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| Rihla
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| por Francisco J. Vázquez
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Lysan al-Aysar ibn al-Barrayan ibn Xahin al-Jatib ibn al-Salmani, al que muchos llaman "faquih", es doctor en las ciencias astronómicas, peregrino y maestro matemático. Nació en Granada, en el año 850 de la Hégira, a 11 días de la luna de Xahaban. Es, como anteriormente lo fueron su padre y abuelo, erudito de una estirpe largo tiempo asentada en el sur de al-Andalus. Por su cuerpo corre la sangre de generaciones de andalusíes que llegaron a estas tierras y convirtieron este vergel en un trozo de paraíso. Así lo quiso Allah, el Misericordioso, el Clemente.
Lysan al-Aysar siempre ha destacado por ser un árabe letrado. Ha estudiado y asimilado no sólo los conocimientos que en la antigüedad los sabios legaron a los hombres, sino que él mismo ha contribuido sobradamente a comprobar muchas de las teorías que maestros griegos y egipcios tenían como verdades consagradas, y que el tiempo y otros hombres se dedicaron simplemente a olvidar. Tiene un sueño, un convencimiento: que más allá del Océano Atlántico existe un mundo; que la Tierra, como indicaban las crónicas del pasado, no es plana. Que más allá de las Columnas de Hércules se abre una enorme extensión de agua que baña las costas de otras tierras desconocidas; que el mundo es redondo. Que la mitología que habla de monstruos que surcan y habitan los confines de ese océano frontera, o de las aguas que caen al abismo en cataratas infinitas que llegan a las mismísimas puertas del inframundo, no son más que cuentos que se sustentan en la superstición de los cobardes. Él intuye que hay algo, SABE que hay algo... pero desconoce de qué forma puede llegar a comprobarlo.
Cierto día se embarca en una aventura: conseguir poner en marcha una expedición que se adentre en los confines de ese mundo desconocido. Solo hay dos caminos viables: o se perece en el intento, o se vuelve cargado de gloria. Gloria para al-Andalus, que contaría con nuevas rutas comerciales que deshiciesen el asfixiante cerco al que los infieles cristianos están sometiendo su hermosa tierra. ¿Quién sabe? Quizá también consigan nuevos aliados, o nuevas tierras por las que extender la palabra del profeta.
Pero nada es fácil en sus comienzos... Cuando Lysan al-Aysar pide ayuda para llevar a cabo su proyecto el sultán granadino se encuentra con la desidia del mismo, que rechaza sufragar tan descabellada y loca aventura. Así las cosas Lysan no tiene otra que recurrir a los comerciantes y mercaderes de Génova, ciudad en la que busca conseguir el dinero necesario para llevar a cabo esa aventura. Es allí donde conocerá a un personaje curioso: Baba, un hechicero mameluco que será la solución a sus problemas. Con él, y con una no menos curiosa tripulación, partirán meses después desde las costas de al-Andalus en pos de ese sueño del faquih a bordo de una embarcación: la Taqwa. Juntos partirán en pos de la gloria, hacia un mundo tan sorprendente como, a la postre, peligroso. Una aventura increíble que llevará a sus protagonistas a los confines mismo de lo desconocido.
"Rihla", de Juan Miguel Aguilera, es una novela que mezcla como pocas los misterios de la historia con la aventura, consiguiendo que el lector se adentre en un universo donde lo real y lo ficticio tienen una frontera tan frágil que no se sabrá cuando se está de un lado y cuándo de otro. ¿Hubo antes de Colón alguna expedición que surcara el Océano Atlántico y llegase a lo que después se llamó el Nuevo Mundo? ¿Vino el genovés a nuestro país a raíz de la propuesta dejada por alguien en su ciudad, tiempo atrás? ¿Es el llamado "Mapa de Piri Reis" un legado de alguna expedición no cocida al otro lado del Atlántico? Quien sabe... lo único cierto es que tras leer "Rihla" muchos dudas nos asaltarán al respecto. Y es que está construida de una manera tan sumamente interesante que no sabremos siquiera si nosotros formamos parte o no de la trama (por la intensidad con la que se vive lo leído), ni donde empieza lo real y comienza lo fantástico.
"Rihla" es uno de esos libros que mientras que se leen llenan, y una vez concluidos permanecen en nuestra memoria con un grato recuerdo. De los que crean afición por un autor. Sorprenderá, escandalizará y sobre todo, dará qué pensar. Es un libro que no se puede dejar de leer.
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