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Comportamiento De La Sociedad Civil..
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por Jorge Alonso
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El muy inquieto, productivo y promotor de publicaciones innovadoras Robinson Salazar acaba de producir otro de sus libros colectivos en los que combina las dos formas: el libro electrónico y el libro en papel. Si uno entra a la página www.librosenred.com y busca en la colección insumisos latinoamericanos, encontrará varias publicaciones del Dr. Salazar, y entre ellas la titulada "Comportamiento De La Sociedad Civil Latinomericana", la cual en su edición en papel en el año 2002 tiene 432 páginas. Robinson Salazar ha indagado el estridente fracaso del modelo neoliberal, que abre cada vez más la brecha entre unos cuantos muy ricos y una inmensa mayoría sumida en la miseria y la desesperanza, y se ha dado a la tarea de descubrir pistas que indiquen alternativas concretas. Los trabajos del doctor Salazar constituyen serios esfuerzos para entender lo que acontece en nuestra realidad latinoamericana. Se ha preocupado por desentrañar a los sujetos insumisos, portadores de la estafeta democratizadora en Latinoamérica con capacidad de instrumentar nuevas formas como son los partidos modulares. El libro colectivo ofrece análisis rigurosos y bien documentados sobre la transformación de los movimientos sociales latinoamericanos y su contribución a la democratización a través de su inserción en la lucha por el poder a través de medios cívicos. La reconstrucción teórico-política de los actores participantes saca a flote no sólo identidades culturales, sino sus proyectos de futuro. Combinando la descripción y el análisis de lo que ha acontecido confrontado con el espacio normativo-prescriptivo que ha dado razón de ser a la praxis de cada organización, el libro coordinado por el doctor Salazar ha sabido conjugar acertadamente los análisis sociológico-antropológicos con las perspectivas de la filosofía política. Hay aportes filosóficos, sociológicos y de ciencia política. Se puede encontrar en este importante libro colectivo un rico marco conceptual interdisciplinario. Los diversos autores coordinados por el doctor Salazar dan cuenta de los procesos de democratización con originalidad teórica, claridad reflexiva y congruencia prepositiva. El lector encontrará en este libro los principales elementos de la discusión contemporánea sobre los procesos políticos latinoamericanos.
El doctor Salazar ya había hecho aportes importantes en el estudio del conflicto colombiano. Ahí indagó el espectro relacional entre distintas estructuras sociales afectadas por la guerra, los actores involucrados con sus respectivas demandas, los actores inventados que adquirieron su plataforma de lucha en el mercado de las ideas y los diversos agentes políticos foráneos. Habría que recordar que el doctor Salazar también ha hecho avanzar el conocimiento en las ciencias sociales a través de sus indagaciones acerca de las convergencias. La convergencia remite en primera instancia a un fenómeno visual, la posición de ambos ojos, que permite observar un objeto. Análogamente pasa a otros planos. Se aduce la correlación de elementos en un tiempo, el concurrir varios a un mismo punto, a un fin. Hay convergencias físicas como la constituida por una multitud, o la constitución de una masa a través de muchas acciones individuales que coinciden solamente en su orientación hacia el mismo objeto. La convergencia no puede reducirse a formas que escapan a tensiones o ansiedades. La convergencia se logra a través de un complejo proceso de aglutinamiento de diferentes componentes, que es capaz de atraer nuevas unidades. Hay convergencias espontáneas y pactadas; existen puntuales o complexivas. Las duraderas construyen ciertos nodos. La convergencia puede hacer una red o lograr expresarse a través de una red de redes. La convergencia es una especial acción colectiva. Se entrelazan fines, estímulos y campos de acción según condiciones coyunturales o posiciones estructurales. Se consiguen cooperaciones sin que las autonomías de los concurrentes se pongan en peligro. Son heterogéneas. Pueden aparecer o desaparecer. Se tejen desde la misma vida cotidiana. Lo importante es que su expresión puede construir nuevos sujetos sociales. Logran manifestar nuevas identidades. Las formas como se fueron construyendo los sujetos insumisos centroamericanos posibilitó al Salazar avanzar en la teorización sobre las convergencias. La democracia por construir tiene la tensión de intentar resolver las contradicciones y conflictos por una parte y la de conformar consensos por la otra. Los flujos entre uno y otro polo ofrecen un espacio a las convergencias. La lucha popular en contra del dogmatismo y los estragos sociales del neoliberalismo posibilitan nuevas convergencias democratizadoras. La democracia de estas convergencias no se puede quedar en las definiciones mínimas del acuerdo sobre las reglas de juego para el acceso al poder público. No se reduce a lo delegativo. Va esencialmente a la expresión máxima de la democracia deliberativa, participativa, radical. Se buscan gobernantes que respondan a los intereses de los más, que rindan cuentas, que manden obedeciendo a los ciudadanos. Se pretende construir una democracia desde abajo y con los de abajo. Salazar se ha interrogado por qué y cómo cada uno de los actores sociales analizados se ha ido constituyendo en una forma y no de otra, y ha buscado acuciosamente cuáles han sido los fundamentos simbólicos de su acción.
Los autores reunidos en este importante libro coordinado ahora por Salazar ofrecen pistas para poder volver poner en la mesa de la discusión la teoría de las clases sociales. Posibilitan evaluar las capacidades de los movimientos libertarios. Ven un desarrollo y sus interrogantes éticos. Ponen ante la diversidad de los grupos oprimidos que crean identidad y exigen reconocimientos. Los estudios acerca de la democratización no pueden eludir el problema de las instituciones democráticas.
En la primera parte del libro, el filósofo Ambrosio Velasco, el también filósofo Fernando Mires y el sociólogo Manuel Antonio Garretón discuten los conceptos teóricos fundamentales. En esta forma se replantean las discusiones liberales y republicanas frente a la conceptualización de sociedad civil. El análisis condice a la recuperación del status ciudadano que otorga la civilidad política. Se destaca que la economía de mercado no conlleva un modelo de sociedad, pero sí la implica y modifica en cuando a organización y comportamiento colectivo. La segunda parte del libro se dedica a estudios de caso. Celia Soibelmann indaga las razones por las que la desobediencia civil no surgen dentro de la organicidad partidaria teniendo en cuenta el caso brasileño. Marco Gandásegüi (hijo) estudia cómo en Panamá la sociedad civil se encuentra desarticulada con formas de representación simuladas. Rosario Espinal identifica los períodos que se han dado en la organización y movilización social en República Dominicana en el último cuarto del siglo XX. Da cuenta de cómo tales movimientos han ido sufriendo transformaciones a contrapunto de las exigencias económicas y de las respuestas ante la política gubernamental. Esta autora precisa que hay circunstancias en que los movimientos sociales ayudan a la democratización, mientras en otras situaciones la obstaculizan. Jorge Lora toca el caso peruano en el que destaca que el pueblo experimenta una confusión y desidentidad, lo cual lo coloca en condiciones de manipulación. Jorge Rojas examina lo que sucede en Chile en donde percibe grandes cambios en el sistema político como resultado de transformaciones de toda índole, cambio que ha ido incidiendo en crisis de representación. Destaca cómo el mercado ha impuesto una nueva matriz política que repercute en el individualismo y el apoliticismo. Jerónimo de Sierra investiga lo que acontece en Uruguay en donde resalta un nuevo escenario político en el que intervienen viejas y nuevas elites por definir un nuevo estilo de gobernar. Profundiza en las novedades que introdujo en el sistema de partidos las elecciones de finales del siglo XX que han conducido a quebrar el añejo esquema bipartidista, a la búsqueda de coaliciones, a constituir nuevos dilemas en el pluralismo efectivo de los partidos. Se adentra en los problemas de la gobernabilidad. Carmen Beatriz Fernández aborda el inquietante caso venezolano. Resalta las historias de amor y odio entre los partidos y la sociedad civil. El desprestigio partidario fue utilizado por las fuerzas que condujeron a Chávez a la Presidencia. Esta autora llama la atención de que ese camino no conduce necesariamente a la democratización, y de que resulta un imperativo el conseguir el fortalecimiento de los partidos como instituciones imprescindibles para la vida democrática. El libro se cierra con el estudio de Robinson Salazar y Carolina Recinos, quienes destacan que el FSLN en Nicaragua y el FMLN en El Salvador son fuerzas políticas en rearticulación ante la vía de participación electoral. Los antiguos guerrilleros han visto que son responsables de un nuevo proyecto de sociedad al que tratan de contribuir junto con otros actores sociales en un esfuerzo plural. Apuntan al hecho de que existe una sociedad civil que actúa ya al lado de los partidos, ya al margen, ya en situación de interfase. En el libro se van haciendo visibles las respuestas de los insumisos, de los excluidos que construyen formas orgánicas para dar formas a sus esperanzas. El camino se les ha dificultado, pero no está cerrado para ellos. El libro quiere ofrecer cuestionamientos y elementos de construcción de un nuevo proyecto latinoamericano a principios del siglo XXI.
Este libro ha investigado actores y acciones que se presentan actualmente en el espacio público latinoamericano. Sus indagatorias sobre la desobediencia civil, acerca de las nuevas formas orgánicas cívicas, en torno al comportamiento de los partidos y otras formas orgánicas, apuntan a delinear las nuevas formas de la lucha política. Resalta la nueva eticidad que requiere el espacio público. Se discuten las virtudes y los vicios de los grupos ciudadanos, sus logros y sus debilidades, sus aspiraciones y sus esperanzas. Se apuntan las formas de resistencias ante la política dominante. Hay un tratamiento cuidadoso acerca de la reactivación de toda clase de identidades (entre las que destacan las de género y las étnicas) que no sólo resisten ante la exclusión, sino que buscan novedosas maneras de expresión y de construcción de alternativas.
Este inquietante libro colectivo conduce a que reflexionemos no en que ya no hay caminos para la justicia social, sino en cómo se puede cambiar del camino errado. Entra en la dialéctica del disenso-consenso. Salazar está convencido de que una sociedad es democrática sólo si sus integrantes tienen la oportunidad de participar en la definición de las políticas públicas. Si bien hay fracturas sociales que pueden traducirse en formas partidistas, también hay convergencias que pueden ensayar fórmulas innovadoras de cambio social. La lectura de este libro colectivo ciertamente producirá acalorados debates.
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