| Comenzaste ganando algunos premios en distintos certámenes literarios y acabas de publicar dÍas de menta y canela en la editorial plaza & janés. coméntanos cómo ha sido tu trayectoria literaria.
Después de ganar en febrero de 2003 el "Primer Premio en el V Concurso Internacional De Relatos Paradores De Turismo" con el relato "LA CUMPASITA", todo vino muy seguido: en marzo de ese mismo año publiqué LA VIDA EN CUARTO MENGUANTE con la editorial Zócalo, en septiembre de 2004 salió LA CARA OCULTA DE LA LUNA con Debolsillo y, en mayo 2007, ha visto la luz DÍAS DE MENTA Y CANELA.
DÍas de menta y canela presenta la historia de clara rosell, una mujer que pasados los cuarenta años se ve inmersa en una crisis personal y profesional mientras realiza un trabajo periodístico en alemania. ¿qué diferencias hay entre esta mujer y las protagonistas de tus anteriores novelas?
Creo que lo que distingue a Clara Rosell de las protagonistas de mis anteriores novelas es su afán de superación. A diferencia de Paula de LA CARA OCULTA DE LA LUNA y Alma de LA VIDA EN CUARTO MENGUANTE, que en cierto modo se dejan arrastrar por los acontecimientos, Clara es luchadora, tenaz, y posee una madurez de la que carecen Paula y Alma. Clara sabe lo que quiere y lucha por conseguirlo.
La historia se desarrolla con la excusa de una investigación sobre la emigración española en los años sesenta a los países ricos europeos. ¿cómo has trasladado tu experiencia personal al libro?
Escribir sobre la emigración española de los años sesenta, que yo viví en primera persona, ya que mis padres me llevaron con ellos a Alemania cuando yo tenía cuatro años, era un proyecto que acariciaba desde hace mucho tiempo. Incluso desde antes de empezar a escribir mis otras novelas. A mitad de la treintena comencé una novela en primera persona sobre una niña que viaja con su madre a Alemania, donde les espera el padre. Pero me di cuenta de que carecía de oficio y recursos para sacar partido a un tema que podía dar mucho de sí y para mí era muy importante. También vi que corría el peligro de escribir "memorias" en lugar de una novela. Así que dejé aparcado ese argumento, hasta que lo retomé cuando ya tenía publicadas dos novelas y me sentía más segura. En este nuevo intento me planteé un enfoque totalmente diferente, mezclando varias historias que suceden en el presente y el pasado, la intriga policíaca con un amor pasional y romántico, humor y drama…
La parte de la novela con más base autobiográfica es la que narra los recuerdos de Clara en la Alemania de los años sesenta y setenta, aunque procuré distanciarme de mi propia vida. Se puede decir que los recuerdos de Clara no son los míos, ni su vida en Düsseldorf es la mía, pero sí está basada en gran medida en mi propia experiencia.
Las personas que emigraron lo hicieron por necesidades económicas o políticas. ¿qué recuerdos guardas de estos emigrantes españoles durante tu infancia en düsseldorf (alemania)?
Lo que más recuerdo de aquellos tiempos es lo austera que era nuestra vida y la nostalgia que lo impregnaba todo. Mis padres, al igual que otros emigrantes, salieron de su país movidos por la necesidad económica. Su máximo afán era ganar dinero y ahorrar mucho para regresar cuanto antes a España. La vida era trabajar y poco más. Quizá por eso idealizaban la España que dejaron atrás, hasta convertirla en una especie de paraíso que no se parecía en nada al país que nos encontramos cuando regresamos a mitad de los años setenta.
Otras obras tuyas también buscan compaginar el presente con épocas históricas ¿cuáles han sido y por qué tu interés en estos escenarios?
Las épocas históricas a las que retrocedo en mis libros son básicamente los años sesenta y setenta, porque lo pide la trama en cuestión, aunque no descarto escribir en el futuro alguna novela ambientada en una época más remota.
La protagonista necesita un cambio en su vida y lo justifica por la actitud de los de su entorno, tan distinta a lo que en algún momento imaginó. ¿quiénes son los responsables de esta situación?
Bueno, yo no diría que Clara haga responsables a los demás de esa especie de crisis que está pasando. Clara hace balance de cómo ha cambiado su vida con los años, y de cómo eso les ha afectado tanto a ella como a las personas que la rodean, pero creo que ese balance lo hacemos todos en algún momento de nuestra vida, sobre todo cuando entramos en la madurez. En este caso, diría que los responsables de la situación que atraviesa Clara son la vida y el tiempo.
En la investigación que emprende clara se encuentra con un compañero de viaje convertido en su amante en un país lejos de su familia. ¿es el componente erótico ineludible en los romances de tus novelas?
Lo que ocurre en la mayoría de mis novelas es que, aparte de la intriga de tipo policiaco que las vertebra, narro una historia de amor muy pasional. Y yo no concibo contar una pasión amorosa eludiendo hablar de cómo se sienten y se "saborean" los personajes. Me parecería muy cursi. Si los personajes trabajan, hacen la compra, comen en un restaurante, o se ponen enfermos y tienen fiebre, ¿por qué no podemos narrar cómo viven el amor físicamente, no sólo en la mente? El erotismo es una parte fundamental de nuestras vidas y merece figurar con todos los honores en la literatura.
| "Los personajes son dos personas maduras que ya no esperan nada del amor y que de pronto se dan cuenta de que se han enamorado como adolescentes, de que siguen vivos por dentro. Como los dos tienen pareja e hijos, no pueden evitar sentirse culpables, pero tampoco quieren dejar pasar el que podría ser su último tren amoroso" |
Se presenta la infidelidad premeditada como la única y peligrosa válvula de escape a la rutina, pero que estos amantes no intentan impedir. ¿cómo trabajas la combinación de deseo y culpabilidad?
Yo no diría que la infidelidad sea premeditada en DÍAS DE MENTA Y CANELA. Los personajes son dos personas maduras que ya no esperan nada del amor y que de pronto se dan cuenta de que se han enamorado como adolescentes, de que siguen vivos por dentro. Como los dos tienen pareja e hijos, no pueden evitar sentirse culpables, pero tampoco quieren dejar pasar el que podría ser su último tren amoroso. En todas mis novelas, me gusta analizar los sentimientos de mis personajes y en esta historia, la contradicción entre el éxtasis amoroso de Héctor y Clara y la culpabilidad que sienten da mucho juego en lo literario.
Además dices que ³la libido es lo único que resiste intacto a la decrepitud del cuerpo"¥
Sí, en un momento de la novela, Clara afirma que “la libido es lo único que resiste intacto a la decrepitud del cuerpo y sólo muere cuando se nos para el corazón”. Aunque las opiniones de los personajes de una novela no tienen por qué coincidir con lo que piensa el autor, en este caso suscribo lo que dice Clara.
Creo que a cualquier edad, el ser humano puede enamorarse o sentir atracción física por otra persona y disfrutar del calor de otro cuerpo y de las caricias de otras manos. En nuestra cultura se nos ha enseñado que la vejez está reñida con el amor y el sexo, cuando el deseo sigue vivo dentro de nosotros mientras lo esté la carne.
El viaje de clara también se convierte en un ajuste de cuentas con su pasado. ¿son estos viajes de regreso a los lugares de infancia una manera de cerrar asuntos pendientes?
Sí, a veces es bueno regresar a los lugares del pasado para zanjar asuntos que están sin resolver.
Hay múltiples referencias de cine y música en estas páginas, desde los niños del brasil a casablanca y de los beatles a eurovisión. ¿cómo te marcaron estas películas y grupos? ¿por qué no hay referencias literarias?
Lo de apuntalar la historia con películas y canciones no fue algo premeditado. Iba saliendo conforme escribía la novela. Por otra parte, creo que la infancia de Clara, que es la parte de la novela donde hay más alusiones a la música y el cine, no se desarrolla en un entorno intelectual donde la gente lea mucho, aunque ellos sí escuchan la radio y van al cine, por lo que, quizá, resulte más lógico hablar de música y cine.
En cuanto a cómo me marcaron las películas y los grupos musicales de los que hablo en DÍAS DE MENTA Y CANELA: bueno, forman parte de la cultura popular de mi generación.
¿Qué te depara profesionalmente ese destino que tanto marca la existencia de tus personajes?
No me puedo quejar de cómo me ha tratado ese destino en lo profesional. Aunque comencé a publicar relativamente tarde (a los cuarenta y cinco años), ya tengo en la calle mi tercera novela, que ha salido por la editorial Plaza & Janés, lo cual es un auténtico lujo, y está teniendo muy buena acogida por parte de los lectores. Yo sigo con muchas ganas de contar historias, pero serán los lectores quienes darán forma a ese destino.
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