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Saga De Las Islas Orcadas
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por Alonso Luna Malia
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Hacer un comentario sobre el libro “Saga De Las Islas Orcadas” que de forma tan cuidada ha publicado Ediciones Booket nos tiene que llevar primero a una reflexión, y es agradecer a Javier E. Díaz Vera su intenso trabajo en la traducción, preparación y estudio de esta interesante obra que por su fecha de escritura, entorno al año 1200, de autor anónimo, de una cultura muy lejana a la nuestra, y a la que difícilmente hubiésemos podido conocer de no ser por él.
Para la lectura de este libro quisiera permitirme una licencia para con los diferentes y futuros lectores, por lo que les doy un consejo: prepárense como si fuesen a dar un placentero paseo por un bello camino que sube suavemente una espiral. A un lado de la senda se van abriendo ventanas o balcones, por los que nos asomamos a ver los distintos avances de la historia narrada, correspondiendo cada balcón a un capítulo.
De forma reducida podemos decir que la obra versa, como el mismo título indica, sobre una saga de personajes de la antigüedad descendientes los unos de los otros y ubicados en la Europa del Norte. Recorre sitios con nombres que hoy día van desde Normandía a Noruega pasando por Escocia, Dinamarca y la pléyade de islas del Mar del Norte. Cada capitulo enlaza con el anterior por el continuo paso de un personaje a otro unido y sus andanzas, en un entorno de pueblos inconexos los unos con los otros, a los que sigue una conquista detrás de otra, una anexión o un descubrimiento seguido de otro, habiendo comenzado todo con la búsqueda de una hermana perdida que llega a dar paso a la creación de países nuevos como Noruega, pero de una forma muy suave, sin extremos que haga falta tener al lado un papel y lápiz para no perderse. El camino de la obra conforme avanzamos por ella es bastante amable con el lector y, si no fuese porque el anónimo autor introduce elementos como la magia, diríamos que estamos ante un libro antiguo de Historia Antigua, en la que el escritor nos habla de magia, conforme a como el pensamiento de su época explicaba lo que no tenía explicación. Pero eso sí, no estamos ante un escrito que se trae a colación conforme el mercado consumista exige para aprovechar el tirón del libro "El Señor De Los Anillos". No es eso, tampoco tiene nada que ver, ni lo pretende.
Una última reflexión sobre el libro que nos trae Javier E. Díaz Vera es que por medio de él conocemos una tradición de escritura del Norte de Europa, el género literario de las sagas, pero cuando el lector se introduce en el camino que va recorriendo la historia contada, va reconociendo elementos, recursos, que ya se ha encontrado en otras lecturas. Nos trae al pensamiento el Antiguo Testamento, con sus fórmulas “.........y .........engendró a ............ que fue........”, o reconocemos en la fórmula narrativa al viejo africano del libro "Raíces" de Alex Haley, por el que el personaje llega a conocer sus ancestros. Todo ello mueve a pensar o reflexionar: el mundo no es tan grande, o si lo es, todos tenemos una historia común o quizás, aunque en la antigüedad los medios de comunicación eran muy escasos, existió una ósmosis entre los distintos pueblos que habitaban la tierra, que conformaría una historia peculiar y común, formada por el conjunto de elementos compartidos, de la que este magnifico libro es un eslabón más.
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