| "Rihla" es una obra increíblemente impactante que es difícil clasificar entre los conceptos de lo que sería la novela histórica, de aventuras o fantástica. el resultado, qué duda cabe, es espectacular. sin embargo, ¿qué es lo que ha pretendió hacer el propio autor con esta novela? ¿cómo la clasificaría usted? Definir los límites entre géneros siempre es un tema complicado. Al final se trata de trazar artificialmente una frontera que delimite algo que ha crecido de modo natural, porque creo que pocos autores se platearán su trabajo desde la perspectiva de que ajuste en una clasificación u otra. Las historias están vivas en la mente del autor y eligen su propio camino. Y las historias más interesantes se encuentran justo en las zonas fronterizas. El género fantástico se caracteriza por la absoluta libertad que le da al escritor para escoger en qué realidad quiere que se desarrolle su historia, por lo que limitar esta característica es como ponerle puertas al mar. Pero si tengo que clasificar "Rihla" de algún modo, diría que es una novela de aventuras; al estilo de aquellas que me han emocionado desde niño.
Algo que llama mucho la atención es el intenso trabajo de documentación que hay tras cada una de sus obras. ¿cuánto ha durado éste en el caso de "rihla" y cómo lo ha estructurado? Para mí la documentación es fundamental y le doy la máxima importancia. Creo que una buena documentación es una cuestión de respeto hacia el lector. Cuando escribo sobre un tema científico me preocupa la opinión que tendrá un físico o un biólogo que lea mi novela. Si escribo sobre un escenario histórico, me preocupa la opinión de un historiador. De modo que la fase de documentación es la más larga de todo el proceso de escritura y con la que más disfruto. Normalmente empiezo a recoger datos un año antes de iniciar la escritura, pero el caso de "Rihla" fue diferente; durante cinco años estuve obsesionado con todo ese fantástico escenario que es el México precolombino.
Séame sincero. ¿cuánto ha tardado en llevar a cabo este proyecto desde que parió la idea hasta que entregó el manuscrito a la editorial? Como he dicho, la fase de documentación me llevó cinco años, en los que, desde luego, no sólo estuve dedicado a este proyecto. En el trabajo real de escribir la novela empleé sólo unos ocho meses.
Usted tiene la capacidad (y los que tenemos el gusto de leerle la suerte) de que es capaz de sintetizar con palabras cualquier situación a la que se enfrente: un paisaje, una sensación de estrés, un acontecimiento macabro, el ruido de un bosque, los efectos de una enfermedad o de alucinógenos... en esta obra esa capacidad no decrece, sino que se acentúa en lo que se refiere a los lugares que los protagonistas, como embajadores quizá involuntarios del viejo mundo, ven por primera vez, creándoles el desconcierto lógico de quienes se ven postrados ante lo que no conocen y mucho menos entienden. ¿cuál es el secreto para sintetizar de manera tan acertada acción y narración dentro de la una historia tan complicada como la que nos ocupa? Creo que has definido perfectamente mis intenciones a la hora de escribir "Rihla"; he intentado que el lector se sienta implicado emocional y sensualmente en los acontecimientos. Se trata algo que he visto definido en el lenguaje cinematográfico como "la comunidad de sentimientos", ese estado en el que todos los espectadores de una película pueden participar del dolor, la emoción, el miedo o el deseo del protagonista que aparece en la pantalla. Eso es lo que busco al escribir, que mi lector participe de los sentimientos y las sensaciones que experimentan mis personajes. En este caso, "Rihla" es una historia de primer contacto entre dos pueblos que tienen una visión tan diferente de la realidad que parece imposible que lleguen a entenderse. El primer momento de este contacto es de violencia y puro horror para el protagonista. Conforme avanza la historia, nos vamos introduciendo en esa realidad tan alienígena a la vez que lo hace Lisán, lo experimentamos a través de sus ojos y de sus emociones. Es esto algo que quería contar: cómo lo extraño o lo fantástico está siempre en la mirada del observador.
¿Se desplazó usted en algún momento a los lugares en los que transcurre buena parte de la acción de la novela? ¿estuvo usted en aquellas tierras para documentar? porque es difícil imaginar que sólo con libros y mapas usted haya sido capaz de movernos a los lectores por ese enjambre de lugares con la intensidad con la que lo hace: selvas, playas, o la mismísima ciudad de tenochtitlán, por poner algunos ejemplos. En los cinco años en los que estuve documentándome para "Rihla" estuve en dos ocasiones en México; visité y pisé cada uno de los lugares que aparecen descritos en mi novela. Recuerdo la emoción que me produjo pasear por la ciudad amurallada de Tulum (que en "Rihla" aparece con el nombre de "Amanecer"). Había visto cientos de fotografías de Tulum; tenía, incluso, planos muy detallados de la disposición de las ruinas, pero caminar entre aquellas piedras y asomarse al mar desde la plataforma superior del Templo fue estremecedor. Además, conseguí pasar diez días con una tribu de indios mayas que viven en los lagos que están cerca de la ciudad de Cobá. Se trata de un programa ecológico que permite que los indios participen de los beneficios del turismo, lo que está muy bien, pero para mí fue muy valioso como documentación. Tuve así la oportunidad de ver cómo los mayas siguen cultivando el maíz tal y como había leído que lo hacían sus antepasados (teniendo en cuenta las características del suelo del Yucatán es difícil imaginar que puedan hacerlo de otro modo). Los vi moler el maíz a mano y cocinar las tortillas en el comal, preparar pozole por el sistema tradicional y dormir en el interior de sus cabañas de palos, exactamente iguales a las que han construido los mayas durante siglos. También buceé en un cenote que está situado cerca del poblado y que se llama "Ojo de Jaguar", y que es justamente el que describo en mi novela. También estuve en Granada; aunque ya conocía la ciudad, quise refrescar mis sensaciones paseando por la maravillosa Alhambra y sus alrededores. Y, lo más importante de todo, durante el tiempo en el que estaba documentándome en México, conocí a Alejandra, que ahora es mi mujer, por lo que todos los recuerdos relacionados con la elaboración de esta novela se ha convertido en algo muy valioso para mí.
Una curiosidad. esta novela tiene muchísimas escenas que sin duda sorprenden por su crudeza. algunas son sumamente duras. esa faceta de los viejos habitantes del "nuevo mundo" es desconocida para muchos. ¿hasta qué punto es real y cuanto de ficticio hay en ello? Todo es absolutamente real. Las descripciones de los sacrificios aparecen en los propios códices de los indios. He incluido una descripción precisa de los ritos, las vestimentas y las tinturas corporales que empleaban, así como de las canciones que se entonaban en estos rituales de sacrificio. Pero la realidad era mucho, muchísimo, más cruel. Hay cosas que no me he atrevido a describir porque creo que serían inaceptables en una novela de estas características; son demasiado horribles. Las cifras que doy del número de sacrificados en la inauguración del Templo Mayor están en los propios códices mexica. Esta pirámide situada en el centro de Tenochtitlán tenía dos templos en su parte superior: uno estaba dedicado a Huitzilopochtli y en él se sacrificaban a guerreros tal y como describo en la novela. El otro estaba dedicado a Tláloc, el dios de la lluvia, y preferí no contar lo que allí se estaba sacrificando en esos momentos, ni cómo. Los sacrificios humanos y el canibalismo ritual es algo que está en el origen de nuestras civilizaciones. No es algo exclusivo del México precolombino, pues podemos encontrarlo en las prácticas de los fenicios, celtas y muchos otros pueblos que consideramos antepasados nuestros. Lo verdaderamente asombroso de los mexica es que eran cultos, refinados, con una sociedad y una lengua exquisita. Este contraste me fascina. ¿Qué es la civilización entonces? Este es uno de los temas de fondo de "Rihla".
Hay una constante que suele usted utilizar a la hora de elaborar los argumentos de sus novelas, y es basarse en muchos de los que se denominan "misterios de la historia". ¿es usted aficionados a ellos? Sí, bastante aficionado. También me interesan los llamados "espacios blancos" de la historia, allí donde puedo situar mis argumentos si alterar el desarrollo de esta.
¿Desde cuándo se siente usted atraído por ellos? ¿cómo los descubre y cuáles son aquellos que más le interesan? Soy aficionado a la Historia desde siempre y los descubro por el sistema que empleamos todos cuando algo nos apasiona; es decir, leyendo todo lo que cae en nuestras manos sobre el tema. Me interesa especialmente todo lo relacionado con las religiones, con el modo en el que el ser humano se ha enfrentado a un mundo extraño y desconcertante y ha intentado racionalizarlo de algún modo.
En "rihla", concretamente, hace usted varios guiños relacionados con esos misterios de los que hablábamos. por ejemplo, la idea principal de este trabajo es que el continente americano no fue descubierto realmente en 1492, sino que ya se tenía constancia de su existencia con anterioridad. al mismo tiempo introduce en cierto momento la "conexión genovesa", de la que probablemente se pueda deducir la procedencia de colón en la historia posterior. o por ejemplo, la existencia de ese navegante turco de larga tradición familiar dedicado al mar, de apellido piri, y que daría cierto halo de explicación al controvertido y polémico documento conocido como "mapa de piri reis" (1513). ¿cómo consigue encajar todas esas piezas, aparentemente tan dispersas, y elaborar una historia, por qué no decirlo, creíble? Continuamente, mientras me encuentro en la fase de documentación, doy con algún dato que encaja tan perfectamente con todo que durante un segundo me paro y pienso: "¿Y si las cosas sucedieron exactamente así?". Pero es sólo durante un segundo, porque siento mucho respeto por los historiadores y por el método científico. Mi trabajo es sólo ficción apoyada en datos reales. En realidad lo que hago no es muy diferente a elaborar una novela de misterio, donde las piezas tienen que encajar y tienes que darle una oportunidad a tu lector para que complete el puzzle por él mismo.
Hay algo que no puedo dejarle de preguntar. si bien sin los datos previos de esos denominados misterios de la historia cualquiera puede leer su obra, lo cierto es que con los conocimientos de ellos uno disfruta de manera increíble atando cabos. ¿escribe usted sus historias pensando en unos, en otros, o simplemente se deja llevar? Escribo pensando en unos y otros. Exactamente como tú planteas. "Rihla" se puede leer sólo como una novela de aventuras trepidantes, pero el aficionado a la historia puede disfrutar descubriendo a esos personajes ocultos y esas claves que apuntas. Aunque ahora parece que está de moda, no me gustan las novelas que lo explican todo exhaustivamente. En "Rihla" hay cosas que necesitan ser explicadas para entender la historia y otras que están ahí, en un segundo plano, y que pueden proporcionar al lector el placer añadido de descubrirlas.
Señor aguilera, "rihla" es una novela: eso es evidente. pero, ¿cuánto de cierto cree el autor que hay tras esta historia? porque a ojos de cualquiera, es perfectamente plausible su contenido, salvando según que distancias. Es una novela. No hay nada más que un texto de ficción aderezado con datos reales sacados de la Historia. Es como hacer un truco de ilusionismo, tienes que suspender la incredulidad del espectador para que el truco resulte más emocionante. Pero no te puedes acabar creyendo que eres un mago de verdad; porque, en ese caso, estás con un pie apoyado en el lado equivocado. No se puede ser deshonesto en esto.
Un último apunte. ¿cuál es el mejor reclamo que cree usted que tiene este libro cara a los posibles lectores que duden aún de adentrarse en su contenido? Creo que con todo lo que hemos hablado ha quedado muy bien definido lo que el lector encontrará al leer "Rihla": Historia, aventuras, viajes y fantasía. Mis primeras lecturas, y por lo tanto las que sigo considerando como las que más me han influido, fueron las novelas de Julio Verne. De niño me leí casi toda sus obra y luego busqué en otros libros esa misma visión aventurera y científica del autor francés. Hace unos años descubrí las novelas de viajeros medievales y su Sentido de la Maravilla en estado puro. Viajes, aventura y encuentro con lo extraño y lo sorprendente. El sabor de ese tipo de historias es lo que he pretendido evocar con "Rihla". Pero "Rihla" es una novela con muchas capas, y por debajo de esta intención aventurera hay también una reflexión sobre los temas que me interesan: el encuentro con el Otro, la religión y la violencia.
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