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Jose Gregorio Gonzalez
 por David Yagüe

portada Gonzalez
En enigmas del cristianismo, usted afirma que el santo grial, una de las cuestiones más populares al estar ligado a la Última cena y a la pasión de jesús, es uno de los misterios más populares y además el que quizá más interés ha despertado a lo largo de la historia. arturo y sus míticos caballeros, reyes y emperadores en la edad media, la iglesia, los nazis¥ ¿por qué esa obsesión por conseguir un objeto de carácter espiritual?
Se trata sin duda de uno de los “enigmas del cristianismo” más populares y que, como en el caso de otros, parece parcialmente exportado de otras tradiciones religiosas. De hecho, la alegoría de un recipiente que proporciona alimentos sin fin, sana las heridas o proporciona vida eterna se encuentra presente en culturas como la celta. Lo interesante del asunto es que el Grial tiene, además de la lectura física y todo lo que implica poseer un objeto de poder, una dimensión espiritual que conecta con las ideas alquímicas y los procesos iniciáticos. Lograr el Grial es sublimar la materia y alcanzar la iluminación.


El santo grial puede ser una copa, vaso o bandeja, pero ¿a qué se refieren las teorías que se refieren a un grial no físico?
Básicamente a lo que decía antes. El Grial no físico es un estado espiritual, la culminación de un camino iniciático en el que el buscador deber superar diversas pruebas que lo enfrentan a sus miedos y a trascender lo mundano. De hecho algunos expertos conectan el concepto del grial con la alquimia y el sexo, exponiendo que éste se alcanza mediante la transmutación de las energías y la fusión de las dos mitades y complementos que son lo masculino y lo femenino. Otra hipótesis propone que el Grial es un linaje real, nada menos que la descendencia física de Jesús de Nazaret y María Magdalena, tema que ha dado mucho que hablar a raíz del Código da Vinci.


Otro símbolo incuestionable de estas fechas y del propio cristianismo, es sin duda la cruz en la que fue crucificado jesús. sin embargo, en su libro afirma que son las reliquias del santo madero ¿por qué? ¿se sabe qué pudo ocurrir realmente con la cruz?
El tema de la Santa Cruz o Santo Madero, al igual que el de otras muchas reliquias, es muy completo y delicado. La inmensa mayoría de estos objetos son falsificaciones y los que puedan ser auténticos, en mi opinión, no tienen más poder que el simbólico y emocional. En absoluto son mágicos ni poseen poderes especiales. Cuentan los textos cristianos que junto a otros objetos sagrados el Santo Madero fue desenterrado por Santa Elena, la madre del Emperador Constantino. En el Vaticano se conserva un fragmento, pero lo cierto es que los hay a millares por todo el punto, desde pequeñas astillas a pedazos de hasta un metro, tantos como para llenar un buen bosque. Para colmo, son de diferentes especies arbóreas y de edades que no suelen sobrepasar los 800 o 1000 años, época en la que florece el mercado de estas reliquias. Si usamos el sentido común y pensamos que Jesús cargó con un sólo madero, pues el vertical le esperaba en el Gólgota, y que otros serían crucificados tras él, es lógico pensar que no se conservara.


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La santa lanza, con la que un centurión romano remató a jesús, es otra de las historias fascinantes de enigmas del cristianismo. hay cuatro reliquias que afirman ser dicho objeto. según las pruebas que maneja en su obra ¿cuál de ellas tiene más posibilidades de ser la verdadera lanza?
Como explico en el libro, la más famosa de las santas lanzas se conserva en el Vaticano, pero no parece que necesariamente tenga que ser la auténtica. Otra está en París, llevada por San Luis tras su cruzada y una tercera está en Cracovia, Polonia, siendo tan solo una copia de la más interesante de todas, la que se expone actualmente en el museo del palacio Hofburg, en Viena, en la también llamada Casa del Tesoro. Está claro que tampoco podemos saber sí es o no la lanza del centurión. Más bien parece un puñal prehistórico al que se le han hecho añadidos posteriores, como un clavo, pero resulta ciertamente fascinante la historia de poder que ha ido asociada a la misma. La poseyeron como auténtico talismán personajes como Constantino el Grande, Carlomagno, Federico Barbarroja y Hitler, que creyeron firmemente en su efecto “protector”. Sí mañana la robaran de la Casa del Tesoro, reconozco que para mi sería un indicio inquietante, no por su poder, en el que no creo, sino por el efecto subjetivo que podría tener en quienes la hurtaran.






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