| ¿Que significa para un autor que empieza tener esa primera novela publicada? Emoción. Emoción sin duda alguna, en toda su magnitud, fuerza y pasión. Y cierta satisfacción también por todo lo pasado, por la lucha, el esfuerzo, la testarudez y las ilusiones invertidas en conseguir dar este paso en concreto.
Hablamos de una primera novela editada pero no es la única obra que tienes terminada, ¿cierto? (Risas). No, la verdad es que no. Llevo escribiendo con pretensiones profesionales desde que tenía dieciocho o diecinueve años. Bueno, en realidad comencé mi primera novela con trece años. Afortunadamente para todos, no llegué a culminarla. (Risas de nuevo). Así que he tenido bastante tiempo para desarrollar algunas de las ideas que me rondaban por la cabeza. Además de DIARIO DE UN CAZADOR. LINAJE cuento con cinco obras más completadas. En este momento estoy en "barbecho", como a mí me gusta definirlo, pero ya he empezado a trabajar en el que será mi séptimo libro.
Son, entiendo, novelas de un corte diferente unas de otras... Completamente. Siempre he defendido la idea de que un autor debe escribir sobre aquello que le apetece. Quizá resulte un poco utópico, pero considero que es esencial, en realidad. Escribir forzado no tendría sentido. Dejaría de poseer esa parte artística y se convertiría en un ejercicio meramente profesional. Algo frío, aséptico... La creatividad no entiende de temáticas, por ello siempre es bueno dejarnos guiar por la idea, pertenezca al género que pertenezca. Es la única manera de escribir con el corazón. Del mismo modo, siempre he pensado que, como lectores, no solemos quedarnos en un único género. Al menos la mayoría (risas). Por ello, si como lector me gustan diferentes temáticas, ¿por qué quedarme estancado a la hora de escribir en una sola? Aunque es cierto que me considero un autor más apegado a la narrativa contemporánea. Paradójicamente, el libro que Aladena ha editado en primer lugar es el resultado de mi primera incursión en la ciencia-ficción. Cosas que pasan.
¿Por qué empiezas tu andadura publicando diario de un cazador. linaje y no una de las otras? Pues como te comentaba, son cosas que pasan. En un principio, iba a ser otra la obra elegida para romper el hielo, por así decir, pero finalmente, se decidió que ese honor le perteneciera a DIARIO DE UN CAZADOR. LINAJE. En realidad, no tiene demasiada importancia. Como autor, creo en todo lo que escribo. En caso contrario, no sería digno de la suerte que ha supuesto encontrar una editorial que confiara en mí. Estaría basando todo el trabajo y el cariño que he puesto en mis libros en una mentira. Y eso, además de no tener demasiado sentido, terminaría por dejarse notar en las obras. Así que soy el primero que cree en cada frase de cada página. Eso es lo que me ayudó durante mi larga singladura en busca de editorial a no tirar la toalla. A fin de cuentas, cada una de las novelas son parte de mí, mis retoños, los resultados de mis esfuerzos de "parto creativo". ¿Cómo no los voy a amar? ¿Cómo no voy a creer en ellos? Y lo más importante, ¿cómo no voy a desear compartirlos con los lectores? Entregárselos. Cualquiera de ellos es, por tanto, un digno heraldo. El resto no me corresponde a mí juzgarlo.
Por lo que me cuentas, no eres autor de un sólo género, ni debemos encuadrarte dentro de lo que a literatura de ciencia-ficción se refiere. No, en realidad no. Me defino esencialmente como un escritor de narrativa contemporánea con tintes humanistas. (Risas) Suena extremadamente rimbombante, pero viene a querer decir que me gusta escribir sobre temas de actualidad que entrañan diferentes puntos de vista que pueden hacer que nos planteemos algunas cosas que dábamos por sentadas. Confieso que es muy divertido ponerse en el lugar de personas con planteamientos opuestos a los que tiene uno en su vida cotidiana. Ayuda a aprender, a crecer, a comprender y a ser tolerante con las ideas de los demás, por mucho que difieran de las nuestras.
Centrémonos en diario de un cazador. linaje. ¿qué destacarías de esta obra? Para mí, DIARIO DE UN CAZADOR. LINAJE representó un reto. Entrar en un mundo que, por aquél entonces, me atraía pero que, literariamente hablando, no estaba seguro de poder dominar. Ten en cuenta que era el libro 3/2. (Risas). Me explico. DIARIO DE UN CAZADOR. LINAJE surgió tras mis dos primeras novelas, que entraban de pleno en la narrativa contemporánea de la que antes te hablaba. Era joven y me encontraba atrapado en un maremagnum de emociones y una desazón creciente por intentar encontrar un medio de mejorar el mundo en que vivía. Sin afán de ser pretencioso, la única manera que se me ocurrió para hacerlo fue a través de la experiencia literaria. Ayudar a fomentar ciertos valores que considero fundamentales a través de personajes absolutamente dispares me sirvió, sin pretenderlo, de terapia personal. Con el tiempo uno va creciendo y observando que las cosas no son del todo blancas o negras, y que el mundo está repleto de matices grises. Y es cuando te percatas de que puedes, además, divertirte escribiendo. No todo tiene que ser serio y trascendente. Así que me lancé a escribir una novela épica. (Risas de nuevo). Te puedo asegurar que supuso un cambio drástico en comparación con lo que había hecho hasta el momento. En mitad de todo esto... (sonríe) mi cerebro no deja de trabajar, ¿sabes? En mitad de todo esto, surgió parte de uno de los diarios que componen el libro. Cuando lo terminé, me di cuenta de que no podía dejarlo así. Era como si hubiera reunido unas cuántas piezas de un puzzle, pero me hubieran desaparecido las demás y no pudiera terminarlo. De esa manera, quedaba inconcluso. Faltaba algo. Y yo odio las cosas inconclusas, así que dejé a un lado la espada, la brujería y la épica, y me centré en dar forma al entorno que rodearía aquél diario. Y bueno... al final, salió DIARIO DE UN CAZADOR. LINAJE.
Juegas mucho con las emociones, y curiosamente, para ser una obra de vampiros, no tanto con el terror. ¿es premeditado? La verdad es que no. Siempre escribo desde la emoción... desde el corazón. Si hay algo que todos tenemos en común, es que sentimos emociones. Pueden estar motivadas por muy diversas circunstancias, pero todos las tenemos. Desde la persona más malévola, hasta el más santo entre los santos. En sí, no es el vampiro lo más aterrador del libro, sino cómo debe cambiar la protagonista para enfrentarse a ellos. Eso sí da miedo de verdad. (Risas). Y es un símil de cómo debemos cambiar nosotros en nuestra vida para afrontar ciertas cuestiones. A veces hay que enfrentarse a vecinos desagradables, ambientes políticos hostiles, entornos laborales agresivos, violencia, enfermedades graves... todo lo que sucede a nuestro alrededor, en nuestra vida diaria, exige que tomemos decisiones y soluciones para atajar conflictos. Eso hace que tengamos que cambiar pequeñas partes de nosotros mismos mientras intentamos no perder el honor, el orgullo, la decencia y todo lo que es bueno en nosotros durante el proceso. Precisamente, lo que le ocurre a la protagonista, sólo que a otros niveles. Ella, al contrario que la mayoría de personas reales que viven en países desarrollados, no puede dar la vuelta y decir: "no me apetece cambiar para afrontar esto, así que lo hago a un lado, tomo otro rumbo y sigo con mi vida". No, ella se ve forzada. No tiene salida. Y ahí es donde se encuentra el punto de inflexión. El cambio al que se ve forzada, le guste o no, para poder continuar adelante. Es lo bueno que tiene la ficción. Puedes reflejar situaciones reales camuflándolas en contextos que nunca se podrían producir de verdad, pero que tienen efectos similares en los seres humanos. Podría haber contado esta historia desde el punto de vista de un "niño de la guerra", por ejemplo, pero al tratarse de algo real habría resultado mucho más desagradable. Creo que yo me habría llevado un mal rato escribiéndolo y, con toda probabilidad, el lector también al leerlo. Y, desde luego, no habría sido entretenido. En cambio, haces unos cuántos cambios, y "voilá", una historia de vampiros al canto. No se hieren sensibilidades, y además puedes pasarlo bien. Esa es la diferencia. A veces, es bueno escapar de la realidad, aunque sólo sea a través de un libro.
Leer tu novela es adentrarse en una parte diferente del género de vampiros. ¿como diluyes la historia para que algo tan trillado resulte novedoso? Bueno, cuando escribí el diario original, que está contenido dentro del argumento del libro, lo hice sin demasiadas pretensiones. Simplemente, porque me apetecía hacerlo. Quizá para que lo leyeran los amigos y poco más. Pero releyéndolo pasado un tiempo, me di cuenta de que resultaba interesante y que quería completarlo de alguna manera. Había leído DRÁCULA y el primer libro de las CRÓNICAS VAMPÍRICAS de Anne Rice, en el que se basó la película "Entrevista con el Vampiro". Hasta ahí mis conocimientos sobre vampiros. (Risas). Así que si uno era la trascripción de las cartas de los protagonistas y el otro, una entrevista, el mío sería una recopilación de diarios. (Risas de nuevo). Era mi respuesta, un tanto contestataria, a que eligieran como protagonistas de sus obras a los vampiros. Yo haría justo lo contrario. Convertiría al cazador en el verdadero protagonista y pondría al vampiro en el lugar de villano romántico que siempre había ocupado en mi mente. Y no quiere decir que estos seres carezcan de complejidad, que la tienen y mucha, sino que quería explorar otras perspectivas. En este caso, el punto de vista humano al encontrarse frente por frente con algo que le resulta tan ajeno y lejano como un ser inmortal, que es una incógnita en sí mismo. Pensé que las reacciones, los sentimientos... las vivencias podrían resultar excitantes y entretenidas. Creo que, en realidad, eso es lo que hace que el libro no sea el clásico libro de vampiros. Está escrito por un autor que no suele dedicarse a ese género y, además, desarrollado como cualquier historia más realista. Como te decía antes, si cambiáramos un poco el entorno y las circunstancias de los personajes, podríamos obtener cualquier drama humano que, desgraciadamente, tiene lugar en nuestro mundo a día de hoy.
"Intento no dejarme llevar demasiado por las críticas, sean estas buenas o malas. A fin de cuentas, cada lector tendrá la suya propia, que es realmente lo que busca un autor" |
Que la obra no sea similar a lo que otros autores escriben te expone a críticas no favorables de los seguidores del género. ¿lo habías pensado? Lo cierto es que no. Intento no dejarme llevar demasiado por las críticas, sean estas buenas o malas. A fin de cuentas, cada lector tendrá la suya propia, que es realmente lo que busca un autor, además de ser leído, claro está. Quizá no sea el libro de vampiros que un aficionado esperaría, lo que también lo hace interesante, creo yo, pero es el libro de vampiros que una persona que no lee libros de vampiros leerá. El simple hecho de acercar a personas que normalmente no lo habrían hecho a este género, ya me parece satisfacción suficiente. Pero lo que siempre busco cuando escribo un libro es que tenga un mínimo de calidad narrativa. Es uno de mis deberes contraídos, como autor, hacia los lectores. Y creo que se puede construir sobre cualquier clase de historia siempre que se haga con mimo, cariño, respeto y poniendo toda la carne en el asador para que la calidad del texto sea la adecuada. Espero haberlo conseguido con DIARIO DE UN CAZADOR. LINAJE.
¿Por qué tanto sufrimiento en diario de un cazador. linaje? Tengo una frase con "copyright" que dice que todos entendemos la felicidad de muy diversas maneras, pero si hay algo común a todos las personas del planeta, ese es el sufrimiento. El sufrimiento marca nuestras vidas desde el nacimiento. De hecho, nacemos sufriendo. Y nos acompaña hasta el final del camino. Gracias a él nos forjamos, nos hacemos más conscientes de muchos elementos de nuestra realidad: la pérdida, el sentimiento de sabernos finitos, la importancia de la salud, los momentos pasados que no volverán a repetirse, etc. La vida conlleva sufrimiento y quien diga lo contrario, miente como un bellaco. Tampoco es que sea defensor de la negatividad absoluta. Hay mucha belleza y felicidad en la vida. Pero el hecho de que exista luz, no quiere decir que no haya oscuridad. El sufrimiento es la catarsis definitiva, ayuda a forzar la metamorfosis de una manera más rápida y eficaz. Es el crisol en que se forjarán las personalidades férreas de los actores de la historia. Por eso, era idóneo como elemento común a todos los protagonistas del libro. Incluso los inmortales vampiros sufren en silencio en DIARIO DE UN CAZADOR. LINAJE.
Y hablando del título... ¿cómo se te ocurrió la idea de que hubiese tantos "documentos" en la trama? Partí de ese diario central del que procede todo, que es el extracto del libro de tío Arthur. Como quería que todo se contara a través de diarios, tuve que comenzar varios escritos más que girarán en torno al arco argumental central. En realidad, sucedió de manera bastante natural. Siempre digo que hay un momento en que el libro toma el control y se escribe él solo. Yo me limité a poner las manos, la cabeza y el corazón. El resto, fluyó por sí mismo. Imagino que el hecho de que me gusten las historias contadas desde el punto de vista de diferentes personajes, tuvo algo que ver en todo ello.
¿Qué sensación te da el camino por el que ha empezado a discurrir tu obra? Por ahora no tengo impresiones al respecto. Hace menos de un mes que el libro está en la calle y no conozco todas las opiniones vertidas sobre él. Sí tengo que confesar que he curioseado algo por Internet y me ha sorprendido la buena acogida que parece estar teniendo. Pero eso no hace más que acrecentar la sensación de que está en el punto de mira. Cuanta mayor sea la expectativa generada, más pavor ante la idea que pueda decepcionar después. Es parte de nuestra naturaleza artística. Cuando creamos, nos encontramos en un momento pleno. La obra es el resultado de mucho esfuerzo y cariño. Entregarla a los lectores es como entregar un pedacito de nuestra alma. Y eso siempre asusta un poco.
¿Qué le dirías a la gente que empieza y que se da de bruces una y otra vez con el complicado mundo editorial? Precisamente, a ellos está especialmente dedicado el libro. Quise tener un detalle cómplice con mis compañeros -no importa que editen o no, siempre serán compañeros- noveles en la dedicatoria. No soy nadie para dar consejos, pero si les puede servir de ayuda, les diría desde mi experiencia que ante todo lean, como poco, el triple de lo que escriben. Que se dejen llevar por la vorágine creativa y que después repasen el estilo, la ortografía, los pequeños detalles. Es decir, trabajo, trabajo y más trabajo. Cuando comiencen un libro, que se obliguen a escribir todos los días. A veces estarán inspirados y obtendrán quince páginas al día y otras no, y sólo serán capaces de sacar un par en claro. Y, sobre todo, que perseveren. Que analicen su obra y, si creen que tienen posibilidades, que no dejen que nadie les juzgue. Que mantengan su fe en su trabajo y continúen adelante. Si les acompaña un poco de suerte, que siempre es un factor a tener en cuenta, antes o después verán recompensados sus esfuerzos.
¿Qué otros proyectos tienes ya en marcha? Por el momento, sigo descansando. Siempre que termino un libro, me gusta tomarme un tiempo de descanso que, normalmente, empleo en leer. Cuando escribo, siempre detengo cualquier clase de lectura, para evitar contagiarme del estilo de otro autor. Y finalicé mi sexta novela el verano pasado. Así que creo que me lo tengo merecido. (Risas). Escribir es un trabajo es sí mismo y yo, como muchos otros autores, tengo que compatibilizarlo con un trabajo como redactor en un estudio de diseño y publicidad, así que no dispongo de excesivo tiempo libre. Pero tengo bastantes ideas esperando que les dé salida en un momento u otro. Probablemente continúe con alguno de los proyectos que ya he comenzado y lo convierta en mi séptima novela.
¿Habrá nuevos libros de iván pronto en el mercado? Pues sí, lo cierto es que sí. Si Aladena no se arrepiente (risas) y las cosas siguen marchando bien, aparecerán dos novelas mías más a lo largo del año 2009. La primera y segunda novelas que escribí, cronológicamente hablando. Estas sí se encuentran englobadas dentro del género que me es más propio y estoy seguro de que la editorial hará un gran trabajo con ellas. Estoy muy contento de la relación que tengo con el personal de la editorial, una suerte añadida más, y del resultado final -en lo que a edición se refiere- de DIARIO DE UN CAZADOR. LINAJE. Es bueno encontrarse con personas con ideas innovadores, jóvenes y profesionales que ponen cuidado y esmero en su trabajo. Creo que saben lo que representa una obra para un autor y para un lector, y son conocedores de que sus esfuerzos resultan esenciales para que todo llegue a buen puerto. En realidad, se trata de un trabajo de equipo. Y yo estoy entusiasmado con el resultado. Así que tengo fe en que tratarán con el mismo cariño mis dos siguientes novelas.
|
| |