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Una vez
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por David Yagüe
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Un niño judío en un orfanato católico. Un niño que reza a Dios, a Jesús, a la Vírgen María, al Papa y Adolph Hitler. Un niño que, a pesar de estar en un orfanato, sabe que sus padres están vivos. Un niño que con su desbordante imaginación inventa historias que, a veces, pretenden sustituir la realidad. Ese es Félix, el protagonista de UNA VEZ.
El escritor inglés Morris Gleitzman, cuya familia es originaria de Polonia, nos adentra en la tragedia del Holocausto a través de los ojos de un crío. Félix prestará sus ojos para visitar la Polonia de 1942 donde los nazis están limpiando las “malas hierbas” judías. Su estilo dulce, lleno de un humor muy especial, no restan dureza ni pueden eliminar la crudeza de las cosas que este niño judío va a vivir y ser testigo.
Con este punto de partida es inevitable pensar en EL NIÑO CON EL PIJAMA A RAYAS de John Boyne. Sin embargo, hay diferencias: Gleitzman no consigue el sorprendente punto de vista de Boyne y lo convierte en una historia más cercana a las víctimas, más cruda, más brutal, pero que como Boyne consigue dar un alo de ingenuidad infantil, de imaginación, de dulce humor.
UNA VEZ es una historia sencilla, cruda y real que nos transporta a uno de los momentos más deleznables de la historia. Pero en las páginas de UNA VEZ con el horror convive la esperanza, la fantasía, el amor o la amistad, lo que hará que el lector se emocione y sonría con las aventuras de Félix.
Un buen libro de fácil lectura que transmite un mensaje lleno de esperanza a pesar de todo, a pesar de cualquier circunstancia vivida. Que todo el mundo merece que le ocurra algo bueno en su vida. Al menos, UNA VEZ.
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