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portada Ivanhoe
Ficha del Libro:

Título: Ivanhoe    comprar
Autor: Walter Scott
Editorial: Edebé
I.S.B.N.-10: 8423654737
I.S.B.N.-13: 9788423654734
Nº P´gs: 498


Ivanhoe
por Enrique García

Tras sus éxitos con las novelas sobre Escocia, Walter Scott decide dar un nuevo rumbo a su creación literaria y decide cambiar de escenario. De este modo, traslada la acción hasta Inglaterra. Scott sentía la necesidad de escribir una novela sobre Inglaterra y así lo expresa en la Dedicatory Epistle To The Rev. Dr Dryasdust que aparece en la introducción a "Ivanhoe".

La decisión de escribir la novela basándose en un supuesto manuscrito fue de lo más acertada, puesto que "Ivanhoe" ha gozado de un éxito literario sin precedentes. Sin embargo, pese a ser una de las novelas más leídas del mago del norte, uno de los apelativos con los que era conocido Scott, no podemos catalogarla como una de sus mejores novelas históricas. Y el hecho de no hacerlo se debe principalmente a su desconocimiento de la historia de Inglaterra en el siglo XII. Pero, además, influyó en él la obra de John Logan "Runnamede" que trata este tema. Hay que decir en favor de Scott que sí poseía un denso y amplio conocimiento de su tierra natal, Escocia, puesto que sus novelas datan del siglo anterior y para escribirlas se basó en algunos casos en testimonios reales, contados por personas que los vivieron. Por ese motivo, Scott fracasa en cierto modo con esta novela al querer emular el estilo de "Waverley" o "Rob Roy". Tal vez sea por ello por lo que Scott no firmó la novela con su verdadero nombre, sino con el de Lawrence Templeton. Es posible que Scott pensara que podía fracasar a la hora de reflejar la sociedad inglesa del siglo XII, y por ello prefiriera escribirla bajo seudónimo. De todas maneras, no era la primera vez que Scott lo hacía. Lo que sí es "Ivanhoe" si duda alguna es el paradigma de la clásica novela de aventuras en la Edad Media con héroes, villanos, doncellas desprotegidas, torneos y asaltos a castillos. En "Ivanhoe", Scott se muestra más interesado por crear una buena novela de aventuras, basada en una trama interesante, que en ofrecer un novela histórica al estilo de muchas de sus obras entre las que podemos destacar a las anteriormente citadas "El Talismán"... "Ivanhoe" se parece más a una novela destinada al público juvenil que a una novela histórica destinada a un público más estudioso, ya que algunos de los datos históricos que se aportan son erróneos, como veremos al contrastarlos con las fuentes históricas acerca de la época posterior a la conquista normanda. Scott elige la Inglaterra medieval del siglo XII y, en concreto, las luchas entre sajones y normandos. Expresa con toda claridad que esa lucha es ante todo la de los ‘siervos’ sajones y la de los ‘señores feudales’ normandos: el conquistado y el conquistador. Y es precisamente esta oposición por parte de los ingleses la que refleja Scott en "Ivanhoe", mediante los personajes de Cedric y Robin Locksley principalmente. Y para defenderse contra estas revueltas los normandos van a introducir en Inglaterra los castillos. En "Ivanhoe", aparecen reflejados Torquilstone y Connisburgh.

Pero Scott no se detiene solamente en esa problemática. Sabe que parte de la nobleza sajona, aunque materialmente limitada y desprovista de su poder político, continúa poseyendo sus privilegios de nobleza (Cedric o Athelstane de Connisburgh) y que precisamente aquí reside el centro ideológico y político de la resistencia nacional de los sajones contra los normandos. La historia nos dice a favor de los normandos que estos no pretendían despojar a los nobles sajones de sus riquezas y posesiones. Así, vemos cómo Cedric, conserva su mansión de Rotherwood, sus sirvientes, sus costumbres, es decir la conquista de los normandos no le ha despojado de sus privilegios como descendiente de los reyes sajones.

Sin embargo, debemos señalar que Scott cometió un grave error al elegir el marco histórico de la Inglaterra medieval de Ricardo y colocar dentro de ella las luchas entre sajones y normandos, luchas que por otra parte, según la Historia, terminaron en el año 1072. No obstante, pese a que en los años en los que se desarrolla "Ivanhoe" tales luchas ya habían cesado, Scott recogió el tema de la tragedia "Runnamede", de Logan, quien presenta a los sajones como raza existente todavía en el 1215, y decidió seguir con su idea. Pero en realidad los años en los que se desarrolla "Ivanhoe" se corresponden en la Historia de Inglaterra con el período Angevino, más conocido como la dinastía Plantagenet, iniciada por Enrique II, padre de Ricardo Corazón de León y Juan personajes que sí aparecen en la novela Esto demuestra la falta de rigor histórico una vez más de Walter Scott, quien confunde épocas, reyes y años.

Hay que señalar que para escribir "Ivanhoe" Scott también recurrió a una fuente histórica como es Froissart, un cronista del siglo XIV, para recrear el ambiente de la Inglaterra del siglo XII. Y es por ello quizás que hay ciertos datos que se le escapan o los interpreta de manera errónea. Por lo que respecta al estilo de vida de unos y de otros Scott se ha mantenido fiel a la Historia. Así, nos encontramos a la realeza sajona, ejemplificada con Cedric, padre de Ivanhoe, quien se encuentra bajo el yugo normando (the norman yoke). Pero, pese a ello, aún conserva sus posesiones y sus costumbres, como ya hemos señalado, aunque odie a los caballeros normandos. Nos encontramos un pueblo sometido a los dictados del príncipe Juan, hermano de Ricardo, aliado con la nobleza normanda.

Como bien señala el propio Scott al principio de la novela, su relato se centra en los últimos años del reinado del rey Ricardo. Sitúa al lector dentro de un período determinado de la historia de Inglaterra: el siglo XII. Este período coincide ciertamente con los últimos años de reinado de Ricardo Corazón de León, pese a que se encuentra ausente de su patria. Como nos narra Scott, Ricardo está preso y su pueblo anhela su vuelta, pues cree que éste los liberará de los normandos. Y lo primero que uno se encuentra en "Ivanhoe" es la división de la sociedad que habita Inglaterra en el siglo XII. Por un lado, los partidarios de Ricardo: el pueblo inglés que anhela la vuelta del monarca con gran impaciencia. En la novela aparecen representados en la figuras de Cedric el Sajón, Athelstane de Connisburgh y Lady Rowena entre otros y, por otro, los adversarios del monarca inglés que impiden su regreso: su hermano Juan y los caballeros normandos. Pero en la mencionada Inglaterra además de sajones y normandos habitan los judíos, representados en la novela por Isaac de York y su hija Rebeca. Como más adelante veremos, los judíos estaban mal considerados tanto por los sajones como por los normandos, por su mala fama de usureros y nigromantes.

Anteriormente decíamos que Scott nos situaba en los últimos años del rey Ricardo al comienzo de la novela, lo cual no es del todo exacto ya que éste se encuentra preso y quien gobierna en Inglaterra es su hermano Juan. Sin embargo, el propio Ricardo había nombrado a William Longchamp como regente en su ausencia evitando por todos los medios que su hermano Juan accediera al trono, pues era conocedor de su codicia y ambición.

En "Ivanhoe" vemos cómo Juan se siente seguro por un lado con el apoyo de la nobleza normanda, y por otro porque no espera que su hermano Ricardo regrese. Sin embargo, la situación comienza a cambiar cuando en el torneo de Ashby-de-la Zouche, recibe un mensaje que confirma que su hermano ha sido liberado y puede hallarse ya en Inglaterra. Y más adelante, una vez concluido el torneo de Ashby, y en plena celebración en el castillo de dicha ciudad, Waldermar Fitzurse, consejero de Juan, le advierte de lo que ocurrirá si Ricardo regresa, es decir castigará a todos aquellos contrarios a sus dictados.

En lo que respecta al retorno de Ricardo a Inglaterra este no ocurre en la forma y la manera en la que Scott lo narra. Ricardo aparece en "Ivanhoe" transformado en un misterioso caballero negro que participa en el torneo de Ashby para luchar al lado de los sajones contra los normandos. Scott recurre una vez más al truco del disfraz, muy empleado por otra parte en la inmensa mayoría de sus obras. Baste decir que Ricardo regresó a Inglaterra el domingo posterior a la festividad de San Gregorio, desembarcando en Sandwich. Sin perder tiempo, se dirigió a Canterbury, donde se postró, piadosamente, ante la tumba de Thomas Becket, y acto seguido a Londres, siendo recibido con gran pompa. Como vemos, nada que ver con lo que cuenta Scott en "Ivanhoe".

Esto nos viene a demostrar una vez más el interés de Scott por crear una trama interesante en lugar de un rigor histórico. Y pese a que el lector puede intuir la identidad del caballero negro, ésta no se desvela hasta casi al final cuando el propio Ricardo da a conocerse a los habitantes del bosque de Sherwood, con quienes ha convivido desde su regreso a Inglaterra y a los cuales ayudó en la toma de Torquilstone.

Una de las distracciones de la época y a la cual el pueblo acudía en masa eran las justas o torneos entre caballeros. Hemos mencionado en alguna ocasión el torneo de Ashby-de-la-Zouche, que se celebraba en al localidad del mismo nombre, situada en el condado de Leicester, entre Birmingham y Nottigham, donde Juan se había apoderado del castillo de Roger de Quincy, que había seguido a Ricardo a Palestina. El príncipe Juan celebraba los torneos por dos motivos: por un lado complacer a sus aliados normandos, y por el otro hacer olvidar al pueblo el pago de impuestos. Pero no sólo los nobles se sentían atraídos sino que incluso los más pobres se olvidaban de su condición cuando llegaba el día de las justas. Hasta qué punto llegaba la pasión por los torneos en aquella época que como bien señala Scott, ni la enfermedad ni la edad, impedían a una persona acudir. Bien es cierto que la situación social por la que atravesaba Inglaterra en aquellos años del reinado de Juan era lastimosa. No olvidemos que Ricardo había sacado hasta la última moneda de plata para pagarse la cruzada, y que el príncipe Juan imponía al pueblo continuos y abusivos impuestos.

Por lo que respecta a los torneos, aparecen bajo la forma colectiva del cuerpo a cuerpo o "mêlée" en francés, palabra que casualmente emplea Athelstane para referirse a ellos. Estos torneos del siglo XII representan un compromiso entre dos tendencias: son a la vez ejercicios militares, enfrentamientos armados, pero también juegos donde se puede ganar o perder y fiestas mundanas y populares de gran éxito, como ya hemos mencionado. El caballero combate por dos motivos: uno es las ganancias de la victoria, la búsqueda del botín, de los despojos y del rescate que no se debe desvincular ni oponer al de la gloria. Los caballeros no combaten para ganar dinero, aunque en ocasiones les haga falta para vivir. Al final del torneo, tras el reparto, los caballeros cambian, venden, liquidan su botín. En "Ivanhoe" asistimos a esta costumbre cuando al final de la jornada de la lizas de Ashby, los escuderos de los caballeros derrotados acuden a la tienda del caballero Desheredado a ofrecerle sus pertenencias.

Otra motivación es la búsqueda de la gloria, la alabanza de los hombres y la admiración y el amor de las mujeres. Al tiempo que suponen una ocasión de atraer las miradas; arrastran a un público numeroso, incluido el femenino, pero no en tribunas sino que tienen lugar en lugares abiertos y lo más que pueden hacer las damas es seguirlos desde lo alto de los torreones. Los torneos poseen una función lúdica pese a que hay un irresistible deseo de enfrentarse, de superarse, de vencer etc.

Dentro de los torneos cabría distinguir entre las justas, en las que el enfrentamientos se lleva a cabo en lugares cerrados, donde hay una barrera que separa a los dos contendientes. En éstas sólo se combate con la lanza y consisten en enfrentarse en uno o varios combates singulares sucesivos. Y por último, los hechos de armas, combates singulares organizados entre dos campeones o dos bandos de campeones. En "Ivanhoe" nos encontramos con el bando de Brian de Bois –Guilbert y el del caballero Desheredado

Por otro lado podemos encontrarnos otro motivo para el torneo y es que se busque solventar disputas legales en las cuales, según se creía, Dios era el juez y daría la razón a aquél que permaneciera con vida tras el combate. Llegando al final de la novela vemos cómo Rebeca de York es acusada de brujería y condenada a morir en la hoguera. Sin embargo, ella solicita que sea por medio de un combate por el que se decida su suerte: Dicho combate enfrentará a Wilfred de Ivanhoe, que defenderá la inocencia de Rebeca, frente a Brian de Bois-Guilbert, quien actuará en representación de la parte acusadora. La mayoría de los juicios contra mujeres se llevaban a cabo bajo la acusación de brujería. Pero en este caso, en el que el personaje es una judía, la acusación toma un cariz distinto ya que, los judíos eran tachados de adoradores del diablo y practicantes de brujería.

A la hora de analizar los personajes que aparecen en "Ivanhoe", y dado que ésta no es una novela meramente histórica al estilo de "El Talismán", donde Scott hizo desfilar a todos lo monarcas y príncipes europeos y del Islam, los distribuiremos por clases sociales y dentro de ellas analizaremos los más representativos. Y es que en Ivanhoe, aparecen representantes de todos los estratos sociales ingleses del siglo XII. Y esta convivencia dará origen a un solo pueblo con una única personalidad y una sola lengua. Así, comenzaremos analizando al pueblo sajón y sus máximos exponentes en la obra para, posteriormente, centrarnos en los personajes más representativos de la nobleza normanda, y por último los judíos.

Como vemos en la novela, los sajones se ven obligados a dar cobijo y protección en cierta medida a los caballeros normandos que así lo solicitasen pese al odio que pudiera existir entre ambos pueblos. Así vemos como reacciona Cedric cuando le anuncian la llegada del prior Aymer acompañado de varios caballeros normandos. Pero pese a estar sometidos a los normandos, apreciamos cómo Cedric, máximo exponente de los sajones en la novela, mantiene sus posesiones como, por ejemplo, su casa en Rotherwood. Es una especie de palacio en el que goza de todas las comodidades posibles e incluso sirvientes: es el caso de Wamba, el bufón y Gurth, el porquerizo entre otros. Scott hace también su propia distinción dentro de la sociedad sajona y de este modo podemos contemplar las distintas jerarquías.

Quiero llamar la atención sobre el personaje de Wilfred de Ivanhoe en especial por lo siguiente. Pese a que su apellido da título a la obra no es uno de los personajes más importantes de la misma. Aparece en el torneo de Ashby bajo la forma del caballero Desheredado y a partir de ahí, se pasa gran parte de la novela postrado en cama debido a las heridas sufridas en el torneo. La figura del héroe es la de un personaje pasivo, sin arrojo como héroes de otras novelas de otros autores como el Willian Wallace de la escritora escocesa Jane Porter. En la introducción de "Ivanhoe" Scott explica el origen de la palabra señalando que procede de una antigua rima. En ella aparecen los nombres de tres señoríos perdidos por el conocido Hampden, por golpear a Eduardo, príncipe de Gales y apodado el príncipe Negro por el color de su armadura, con su raqueta cuando discutían acerca de tenis.

Tring, Wing e Ivanhoe,
Por un golpe Hampden perdió ...


Scott era muy aficionado a titular sus novelas con una sola palabra con el fin de que el lector se sintiese intrigado por su contenido y así se decidiera a leerla. Obras, entre otras, como "Waverley", "Woodstock", "Kenilworth" o "Redgaunlet".

"Ivanhoe" marchó a la cruzada en contra de la voluntad de Cedric, y sin embargo posteriormente le perdona dicha acción. Este ejemplo de rebeldía no es más que un fiel reflejo de lo que Juan y Ricardo hicieron con su padre Enrique II al alzarse contra él. Para concluir el personaje de Wilfred de Ivanhoe, diremos que representa el papel del héroe característico de las obras de Scott. Y como tal, se encuentra entre los dos bandos. Por un lado su origen sajón, y por otro, su lealtad a un normando como es Ricardo Plantagenet, posteriormente Ricardo de Inglaterra. Al final de la novela, Ivanhoe logra casarse con lady Rowena, quien tal vez no sea la heroína de la misma, si la comparamos con otras de la novelas de Scott como Flora McIvor, Diana Vernon, o Edith Plantagenet entre otras. Dicha unión se considera como la unión simbólica de la caballerosidad normanda y la raza sajona.

Pese a que el personaje de Rowena representa a la heroína de las novelas de Scott en este caso comparte ese calificativo con Rebeca de York, la judía. Según Scott, Rowena desciende de Alfred, el Grande. Y como tal descendiente debe casarse con un príncipe de origen sajón, Athelstane de Coningsburgh, en un intento por mantener la raza sajona viva. Sin embargo, al final de la novela se casará con Ivanhoe, el héroe de la novela, pues así lo requiere la trama. Y es que según la época, Ivanhoe no podía casarse con Rebeca por ser judía, pese a que muchos lectores lo hubieran querido.

El personaje de Ricardo es complejo y a la vez contradictorio. En un principio lo vemos participando en las lizas de Ashby junto a los sajones y al propio Ivanhoe pero de una manera tan poco activa que el público lo termina apodando “Negro Holgazán”. Solamente entra en liza cuando ve que Ivanhoe corre peligro. Hay que insistir en el hecho de que Ricardo se marchó de Inglaterra a su cruzada dejando el país completamente arruinado. Posteriormente, Scott lo hace volver a su propio país como si fuera un caballero errante en busca de aventuras, y convive en el bosque de Sherwood con los proscritos de Robin Hood. Lo más importante del personaje de Ricardo es que representa la unidad nacional. Así lo proclama él mismo cuando revela su identidad a todos los presentes en el castillo de Cedric, quien por otra parte se muestra molesto al saberlo pues ve en Ricardo a un normando. Sus temores quedan solventados en el momento en el que el propio Ricardo se autoproclama como Ricardo de Inglaterra.

Uno de los personajes que no podía faltar en esta novela era el de Locksley, más conocido como Robin Hood, y que forma parte del folclore y las leyendas de Inglaterra. Sus hazañas eran cantadas en torno a los siglos XII y XV con lo que se encontraría dentro del marco histórico en el que lo incluye Scott. Su imagen de forajido que robaba a los ricos para dárselo a los pobres, o que vivía con su banda en el bosque de Sherwood, aparecen relatadas en el libro Original "Chronicle Of Scotland" escrita en el año 1420 por Andrew de Wyntoun y sus hazañas pasan a formar parte del acervo literario popular inglés al menos en una treintena de baladas. Muchos han sido los escritores que lo han empleado en su obras como Thierry en "The Norman Conquest", o como en el caso que nos atañe, "Ivanhoe". En cuanto al período en el que vivió algunos estudiosos lo colocan en el reinado de Eduardo II, o en el del propio Ricardo, enfrentado, como vemos en la novela, a Juan. Si la figura del arquero existió o no, forma parte de la leyenda y el mito. En cualquier caso la figura de Robin Hood ha sido y será el prototipo de héroe que luchaba contra la injusticia.

La figura o personaje más representativo de la nobleza normanda sería Juan, hermano de Ricardo. Scott comete un error importante, pues le otorga el título de príncipe cuando en realidad Juan era lord de Irlanda. En "Ivanhoe" nos lo encontramos como monarca de Inglaterra ante la ausencia de su hermano, preso en Alemania. Hay que decir que Ricardo no quería bajo ningún concepto que su hermano accediera al trono, pues sabía de su ambición, por ello había nombrado a Walter Longchamp, su canciller, como regente. Sin embargo, este personaje no aparece en "Ivanhoe", y no lo hace porque en los años en los que se desarrolla la novela, Juan era el único que gobernaba apoyado por la nobleza normanda. Aprovechando la mala reputación que tenía Longchamp por parte de la nobleza, Juan partió desde Irlanda, donde gobernaba con bastante poco acierto pues la nobleza se había sublevado, hasta Inglaterra para rodearse de la gente adecuada que le apoyara para subir al trono. Su explicación era lógica: estando ausente Ricardo, él como hermano tenía el deber y la obligación de reinar en su lugar. A esto contribuía el hecho de que el heredero legítimo de Ricardo, Arturo, hijo de Godofredo Plantagenet, tercer hermano de Juan y Ricardo, contaba con tan sólo tres años.

Juan encaja a la perfección en el modelo de villano: usurpa el trono a su hermano ausente, se confabula con Felipe de Francia y Leopoldo de Austria para retener a Ricardo preso, concede posesiones y títulos a la nobleza normanda en detrimento del pueblo sajón, al cual exprime con sus impuestos, en un intento por impedir que se reúna el rescate de Ricardo.

Los personajes de Frente de Buey, Felipe de Malvoisin, Brian de Bois-Guilbert y Maurice De-Bracy. Sin lugar a dudas los tres caballeros normandos que aparecen en Ivanhoe son ficticios. Parece ser que estos nombres los encontró Scott en un manuscrito anglo-normando. Los dos templarios, Malvoisin y Bois-Guilbert, no respetan sus votos como tales caballeros que se supone que son, en especial Bois-Guilbert quien ansía casarse con Rebecca. Por su parte, Frente de Buey, intenta por todos los medios arrebatarle los ducados a Isaac y no duda en torturarlo en todo momento, si es necesario sobre las brasas. El otro caballero, Maurice de Bracy, desea casarse con Rowena, aunque más que la persona, lo que persigue es su fortuna. Merece la pena centrar nuestra atención sobre estos personajes puesto que Scott pretendía realzar la imagen del caballero andante de la Edad Media, quienes ayudaban a todo aquel que se encontraba en peligro y así lo muestra en su personaje de Ricardo. Sin embargo, ese código de la caballerosidad es nulo en los normandos como ha quedado demostrado. Representa una vez más el papel de villanos. De igual modo que los templarios quienes juegan un papel destacado en la novela, puesto que son los encargados de celebrar el juicio por brujería contra Rebeca de York. Scott, por medio del Gran Maestre, nos da una relación detallada de las prácticas de esta orden, la cual era contraria a Ricardo, es por ello que tomaron partido a favor de Felipe de Francia en las disputas mantenidas por ambos monarcas. De manera que siguiendo el ejemplo de sus cofrades en Tierra Santa, los templarios se unieron a Juan para impedir que Ricardo regresase, pues ello significaría que tomaría medidas contra la orden. De hecho en "Ivanhoe" Ricardo les ofrece marcharse o quedarse. A lo que el Gran Maestre responde que prefieren marcharse, lo que significará el fin de los Templarios en Inglaterra.

Para concluir el análisis de los personajes debemos centrarnos en los judíos, que aparecen representados por Isaac de York y su hija Rebeca. Hemos visto cómo en la sociedad de la época habitaban sajones, normandos y además, judíos. El pueblo judío era un pueblo exiliado despojado de sus pertenencias, y a los cuales se les negaba la entrada en todas partes. Eran los que tenían el dinero, y por ello recibían el apelativo de “usureros”. El personaje de Isaac representa a un prestamista pero no por ello es un villano sino una víctima. Pero si Isaac es un prestamista es porque los cristianos no le han dejado ser otra cosa. En ocasiones es tratado peor que los animales. No tiene un lugar en la sociedad, pero la usura, que era una práctica prohibida para los cristianos, es lo que le permite vivir e incluso enriquecerse, hasta el punto de llegar a ser poderoso. El propio rey los protege y controla sus movimientos.

En "Ivanhoe" asistimos a ese trato de favor por parte del rey hacia Isaac cuando le hace sitio en la grada de Ashby apartando a los sajones, por ejemplo. Sin embargo, al comprobar que el judío no acepta el ofrecimiento que le hace el príncipe, éste lo trata con el desprecio que era habitual por aquel entonces y que ya hemos mencionado. Pese al trato recibido Isaac acepta porque según cuenta Scott, Juan estaba negociando con los judíos de York a cambio de ciertas joyas y terrenos en garantía, algo que parece poco probable dado el trato que recibían los judíos por parte de los normandos. Por otra parte Scott muestra el interés del príncipe por recaudar dinero. Los signos de desprecio hacia los judíos son constantes a lo largo de la novela. Así, al comienzo de la misma, cuando Isaac llega a Rotherwood, la casa de Cedric, buscando alojamiento, los allí presentes ni siquiera le ceden un asiento. Quien mejor puede expresar ese sentimiento que el templario Bois Guilbert cuando califica a Isaac de “perro judío”.

Pero este trato no sólo proviene de los normandos si no también de los propios sajones, como sucede con Robin Hood quien no duda en insultar a Isaac llamándolo “gusano”. Aún así saben que dependen de él y de su dinero. Por otro lado Isaac sabe que sus zequíes y sus ducados son un arma demasiado poderosa para los nobles.

En definitiva "Ivanhoe" es una muy buena novela de aventuras históricas, aunque con bastantes irregularidades. Scott planificó escribir una novela de corte medieval y lo consiguió sacrificando el rigor histórico que queda patente en otras de sus novelas. Pudo ser porque no tenía un conocimiento acertado de Inglaterra, o simplemente por que quiso escribirla como lo hizo sin prestar demasiada atención a la trama histórica; y es que como señalaba Alejandro Dumas “la novela tiene derecho a violar a la Historia con tal de que los bastardos engendrados sobrevivan”. Esto podríamos aplicarlos a la novela "Ivanhoe" sin ningún tipo de dudas.   

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