió El Bosco… rodeado de sus criaturas e intentando despejar sus incógnitas. Muchas noches sentí esa… inquietud tan cercana. Quizá la misma de los hombres y mujeres que adoraron sus cuadros en ciertas circunstancias, como esperando algo mágico.
¿Por qué esa fascinación por el bosco?
Es uno de los pintores más extraños que han existido. Sus cuadros tenían cierto halo de malditismo. Fueron adorados y perseguidos con la misma fascinación. Creó, inventó un mundo que antes no existía. Enseñó los verdaderos demonios humanos, los que él veía, los que dan miedo de verdad. Su vida, su pertenencia a una de las viejas sectas escindidas del cristianismo más primitivo, la absoluta falta de datos de su muerte y sus últimos experimentos, me envolvieron en una necesidad de saber que sí, ciertamente, es algo que raya lo obsesivo.
¿Existen otros pintores, quizás alguno español, que haya descendido a esos "infiernos" como lo hizo el bosco?
Alguno hay. El artista, el que es de verdad artista genial y se deja llevar sin miedo al que dirán, a veces “conecta” con algo. Con otro lado, con un mundo paralelo que es capaz de plasmar en determinadas condiciones. Pero lo mismo puede ocurrir en música o literatura. Aunque creo que en pintura es más directo, más fuerte. Es un mundo que sobrecoge y a veces aterra, que queda vivo en cada obra de arte. Que está ahí para quien sepa leerlo. Es un arte diferente, no ornamental. Un arte con espíritu y mensaje. Con auténticas claves que permanecen en el tiempo eternamente, portadoras de algo, de un alma que, por lo menos a mi, me sobrecoge sin remedio. Como si pudiera leer algún fragmento pero no la totalidad de lo que se quiso decir. Es una conexión espontánea de algunos creadores con lo más inmenso ¿Con Dios? Y a veces con lo más oscuro. ¿El Mal? Un reflejo puro de lo más profundo del alma. Sin duda un tema interesantísimo, ¿no crees?
Por tu estrecha relación con la investigación y el periodismo de lo desconocido, como tu mismo lo calificas, ¿crees que existe alguna fuerza que origine esa suerte de extrañas visiones y ensoñaciones?
Sin duda. Y es una fuerza que esta dentro de nosotros… y también fuera. Un universo real que solo unos pocos pueden ver. Como a retazos, como en fragmentos. Quizá el mismo fenómeno que explique esas conexiones con la irrealidad que son, en suma, todos los encuentros con lo extraño.
Aunque se trata de una novela, comentas que contiene gran parte de realidad histórica ¿hasta qué nivel llega a fusionarse realidad y ficción en "camposanto"?
Yo creo, y más con las investigaciones posteriores, que el 90% de lo que se cuenta en este libro es rotunda verdad. Al final hay varias sorpresas en ese sentido.
A través de la web www.ikerjimenez.com muchos lectores de "camposanto" nos han hecho llegar sus impresiones, entre ellas la más llamativa y generalizada quizás sea un impulso a investigar, de visitar el museo de el prado para admirar la obra de el bosco o recabar más información acerca de "los hermanos del libre espíritu", ¿consideras que una de tus metas con "camposnto" era que el lector se involucrara con la historia, con las pesquisas que dejas abiertas?
Desde luego. En estos tiempos que corren, con este hastío, con esta banalización general, con esta supremacía de lo fácil, con este desinterés por lo que requiere esfuerzo… bueno, con todo este mundo que nos toca vivir, que un libro, que una novela, impulse a mucha gente a acudir a una meca de la sabiduría y la sensibilidad como puede ser El Museo del Prado, o El Escorial, es un logro. Una de las anécdotas más bonitas de "Camposanto", de nuevo allí, en el museo, fue comprobar el cariño y la apasionada lectura que habían tenido muchas funcionarias que custodian las salas. Aquello me emocionó. ¡Quién mejor que ellas para leer "Camposanto" junto a las obras originales!
Ya el año pasado te estrenaste en el asunto de "las colas y las vallas", siendo un auténtico fenómeno de masas en la feria del libro de madrid, ¿cómo valoras la acogida de "camposanto" entre el público?
Muy positiva. Ahora ha salido una nueva edición, se ha vendido a algunos países, algunos bien exóticos a nivel literario, como Grecia, y estoy muy contento de verdad. Pero no solo por las ventas y la acogida, sino sobre todo por el placer de la aventura, lo bien que me lo he pasado, lo que he disfrutado en esta larga investigación plasmada en forma novelada. Eso nadie te lo puede quitar. Si un lector es capaz de sentir algo parecido… eso es un premio gordo.
¿Te identificas con el protagonista de tu historia, anibal navarro?
Bueno, algo sí, es evidente. Es un reportero, se obsesionó con la muerte de un compañero en extrañas circunstancias, persigue los secretos de El Bosco… desde luego se parece algo a mí. O eso creo.
A pesar de tu intensa actividad con milenio3 y ahora también con la andadura televisiva de cuarto milenio, ¿nos sorprenderás en breve con alguna nueva obra?
Creo que sí. Habrá antes un ensayo, que creo que será un regalo muy personal para los verdaderos oyentes fieles de Milenio3. Esos que nos han dado un apoyo fundamental en todos estos años de trabajo radiofónico. Les debemos mucho, y para ellos, casi como homenaje, será la siguiente obra. Pero ya hace meses, quizá un año, que estoy centrado en otra historia que, como a Don Quijote, “me tiene la sesera sorbida”. Lo que me falta es tiempo. A ver si lo logro, porque a mi, lo que me gusta, es escribir.
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