|
El gran arresto
|
por David Yagüe
|
|
El inspector jefe Roberts y el sargento detective Brant son dos agentes de la policía metropolitana duros, fascistoides, violentos, asiduos a incumplir las reglas y a desafiar a sus superiores. Dos ejemplos caóticos y desquiciados, como sus vidas personales, a mitad de camino entre los legendarios policías novelescos y los zorros viejos pegados al asfalto. Los primeros candidatos a ser licenciados en la nueva purga que desde las altas esferas se anuncia, buscando modernizar y mejorar la imagen del cuerpo. Roberts y Brant necesitan un “Gran Arresto” para salvarse y tienen dos oportunidades: un grupo de “justicieros” está ejecutando camellos y un psicópata está asesinando a los miembros de la selección nacional de críquet.
No voy a ocultar mi admiración por el escritor irlandés Ken Bruen (del que ya os he hablado en dos ocasiones de novelas suyas de la serie del detective Jack Taylor) y ahora celebro que otra editorial publique otra serie suya. Aunque diferente a las de Jack Taylor, este EL GRAN ARRESTO no defrauda. Aunque la novela gira alrededor de los policías Bruen la construye de forma coral dando voz a los criminales, a otros policías, y construye una historia patética, bestial pero que suena muy verosímil de los policías londinenses. Su estilo es negrísimo y brutal, alejado de cualquier convencionalismo y de lo políticamente correcto, Bruen nos aleja de las intrigas “limpias” donde todo acaba de la forma correcta y en su sitio. El humor y la amargura que desprenden sus páginas son muestra inequívoca de uno de los maestros del género negro europeo.
Poco más puedo decir. Si os gusta la gran novela negra, con mayúsculas, sólo os puedo recomendar encarecidamente que os peguéis al culo de los agentes Roberts y Brant y pateéis con ellos las calles del sureste de Londres en busca de EL GRAN ARRESTO.
|
|