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| Entre Limones
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| por Juan Carlos Eizaguirre
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Después de leer el libro de Chris Stewart titulado UN LORO EN EL LIMONAR, no he podido resistir la tentación de hacerme con el que ahora voy a reseñar. Se trata de la ópera prima de este escritor; autor, dicho sea de paso, de dos libros, pero si se empeña podrá convertirse en un buen profesional. Cualidades no le faltan.
Pero acercándonos a la obra que nos ocupa, he de decir que la naturalidad expositiva, el ritmo, la sencillez y el humor no fueron una casualidad de su segundo libro. El que ahora tenemos entre manos nos hace pensar que Chris Stewart posee unas cualidades literarias muy definidas; que sabe desenvolverse en un argumento complicado a las mil maravillas y, como decía en mi anterior reseña, las historias que nos narra captan nuestra atención por diversos motivos: unas veces por la sencillez expositiva, otras porque nos demuestra hasta que punto se ha enamorado y captado el alma hispana, y también quizá por la ternura que envuelve toda su narración. Ternura de las personas, pero también, ternura en los animales, la tierra, los paisajes...
En esta ocasión, como es lógico suponer, nuestro autor se limita a contarnos pormenorizadamente su llegada a España (primero solo) para comprar una casita en Las Alpujarra; después ir en busca de Ana, su esposa, y cruzar toda España en un vetusto Landrover con todas sus pertenencias.
Y así comienza la aventura; paso a paso se van haciendo con las mil y una dificultades, hasta granjearse la confianza, la amistad de sus vecinos, los cuales les reciben al principio un poco extrañados, pero se harán incondicionales de la pareja para las muchísimas reparaciones que el viejo cortijo El Valero necesita.
Les recomiendo vivamente que lean esta profunda y simpática obra de Stewart, porque pasaran uno deliciosos momentos viendo imperar la amistad, la honradez, la capacidad de sacrificio por los amigos... y todo con una sonrisa en los labios. Nuestro mundo no es así ahora, ¿no? |
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