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Entre Dos Aguas
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por Francisco J. Vázquez
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En la ciudad alemana de Francfort un hombre es asesinado. Marcelino Soto (que así se llama el difunto) es un inmigrante perteneciente a la comunidad española en la ciudad. Todos hablan de él en gran estima, y aparentemente nadie concibe cómo es posible que una persona a la que no se le conocen enemigos, a la que no se le conocen chanchullos, y del que jamás se ha hablado con despotismo o mala fe, haya acabado en el agua contaminada de un río a cuyo cauce se arrojó su cadáver después de consumado el crimen. Esa acción, más que un intento por ocultar el cuerpo, pareció por el contrario ratificar el desprecio que el asesino o asesinos sentían por el tal Marcelino.
Ante la magnitud del asunto, y puesto que la víctima pertenece a la comunidad española, se encargará oficialmente del caso la comisaria Cornelia Weber-Tejedor. La agente, de padre alemán y madre española, investigará la muerte del señor Soto desde la cercanía que le da su vinculación materna con éste país del sur de Europa. España está muy presente en la comunidad de ciudadanos en la que se adentrarán los recovecos investigativos; es allí donde encontrará muchos testimonios de penurias que distan mucho de alabar las mieles de un futuro mejor y más prometedor que muchos emprendieron antaño en el país germano y que, sin embargo, se vieron obligados a realizar en pos de un sueño de mejoría que en muchas ocasiones no se cumplió. ¿Podría estar relacionada la violente muerte de Marcelino Soto con alguna de las historias que Cornelio va desgranando a medida que se adentra en el asunto?
Por si las cosas no fuesen ya bastante enrevesadas a la comisaria también se le suman otras complicaciones. Por una parte la presión de su jefe hace que tenga que investigar otro caso casi en secreto; por otra, el hecho de ser medio española la hace implicarse más de lo éticamente permitido en la violenta defunción de Soto. Y si a eso le añadimos un equipo cuyas técnicas de investigación e implicación en el caso dejan mucho que desear, descubriremos que los vericuetos que ha de hacer esta policía singular son poco menos que los de una equilibrista sobre un alambre. ¿Conseguirá Cornelia, con todos estos problemas, salir airosa de los muchos frentes a los que se enfrenta día a día?
ENTRE DOS AGUAS es una obra fresca y sorprendente. No es una novela que podamos clasificar como policíaca pese a desarrollarse dentro de los cánones y normas del género. Sin embargo permite al lector adentrarse en los diferentes y nada sencillos caminos seguidos dentro de la trama e investigación criminal que ha ideado Rosa Ribas en esta aventura.
Ribas, autora de la novela EL PINTO DE FLANDES (de una temática y registro muy diferente a la que aquí nos muestra, lo que nos permite discernir la calidad literaria de esta escritora), nos presenta aquí a Cornelia, comisaria que se rebela como principal atractivo de una saga de obras en planificación que presume poder llegar a convertirse en todo un personaje de referencia. Escudada en una mezcla de raíces culturales y dentro de los entresijos de un sistema policial europeo, Cornelia Weber-Tejedor se erige como la futura dama del crimen. Quizá suene a especulativo pero, tras leer ENTRE DOS AGUAS, ¿alguien cree que Cornelia va a pasar sin pena ni gloria por nuestras vidas? Tiempo al tiempo… |
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