|
Las Cañadas De Achinech
|
por Mª Dolores Rodríguez
|
|
La novela, escrita en forma de ucronía, nos aproxima a esos hombres de Tenerife consumidos por la historia. Según el propio autor se trata de dar a conocer esa cultura desconocida para la mayoría. Miles de personas visitan cada año las Canarias pero pocas penetran en su pasado. Platón llegó a afirmar que se trataban de los restos del mítico continente desaparecido, la Atlántida.
Dos parejas de la Península acuden a Tenerife predispuestos a pasar unos días de vacaciones. Allá, como consecuencia de un accidente, los dos maridos se verán atrapados en el pasado. Penetrarán en una cultura enigmática y ya desaparecida, los guanches. Conocerán sus costumbres, sus leyes, su idioma, sus sentimientos... En una isla dividida en nueve menceyatos donde el Mencey de Taoro, Bencomo, tiene un poder predominante. Los europeos se las verán con los misioneros enviados por la Inquisición, y con Don Alonso Fernández de Lugo que encabezaba las tropas conquistadoras. Participarán en las victorias aborígenes y en su derrota final. En la novela queda patente el valor que emplearon los nativos en la defensa de su territorio. Como dijo Antonio de Viana en uno de sus poemas, y que se exponen en este libro: “Si un solo capitán los gobernase/ siendo como eran tan valientes/ fuera muy difícil la conquista”.
Esta novela histórica está escrita de forma ágil. Te atrapa desde las primeras páginas hasta la última. Sus personajes se te hacen próximos, y sufres con ellos en su caminar por los caminos de Tenerife y de su historia.
En definitiva, la recomiendo porque leyéndola me he fundido con algunos personajes, y he repudiado a otros. Me han despertado las ganas de visitar Tenerife para escuchar las voces de su pasado. Al tiempo que me ha hecho pasar agradables momentos con la lectura de esta quinta obra de este autor. |
|