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El Túmulo
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por Edith Geiszt
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En unas de sus investigaciones como etnólogo, especializado en antiguas culturas de los indios norteamericanos, especialmente en el área de Oklahoma, el personaje principal se topa en 1928 con una historia de fantasmas. Las apariciones tiene lugar a corta distancia de una población, encima de un túmulo: de día se ve a un indio, una especie de centinela, dando vueltas alrededor de la pequeña colina y de noche, según los lugareños, parece la figura de una mujer decapitada, portando una antorcha.
El protagonista tiene la sensación de que los lugareños le quieren gastar una broma, aunque él mismo ve las apariciones, tanto de día como de noche.
Decide investigar y, armado con un pico y una pala sube al túmulo, y en una pequeña depresión del terreno descubre una especie de cilindro de un metal desconocido y en su interior, un manuscrito, redactado en el siglo XVI por un aventurero español que acompañó al conocido descubridor Francisco Vázquez de Coronado en sus correrías en busca de una ciudad construida en oro. Al leer el documento, el protagonista se sumerge en una historia de horror, hasta entonces desconocida para él...
Lovecraft nos relata una historia de terror vivida primero a través del manuscrito del aventurero, y después por él mismo. El relato es tan horrendo que nos demuestra la increíble imaginación del autor; escrito en 1928 usa un lenguaje algo barroco y el tema mismo es como el de la "maquina del tiempo", pero ésta va en una sola dirección: hacia atrás en el tiempo. El lector que disfrute con estos temas quedará satisfecho y más, al descubrir lo que se esconde en las entrañas del túmulo.
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