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Jesús Ávila Granados
 por Francisco J. Vázquez

Jesús Ávila Granados (Granada, 1950), es uno de los escritores de mayor prestigio de nuestro país, con 56 libros en su haber; la mayoría de ensayo. Con esta, su primera novela histórica, ha recibido los mejores comentarios de la crítica, tanto a nivel nacional como internacional. LA PROFECÍA DEL LAUREL (El Secreto Del Último Cátaro), en estos momentos ya se está traduciendo a siete idiomas, estando muy avanzado el guión, para llevarse seguidamente a la gran pantalla, por una productora de EE. UU. Jesús Ávila es, además, un gran conferenciante, conocedor como nadie de los enclaves mágicos y esotéricos del mundo occidental, en general, y de la península Ibérica, en particular. Por ello, una conversación con él constituye una gratificante e inolvidable experiencia.
portada Ávila Granados
¿En qué momento histórico se desarrolla esta novela?
Toda la obra tiene un momento único de narración: desde 1305 a 1321; por lo tanto, al lector le es sumamente fácil seguir el desarrollo de los acontecimientos, que están escritos en primera persona, introduciéndose en la piel del protagonista, viviendo en presente las aventuras y penalidades de la vida del personaje central de la obra.


¿Quién es el personaje central de la obra?
Se trata de Guilhelm Bélibaste, un ganadero occitano, nacido en 1280 en la aldea de Cubières (Razés), hijo de creyentes quien, por circunstancias de la vida, se vio envuelto en una encerrona que cambiaría el rumbo de su existencia, llevándole a alcanzar la perfección en la Iglesia cátara, en el interior de las grutas iniciáticas de Rabastens. Guilhelm Bélibaste fue el último Perfecto del catarismo occitano, cuya vida estuvo marcada, desde entonces, en una constante huída, perseguido sin piedad por la Inquisición.


¿Qué significaba ser perfecto?
Perfecto quiere decir para los cátaros consumado; era el grado superior del nivel eclesiástico del catarismo; ataviados de túnica color azul, después de recibir el "consolamentum", velaban por la comunidad de fieles de su responsabilidad.


¿Hubo también perfectas?
La región de l’Ariège, que se corresponde con el histórico territorio del condado de Foix, dio numerosas mujeres a la causa cátara como Perfectas. Entre las cuales debemos citar a: Esclarmonde, hermana del conde Raymond Roger de Foix; Philippa, condesa de Foix; Esclarmende, hermana del conde Roger IV de Foix (que participó en la defensa de Montségur); Clémence Isaura, protectora de los trovadores esotéricos de Occitania, Perfecta cátara del siglo XIII, a quien la ciudad de Toulouse le ha dedicado una estatua.


¿Por qué huía bélibaste?
Consecuencia de la encerrona a la que fue víctima, Bélibaste se vio obligado a matar a un ganadero de la región en defensa propia; resulta que la víctima era un matón a sueldo pagado por el arzobispo de Narbona, quien buscaba afanosamente apoderarse de las propiedades de la familia de Bélibaste, y con la excusa de perseguir al agresor, mató dos pájaros de un tiro: condenaba a un cátaro y se adueñaba de las bienes de su familia.


¿De qué aliados recibió ayuda?
Bélibaste recibió sorprendentes ayudas de gentes de diversa condición; desde caballeros templarios -de maestres a servidores-, en encomiendas, santuarios y hospitales; también de un alquimista, del máximo responsable de una cárcel de alta seguridad, y de gentes de diversos oficios, a ambas vertientes de los Pirineos….


¿Qué era el "muro" de carcasona?
Así llamada la cárcel más terrible que haya conocido el mundo occidental durante los siglos medievales, ubicada en el interior de la "Cité de Carcasona"; en sus galerías subterráneas, en nombre de la fe cristiana oficial, se llevaban a cabo las más horrendas torturas, principalmente contra cátaros calificados de herejes. En aquel infierno se practicaban toda clase de castigos físicos y psíquicos, por verdugos que eran maestros en causar el dolor más extremo, evitando en lo posible llegar a romper el hilo de la vida humana, mientras que los desdichados allí encerrados pedían la muerte a gritos…


¿Bélibaste también estuvo en aquel infierno?
El protagonista central de esta novela histórica también está documentado que vivió las pesadillas de aquel infierno. Se sabe que él fue el único que logró evadirse; pero la forma de hacerlo no puedo contarla, ya que constituye uno de los capítulos más sorprendentes del libro. Sí quiero decir que, durante el tiempo que Bélibaste permaneció en el "Muro", a pesar de las extremas circunstancias, pudo transmitirle el "consolamentum" a algunos de sus fieles, en el umbral de la muerte, de forma secreta, mientras los creyentes eran conducidos, custodiados por esbirros para ser torturados sin piedad, al pasar por la mazmorra donde se encontraba el Perfecto.


¿Por qué fueron tan perseguidos los cátaros?
La religión cátara era puramente espiritual, desprovista de culto y de templo; la naturaleza era el marco ideal para elevar los rezos al "Dios de la Luz" (tradición celta) y, como las religiones protohistóricas, estos altares solían elevarse en lugares que antes habían sido clasificados por las civilizaciones antiguas como enclaves sagrados, como lo fue Montségur, fortaleza que, además, sería llamada por la Inquisición como la sinagoga del Diablo. Además, el catarismo fue perseguido por la Iglesia porque sus miembros, los creyentes, se negaban pagar los diezmos y demás impuestos establecidos. Y, entre otras cosas, los creyentes no aceptaban los sermones lanzados desde los púlpitos cristianos, que pedían el "tempus fugit", a través del miedo, porque no temían a la muerte, al considerar que el infierno estaba en la tierra.


"Toda la obra tiene un momento único de narración: desde 1305 a 1321; por lo tanto, al lector le es sumamente fácil seguir el desarrollo de los acontecimientos, que están escritos en primera persona, introduciéndose en la piel del protagonista"



¿En qué se basaba, pues, el catarismo?
El catarismo fue una religión cristiana basada en una idea antigua: el dualismo (alma = bien; cuerpo = mal). Era una religión de conocimiento y revelación, basada en una búsqueda perpetua de perfección cristiana. No creían en la Cruz, sino en un Cristo triunfante; leían el Nuevo Testamento, en particular el Evangelio de San Juan, el más joven de los apóstoles de Jesucristo, y de cuyos capítulos y versículos extraían lo esencial de sus creencias y tradiciones. La única oración que rezaban era el "Padrenuestro".


¿Bélibaste también estuvo en tierras hispanas?
Nuestro personaje, el último Perfecto del catarismo occitano, tuvo que atravesar las montañas del Pirineo, de norte a sur, y entrar en suelo catalán y aragonés, huyendo de la Inquisición francesa. En Puigcerdà conoció a San Durand, caballero templario elevado a la categoría de santo, pero que en el siglo XVII fue apartado de los altares cristianos por el Santo Oficio.


¿Hacia dónde se dirigió bélibaste en su huída?
Como la mayoría de los creyentes cátaros que llegaron a España, desde comienzos del siglo XIII hasta el primer tercio del siguiente, la meta de Bélibaste era la localidad de Sant Mateu, en el Maestrazgo de Castellón, villa en donde, en aquel tiempo, se respiraba un clima de tolerancia y respeto entre culturas y religiones. Allí permaneció éste durante ocho años, hasta caer en una trampa sutilmente trenzada por los esbirros y exploratores de la Inquisición…


¿Y cómo pudo atravesar todo el territorio?
Siguiendo primero en parte el "Camí dels Bons Homes" -Camino de los Buenos hombres- y, de norte a sur, después las antiguas calzadas interiores, evitando siempre las ciudades y grandes núcleos de población. Pasó por una encomienda templaria en suelo catalán, llegó a Tortosa, y luego pasó por el Priorat, la Terra Alta, y el Matarraña.


¿Matarraña?
Matarraña -nombre que, en mozárabe antiguo significa "territorio entre obispados" (arzobispado de Zaragoza y obispado de Tortosa)-. Durante los siglos medievales, el Matarraña fue un territorio que, por su singular emplazamiento entre el Valle del Ebro, los Puertos de Beceite y el Mediterráneo, se hallaba lo suficientemente arropado del resto de la geografía peninsular, que inspiraba las mayores garantías a unos colectivos que, como los cátaros, huían aterrorizados de las terribles persecuciones y masacres que fueron víctimas en su Occitania natal. Las tierras del Matarraña eran fértiles, el clima benigno, el agua potable abundante tanto en fuentes y manantiales como en ríos, arroyos y cascadas, y las gentes de sus pueblos y aldeas, hospitalarias, no dudaron en abrir sus brazos a estos colectivos que llegaban en precarias condiciones. Además, en esta comarca se disfrutaba de un régimen de libertades, garantía de respeto y tolerancia entre culturas y religiones, como se desprende al admirar el Fossar Vell de Fuentespalda, uno de los camposantos mejor conservados de la Edad Media en España, donde podemos ver estelas discoidales cátaras, al lado de tumbas templarias. No es una casualidad, por lo tanto, que Guilhelm Bélibaste eligiese el Matarraña como tierra de promisión y acogida, en su camino hacia el Maestrazgo.


¿Qué es la metempsicosis?
Es la transmigración de las almas de un cuerpo a otro. Los cátaros, siguiendo los ritos celtas, creían en ello. Y cuando se producía la muerte en la hoguera de un cátaro se decía que, entre las llamas, surgía una paloma blanca que era el alma del fallecido que, en su vuelo, alcanzaba un nivel superior.


¿Por qué este título del libro?
LA PROFECÍA DEL LAUREL se basa en la visión de Isaías, en relación con la obra apócrifa bíblica escrita por un judío cristianizado en el siglo II d. C., en cuyas páginas se narra la visión del citado profeta respecto a la segunda llegada a la tierra de Jesucristo, a través del séptimo cielo y su gloriosa ascensión; libro que sirvió de inspiración a los predicadores cátaros. Pero no puedo decir mucho más, ya que constituye la esencia clave de la obra a la que el lector deberá alcanzar en su desarrollo final.






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