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Equilibrios Cotidianos
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por Sara E Rodríguez
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Equilibrios Cotidianos es un libro de relatos breves de la escritora Lali Valls (Barcelona, 1964). A pesar de llevar más de diez años escribiendo, este es el primer libro de relatos donde recrea situaciones cotidianas que pasan desapercibidas para el común de los mortales, pero que concentran un poso poético y literario. Personajes, los que habitan este libro de relatos, que protagonizan historias personales, historias del momento. Relatos que nacen del recuerdo de un momento: "fantasías de ensueño, momentos de vuelo en la irrealidad de cada día". El amor, la vida, las soledades, la muerte, el dolor, son los temas centrales de Equilibrios cotidianos. Sus personajes, como funambulistas, caminan por el alambre intentando mantener el equilibrio y no precipitarse al vacío. Como dice el orientalista Ramiro Calle en su novela El Faquir, "más acertada o desacertadamente, todos somos funámbulos , equilibristas y faquires en este asombrosos fenómenos llamado VIDA." Pero vivir también implica ir muriendo. Y es la conciencia de la muerte lo que nos hace vivir más intensamente, aferrándonos a la vida, a pesar de todo. Los protagonistas de los cuentos de Lali Valls son antihéroes por el destino trágico de su existencia y a pesar de llevar, aparentemente, una vida monótona, sus historias son singulares. Recuerdos como los de los Juegos de la infancia: inocente el juego de cartas. Un basurero que acepta su sino (limpiar los rastrojos de la humanidad, enfrentarse a la porquería de los demás sin resentimiento), pero que por las noches cuida su tesoro más preciado: un cuaderno donde aguarda el destino de su dueño. Para Paqui la suciedad de las casas también "se acumula como el colesterol en las venas" y precisamente, es el hábitat idóneo para que se desarrollen los insectos que la poblarán y acabarán adueñándose de ella. Hay quienes se sienten presos, encarcelados en la soledad de una habitación y otros que "En uno de tantos viajes conquistan la libertad": coger el primer avión sin saber adónde te llevará. Y aunque la huida se presenta como la única vía de escape, se cae en la cuenta de que el pasado siempre nos acompaña y el azar, "la coincidencia es demasiado grande como para olvidarla".
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