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| La Cara Oculta De La Luna
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| por Francisco J. Vázquez
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Paula es una mujer joven, atractiva e inteligente, metida ya en la segunda mitad de la treintena. Desde siempre ha sido una persona insegura, cargada de complejos que le han hecho derivar y encaminar su vida hacia la sumisión tanto ante los reveses de la misma como ante los designios y criterios de aquellos que la rodearon.
Siendo secretaria de una entidad bancaria conoció a Julio. Al principio creyó que sólo era un hombre, alguien que se cruzó en su vida de forma ocasional. Sin embargo se equivocó, como otras tantas veces en su joven existencia. Descubrió con él muchas cosas que con su anterior y única pareja, Luis, no llegó siquiera a sospechar. Se sorprendió de que el sexo fuese algo más que un rato de diversión, o que el amor se extendiese mucho más allá del salir con una persona que al final resulta ser monótona y desconocida; que existen momentos especiales donde el recuerdo y el deseo se mezclan y generan ansiedad por la ausencia del ser amado. Encontró, sin quererlo, sospecharlo ni esperarlo, a aquel que con el tiempo llegaría a ser su marido.
Julio era un hombre de negocios, un ejecutivo atractivo, maduro, buen amante y con dinero. La convivencia a su lado era todo lo que ella no se había esperado jamás compartir. Su existencia, fuera ya de arquetipos idealistas, era lo que podría decirse desahogada, sin problemas de índole económicos ni afectivos. Y sin embargo Paula, fiel a su forma de ser y pensar, seguía comiéndose la cabeza ante dilemas inexistentes.
Pero todo cambió una noche durante una estancia vacacional en Amsterdam. Julio había decido aquel viaje casi contra los deseos de Paula; deseos que, como era de esperar, ella no expuso. Se dejó llevar, hizo lo que hacía siempre, sucumbir a lo que los demás querían o pensaban que era lo mejor. Quién le iba a decir que ese viaje en concreto, y aquella noche en particular, iban a suponer el principio del fin de una existencia apática y limitada y el comienzo de una nueva forma de pensar, de ver el mundo, de enfrentarse a aquellos miedos que la rodeaban y que la acongojaban ante las cuerdas de unos límites tan imaginarios como inflexibles. Aquella noche su marido, Julio, desaparecía en extrañas circunstancias desde la cubierta de un crucero que surcaba uno de los canales de la Venecia del Norte. Su cuerpo no aparecería...
"La Cara Oculta De La Luna" es la segunda novela de Carmen Santos. Esta autora tiene como pocas la cualidad de enganchar con su narración al lector, creándole una sensación adictiva que no le dejará abandonar la lectura. La combinación de personajes, situaciones y lugares, con el uso de los movimientos en el tiempo tanto en el recuerdo como en la memoria, hacen que este trabajo deje un buen sabor de boca a aquellos que han disfrutado no sólo del suspense que deja entrever, sino del regocijo que da el entrometerse y enterarse (todos tenemos una vena cotilla que a veces no podemos esconder) de los miedos, sentimientos, penurias, alegrías y miedos de la protagonista. Una mujer, todo sea dicho de paso, con la que nos sentimos identificados pese a la distancia: vive situaciones que no distan mucho de las que nosotros protagonizamos a diario, y es, a todas luces, la viva imagen de aquello que nosotros podemos llegar a vivir en cualquier momento. Podemos ser, como ella, protagonistas. Y eso, también como ella, sin proponérnoslo, porque la vida es así... y es que a veces, más que sorprendernos, nos amarga o nos alegra sin consultarnos, según le da la gana.
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