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Existió Otra Humanidad
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por Mª Ángeles Guuiberteau
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Desde hace tiempo el hombre se ha preguntado si existen otros seres inteligentes en el universo, si es posible que haya vida en otros planetas. Sin embargo hay una pregunta mucho más importante, y es si nosotros somos la única humanidad que ha habitado el planeta, en todos los millones de años que tiene de antigüedad.
A estas dos enigmáticas cuestiones se les intenta dar una posible respuesta en esta gran obra de J. J. Benítez, y que pudo terminar después de realizar varios viajes a Perú.
En esta ocasión el lector se trasladará hasta el país de los Incas, donde el autor llevó a cabo una serie de entrevistas con un médico de Ica, que el escritor conoció estando allí como enviado especial del periódico en el que trabajaba.
El lector seguirá sin ninguna dificultad el contenido de este trabajo, que el periodista separa en varios apartados. Primero le relatará el increíble hallazgo que tuvo lugar en el desierto de Ocucaje y cuyo descubridor fue el doctor Javier Cabrera. Se trata de unas piedras que tienen grabados unos dibujos y símbolos que, según dice el Iqueño, cree haber descifrado su significado después de estudiarlas durante varios años. Después podrá leer el posible significado de algunas de las imágenes que la biblioteca lítica tal vez revelan, como que antes del primer hombre, el australopithecus, pudo haber otra raza que fue quizás la que nos dejó estas ideografías como señal de su existencia y paso por la esfera azul.
Pero según Javier lo más impactante es que a través del descifrado de ciertas "ilustraciones" ellos podrían haber sido los primeros en realizar viajes espaciales y en descubrir la existencia de vida en otros planetas de nuestra galaxia. Además de estas importantes posibles revelaciones también podrían habernos dejado como herencia en los grabados todos los conocimientos que tenían de medicina, astronomía, aeronáutica, biología, zoología... etc.
En otro "tomo" de la biblioteca de piedra el sanitario, tras meditarlo, cree que pudieron ocurrir ciertos acontecimientos astronómicos durante la existencia de esta civilización y que, como todos los astrónomos saben, se pueden volver a producir con intervalos de periodicidad. Llegando a esta conclusión éste decide enviar carta a los centros astronómicos de varios países solicitando que le remitan la respuesta sobre la posibilidad de que esos hechos se pudiesen repetir, después de siglos, en el futuro. La contestación a dichas cartas no podría ser más emocionantes.
Casi al final de la obra leerá una entrevista que el escritor hizo a un arqueólogo oficial de Perú para conocer su opinión sobre el asunto. El contenido vertido en sus respuestas no podrían hacer más interesante y polémico el hallazgo de Ica.
Comprobará que las entrevistas que realizó el periodista difieren en la extensión de la misma dependiendo de la persona a la que se la hace, porque varían también el tiempo de duración de las mismas, llegando algunas a durar hasta altas horas de la mañana y en el domicilio de alguno de los protagonistas.
Como broche final a este trabajo el autor le dará a conocer las conclusiones a las que ha llegado después de tantas horas, entrevistas y esfuerzos empleados en el país andino; además encontrará fotografías de algunas de las piedras con una breve exposición de su hipotético significado.
Para finalizar un breve apunte: este reportaje gráfico que realizó el investigador, en mi opinión, sólo quiere dar a conocer un descubrimiento que de ser cierto, tendría una gran importancia y trascendencia para todos, porque seríamos los herederos de unos conocimientos y hechos sin igual.
Atrévase a desafiar a la razón con este libro.
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