|
Un Trabajo Muy Sucio
|
por Francisco J. Vázquez
|
|
La vida nos expone a situaciones que los humanos no entendemos. Lamentablemente, ella va por libre y no nos pide permiso a la hora de actuar, así que sólo nos queda transigir y aceptar (nos guste o no) los designios que su caprichosa actuación nos tiene deparada. Que se lo digan sino a Charlie Asher, un hombre de lo más normal, dueño de un edificio en San Francisco y de una tienda de objetos de segunda mano. Tiene una existencia tranquila, sin sobresaltos. Su esposa, una mujer guapa e inteligente, lo ama apasionadamente simplemente por ser como es, nada fuera de lo común pero particular en muchos detalles. Podría decirse que Charlie es feliz dentro de su particular situación.
Pero las cosas no siempre son como queremos... La vida de los Asher va a cambiar de la noche a la mañana cuando nace su hija Sophie. La pequeña es un bebe esperado y querido, y ambos padres andan revolucionados por lo que el nacimiento de su hija va a suponer en sus vidas. Lo que ninguno de los dos espera es que, por algún extraño azar, Charlie empiece a sufrir extrañas alucinaciones desde que la pequeña está en este mundo.
El mismo día en el que los tres van a regresar a casa desde la clínica de maternidad, Charlie v a los pies de la cama de su esposa a un personaje, un siniestro hombre que se ve sorprendido ante la posibilidad del marido de verlo. Y es que lo normal es que nadie pueda hacerlo.
Es a raíz de ese suceso cuando la vida de los Asher cambia de manera radical y empiezan a suceder cosas raras a su alrededor. La gente cae muerta allá donde va Charlie, y aunque no tiene relación directa con éstas, no es difícil para él saber que él es el desencadenante de aquel fenómeno tan tétrico. Otro extraño fenómeno es el los enormes cuervos que, de la noche a la mañana, han empezado a hacerse visibles por su edificio, en el que se sienten como en casa. También, de vez en cuando y de forma estremecedora, escucha una voz en susurros de una presencia desconocida y desagradable.
Charlie no tardará en encajar todas las piezas de su desbaratada realidad y en comprender que, por algún extraño designio, ha sido elegido para hacerse cargo de una tarea desagradable: la de la Muerte. Es un trabajo indeseado, no elegido y descorazonador... pero alguien tiene que hacerlo. |
|