comentarios de libros agapea.com
ir a la home
ir al listado de comentarios
ir al listado de entrevistas
ir al listado de articulos
ir a contacto
ir a ganadores sorteos
ir a articulos de enigmas pendientes
ir a articulos de psicologia
ir a articulos de literatura
  

Javier Sierra
 por Francisco J. Vázquez

portada Sierra
¿Cómo entras en contacto con la historia de esta monja singular?
Pocas veces puede decirse de un modo tan cierto que no fui yo quien escogió esta historia, sino que fue la historia la que me escogió a mí. Una singular cadena de casualidades ocurridas en la primavera de 1991, y que describo en buena medida en la primera parte de la novela, me llevaron hasta la villa castellana de Ágreda, en Soria, donde vivió y murió la protagonista principal de este libro. Cuando en abril de aquel año llegué por accidente a Ágreda, apenas había oído hablar de una monja local que gracias al don de la bilocación –la facultad de estar en dos lugares a la vez— predicó en Nuevo México sin abandonar físicamente su convento de clausura. Sucedió allá por los inicios del siglo XVII. Así que para mí fue una sorpresa encontrar el lugar en el que esa religiosa tuvo sus experiencias místicas, acceder a su dilatada correspondencia con el rey Felipe IV (entre 1643 y 1665), al proceso que la Inquisición le abrió por sus “vuelos místicos” a América e incluso contemplar con mis propios ojos su cuerpo incorrupto.

Me había encontrado una historia poco conocida que merecía la pena escribirse y ¡me puse manos a la obra! Poco podía imaginar que un mes más tarde, en mayo de 1991, también por azares de mi profesión, la revista para la que entonces trabajaba me enviaría ¡a Nuevo México! a escribir unos reportajes. Y allá reencontré el rastro de aquella prodigiosa mujer a la que los nativos llamaron la “dama azul”. No pude despegarme ya de su historia.


¿Cuál fue el secreto para adentrarse en la historia y poder reflejarla luego en una novela como la dama azul?
Como te digo, la historia de la Dama Azul me atrapó y enseguida se convirtió en algo personal. Había tanto que contar, que ya en 1992 envié un proyecto de libro a Ediciones Martínez Roca que me rechazaron. Era un ensayo sobre la monja y sus bilocaciones al que los editores no debieron encontrar “salida” comercial. Pero un tiempo después, a finales de 1996, las cosas cambiaron de repente. El nuevo director del sello, José María Calvín, quiso conocerme y escuchar de mi boca la idea. Cuando terminé de contarle lo que me había interesado del caso y cómo llegué a él, pensó que tenía material suficiente para una novela. ¡Pero yo no había escrito nunca narrativa!

Pasé unos meses de terror. No sabía qué hacer y aunque emborroné decenas de páginas, ninguna terminó de satisfacerme. Al final construí una trama doble: por un lado la historia de sor María Jesús en América, y por otra las aventuras de un moderno periodista que se ve implicado en el caso. Y de ese germen fue gestándose la obra tal y como es hoy, que publiqué por primera vez en 1998. Lo que no imaginaba entonces es que mi implicación con la Dama no había terminado aún.

Diez años después, en 2007, me vi obligado a reescribir la obra después de que mis editores en Nueva York la pidieran para traducirla al inglés. Esa década me había servido para experimentar más con la literatura y había aprendido muchas cosas que en 1997 no sabía. Hace poco me di cuenta de lo que había hecho: sor María Jesús de Ágreda también fue escritora, y también redactó su obra cumbre (Mística Ciudad de Dios) en dos ocasiones. Era otra singular coincidencia.


Entremos en materia. 1629, alonso de benavides y su séquito se encuentran con una sorpresa inesperada en tierras americanas. ¿qué pasó exactamente?
Ahí precisamente arranca la novela. Aquel verano de 1629 (esto es rigurosamente histórico) un grupo de veintinueve frailes se interna en las inexploradas regiones de Nuevo México para convertir a los nativos. El único español que se había dejado ver por allá fue Vázquez de Coronado décadas antes, que buscaba las míticas Siete Ciudades de Oro de Cibola… Sin éxito, por supuesto. Así que, cuando aquellos frailes vieron que muchas de esas tribus habían sido ya catequizadas y les pedían el bautismo, supieron que se estaban enfrentando a un prodigio. Un milagro.

Preguntaron a los indios quién les había instruido y dado nociones de catequesis, y respondieron que un misterioso espíritu femenino al que llamaron “la dama azul”.


No llego a imaginar el estupor y el desconcierto que pudo llegar a ser para estas personas el encontrarse con gentes autóctonas -tribus locales- que piden el bautismo, enseñan toscas cruces a los misioneros, y hablan de una mujer con manto azul que se les aparece...
De algún modo ese estupor se refleja en un informe que redactó el jefe de aquellos misioneros, el padre custodio fray Alonso de Benavides, para el rey de España. Ese informe, que reproduzco parcialmente en facsímil en las últimas páginas de mi libro, me sirvió para construir la parte histórica de la obra. Es un documento importante, sobre todo para Nuevo México, ya que contiene la primera descripción impresa de esos territorios. Benavides, sin saberlo, estaba haciendo historia con su relato sobre la dama azul.


Ya sabes eso que se dice de que la historia a veces se repite. ¿se ha dado algún caso similar en la historia?
No tan documentado ni tan exhaustivo. Se sabe que en la misma época de las bilocaciones de la madre Ágreda, un fraile peruano llamado Martín de Porres pudo viajar místicamente a Japón. Pero sus “vuelos” fueron anecdóticos. En el caso de sor María Jesús, ella misma estimó ante el Santo Oficio que se desplazó a América en no menos de quinientas ocasiones. Aquello fue un plan en toda regla, que abarcó un territorio tres veces más grande que la península ibérica, y que se prolongó durante varios años.


No deja de ser una historia fascinante e impactante, pero... ¿cómo te presentas ante un rey ¶ felipe iv- y ante un papa -urbano vii- y les cuentas, así a bocajarro, las increíbles conversiones de tantos y tantos ³indios´ a la fe católica?
Benavides regresó a España con aquella maravillosa historia de la “dama azul” en 1630. Cuando contó lo sucedido al rey, no sabía que esa mujer era sor María Jesús de Ágreda, pero en Madrid debió oír hablar de ella a los superiores de la orden de San Francisco. Así que, llevado por la curiosidad, viajó hasta Ágreda y se entrevistó durante dos semanas seguidas con la religiosa. Salió de allí absolutamente convencido de que la “dama azul” descrita por los indios era aquella mujer que tanto sabía de Nuevo México, y con ese convencimiento viajó a Roma para dar cuenta al Santo Padre. Todo fue movido por el entusiasmo de ese hombre que tan de cerca experimentó el misterio.


¿Cómo se descubre la verdadera identidad de la monja en cuestión?
No hay un documento histórico contemporáneo a los hechos que lo explique, pero dado que antes de que Benavides llegara a Madrid la “fama de santidad” de sor María Jesús había sobrepasado los muros de su clausura, y que los relatos de sus trances y bilocaciones eran conocidos, no es de extrañar que el superior de los franciscanos contara algo de esa mujer al padre custodio de Nuevo México. Además, las monjas concepcionistas visten hábito azul. Una pista impagable para identificar a esa dama.


En la época en la que transcurre -en pleno s. xvii- la inquisición estaría al tanto de todo. ¿no tomó cartas en el asunto?
Como te dije, la Inquisición interrogó a la monja. Lo hizo en dos ocasiones, en 1635 y en 1650, y todo el proceso se llevó desde el tribunal del Santo Oficio de Logroño. Aún se conservan las actas de los interrogatorios.


¿Qué medidas se tomaron contra aquella monja de Ágreda por parte de la propia iglesia católica?
En vida, ninguna. El Santo Oficio no vio razones para condenar a una mujer que había utilizado un “don del espíritu” para propagar la fe. Y aunque nunca pudieron arrancarle el secreto de esos “vuelos” –ella callaba cuando le inquirían por ellos-, no se vio con autoridad moral para reprobarle nada.


En cierta medida fue un personaje rebelde, porque en una época en la que la mujer no podía escribir, y menos tratar asuntos de la propia iglesia, fue muy activa en ambos campos.
Sor María Jesús es un personaje extraordinario. Siendo una autodidacta sin estudios superiores, sin embargo escribió miles de cuartillas sobre asuntos teológicos y de profundo calado, de toda índole. Ella lo atribuía a la “ciencia infusa” que le había dado la Virgen. Pero lo cierto es que terminó desarrollando un estilo literario propio, barroco pero original, que debería haberle merecido ya la consideración de grande de nuestras letras.

Entre sus libros destaca uno que ya he mencionado: Mística Ciudad de Dios, que redactó en dos ocasiones (la primera, el manuscrito fue quemado por orden de su confesor), y que no se publicaría hasta cinco años después de su muerte. En 1670.


"La bilocación es la facultad que tienen algunas personas de estar en dos lugares a la vez. Aunque tradicionalmente se ha asociado a místicos y se le ha dado el atributo de “don”, lo cierto es que el término ha sido también adoptado por físicos"



Me gustarías que nos contases algo sobre las particularidades de esa obra concreta: mistica ciudad de dios.
La MÍSTICA CIUDAD DE DIOS es, en realidad, una biografía de la Virgen María que, a decir de la propia madre Ágreda, le fue dictada por ella misma. Abarca de el nacimiento de Miriam a su ascenso a los cielos y está sembrada de detalles interesantísimos que no recoge ningún evangelio. Los pasajes dedicados a la muerte de Jesús vistos por la Virgen son tan vívidos que incluso inspiraron a Mel Gibson partes importantes del guión de su célebre filme “La pasión de Cristo”.

Pero esta obra le causó muchos problemas a sor María después de su muerte. Fue impugnada por jesuitas y condenada al Índice de libros prohibidos del Santo Oficio, y aunque su difusión internacional no pudo detenerse, sí enfrió su proceso de beatificación hasta la fecha.


¿Podrías explicarnos exactamente qué es el término ³bilocación´?
La bilocación es la facultad que tienen algunas personas de estar en dos lugares a la vez. Aunque tradicionalmente se ha asociado a místicos y se le ha dado el atributo de “don”, lo cierto es que el término ha sido también adoptado por físicos que han descubierto que esa particularidad puede darse en electrones y en otras partículas elementales de la materia. En ese ambiente recibe también el nombre de “entrelazamiento cuántico”.


Tú que eres mucho más versado que yo en estos temas, ¿qué explicación puede tener un fenómeno de semejantes características?
Pues tal vez la respuesta nos la dé en un futuro la Física Cuántica. Si este fenómeno se produce en los estados elementales de la materia, ¿por qué no a escala humana? El “entrelazamiento cuántico” no sólo explicaría la bilocación, sino también fenómenos como la clarividencia o la telepatía, que implican que una mente o una idea estén ubicadas simultáneamente en dos lugares distintos a un tiempo.


¿Cómo explicarías a los lectores el enorme poder político que ejerció esta mujer en la españa de felipe iv?
Después de que el padre Benavides se entrevistara con la dama azul en Ágreda y redactara su célebre Memorial, la fama de esta mujer creció como la espuma en todo el país. Tanto que, en julio de 1643, mientras Felipe IV comandaba un ejército para sofocar una revuelta en Cataluña, se detuvo en Ágreda para conocer en persona a una monja tan virtuosa. Quedó tan impresionado con el encuentro, que el rey pidió a la religiosa que le sirviera de asesora en sus asuntos espirituales. Y así sucedió. Entre aquel año y el de la muerte de ambos (1665), se intercambiaron más de seiscientas cartas en las que el monarca recurrió a sor María Jesús para todo tipo de cuestiones, incluidas algunas que hoy llamaríamos “espionaje psíquico”.


Javier, ¿por qué sor maría jesús de Ágreda no es santa?
El principal obstáculo, como he comentado antes, es su obra MISTICA CIUDAD DE DIOS. En muchos casos, se trató de una obra adelantada a su tiempo, que proclamó –por ejemplo- la Inmaculada Concepción de la Virgen dos siglos antes de que fuera aceptada como dogma por Roma. Pero sobre todo, sor María Jesús dijo de ella que le había sido dictada por la propia Virgen, y eso convierte a su obra en una revelación, asunto en el que la Iglesia siempre transita con pies de plomo. No obstante, yo confío en que la tradicional reticencia a reactivar su proceso de beatificación (luego ya hablaremos de canonización) se levante en breve.


Aquí que no te va a leer nadie, cuéntame algunas particularidades por las que tu obra debería ser leída.
En el colegio aprendí que un libro jamás debe imponerse. Así que, a los que se sientan atraídos por lo que llevamos de conversación, les diré que LA DAMA AZUL es también un libro sobre lo que cada ser humano tiene de trascendente en su interior. Una obra que trata de demostrar (y de hacerlo también a su propio autor) que somos mucho más que un mero cascarón de carne y hueso, y que en nuestro interior anida una chispa maravillosa que es más grande que nosotros mismos.


Todo tiene su cara y su cruz. ¿qué de bueno te ha traído publicar la dama azul, y qué de malo?
La cara de este asunto es infinitamente más grande que la cruz. De hecho, gracias a esta historia yo me lancé a escribir novela, descubrí una nueva vía de comunicar mis ideas que, con el tiempo, se ha revelado universal, y he conseguido compartir sueños con muchas personas. ¿La cruz? Tal vez esté en conseguir que los más reticentes se asomen a mi obra y le den una oportunidad.


Una última. a la vista de los datos, de la investigación, de los resultados de la propia novela, ¿qué cree javier sierra que ocurrió realmente con aquella monja del pequeño convento situado en tierras sorianas?
No lo sé. Habría que preguntárselo al “Programador”. Ése a quien Carlos Albert persigue sin descanso en las páginas de LA DAMA AZUL.






Imprimir entrevista  /  Enviar por email
Comentarios De Libros Del Autor/a
1 - Roswell: Secreto De Estado
2 - Las Puertas Templarias
3 - La Dama Azul
4 - La Cena Secreta
5 - En Busca De La Edad De Oro
6 - El Secreto Egipcio De Napoleón
7 - La Ruta Prohibida
Otras Entrevistas Con El Autor/a
1 - por Francisco J. Vázquez [ Abril de 2002 ] 
2 - por Francisco J. Vázquez [ Enero de 2005 ]