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El Caballero Del Jubón Amarillo
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por Roberto Pozuelo
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"...probando así, que no hay locura a la que el hombre no llegue, abismo al que no se asome, y lance que el diablo no aproveche cuando hay mujer hermosa de por medio." Breve extracto de la quinta entrega de las aventuras del Capitán Alatriste, que toma sentido cuando la acción se desarrolla en el Madrid de los Austrias, con hombres sometidos a su personal código de honor, portando más hierro que en fundiciones y dispuestos a acuchillarse por un quítame allá una fulana. Recomendable como toda la creación revertiana, y algo más extensa que sus predecesoras de la misma serie, esta novela nos trae a un capitán Alatriste más bellaco que nunca y a un Iñigo Balboa -narrador y eje central- que va creciendo y tomando conciencia, a base de cicatrices y desengaños, del mundo cruel del que forma parte irremediablemente.
Con el trasfondo de lances de espada y de pluma, amores y ronde nocturno, honor y vileza, y sobre todo, intrigas palaciegas con Felipe IV como presa, Pérez-Reverte, tras su entrada por la puerta grande en la Real Academia de la Lengua, quiere entrar también -si no lo ha conseguido ya- en la vida y pupitres de los escolares españoles. Esta entrega de la saga Alatriste es un estudio del teatro de la época, desde su propio interior. El lector, bien flanqueado por Diego Alatriste y Francisco de Quevedo, asiste a un corral de comedias lleno a rebosar, experimentando la sensación de estar sentado al lado de lo mejor de cada casa de la Villa y Corte, aguardando expectante el estreno de "La huerta de Juan Fernández" de Tirso de Molina; llega a la certeza de como ciertos actores, no lo son tanto en la escena como en la vida real, y no dudan en ceder a sus correspondientes a cambio de dineros o favores, cuando el capricho real o de similar porte llama a sus pobladas frentes; y dando fe de como entre "profesionales de la pluma", los odios y puñaladas por la espalda están a la orden del día, percibiendo el rencor no disimulado entre Quevedo y Góngora, atisbando la diplomacia de Lope de Vega para estar a bien con todos y oyendo en los mentideros opiniones del tipo: "pues yo la he leído, y "El Quijote" no es tan mala novela como dicen".
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