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| El Códice Maya
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| por Enrique García
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"El Códice Maya" es una novela que nos habla de ambición, codicia, arrepentimiento, y supervivencia. El fanatismo por parte de un padre por poner a prueba a sus propios hijos lo lleva a ponerlos al borde de la muerte. Maxwell Broadbent quiere darles una lección. Para ganarse la herencia deberán soportar toda clase de condiciones infrahumanas en la selva de Honduras. En un principio observamos como los tres hijos de Maxwell han sido educados con todo tipo de lujos; sin que les faltara nada. Una vez leída la novela uno reflexiona sobre si la conducta del padre es la más apropiada, y si ha servido para algo el sufrimiento que les ha hecho pasar. El hecho de que quieras dar una lección a alguien, o que quieras ponerlo a prueba no da derecho a que lleguemos al extremo de poner en peligro su vida. Y eso es lo que ocurre en "El Códice Maya". Maxwell considera a sus hijos unos fracasados. Pero aquí el lector puede hacerse la misma pregunta que yo al avanzar en mi lectura. ¿Qué parte de culpa hay que atribuirle a Maxwell? ¿No ha sido él quien los ha malcriado sin dejarles si quiera tomar sus propias decisiones? ¿No ha sido él el culpable de que sus propios hijos lo odien?. En este sentido se manifiesta Tom cuando le confiesa a Sally su infancia y la de sus hermanos. Infancia que podría compararse con la disciplina a la que se sometían los antiguos espartanos. Con horarios programados, profesores de todas las clases, disciplina espartana, como ya he dicho, en el más puro sentido de la palabra.
En un principio los tres se muestran reacios a cumplir la última voluntad de su padre enfermo de cáncer. Parece como si Maxwell quisiera dejarles un buen sabor de boca con la prueba a la que va a someterlos. Pero tras unos momentos de duda cada uno de los hermanos decide iniciar su propio viaje a la selva de Honduras en compañía de otra persona. Es significativo el hecho de que los tres hermanos no quieran partir juntos, lo cual dice mucho de su trato. De este modo Philip se deja engañar por el mejor amigo de su padre, Hauser, ex ladrón de tumbas y ahora detective; para acudir en su busca. Este personaje representa la venganza. Tiene una cuenta pendiente con Maxwell desde que saqueaban tumbas juntos. En una ocasión Maxwell se quedó con todo el tesoro dejándolo sin nada. De manera que manipula a Philip para acudir a la selva de Honduras a buscar a su padre. Sin embargo, sus verdaderas intenciones son apoderarse del objeto más valioso de la colección de objetos y obras de arte que posee Maxwell, y que no es otro que el códice que da título a la novela. Dicho códice es una especie de recetario de plantas de la selva que servirán para fabricar fármacos. Hauser pretende apoderarse del códice y venderlo a la compañía Lampe-Denison Pharmaceutical que dirige Skiba. Como es lógico asistiremos a toda clase de argucias por su parte para impedir que cualquiera de los muchachos pueda apoderarse del códice; incluso matarlos.
Vernon es una especie de hippie que vive aislado del mundo exterior junto a su maestro con quien acude a la selva. Pero aunque en un principio rechaza esta idea se deja embaucar por su propio maestro, Art Brewer, pues este ve la posibilidad de conseguir un dinero fácil. Engaña a Vernon diciéndole que ese dinero lo empleara en repartirlo con los más necesitados. Sin embargo, sabemos que eso no es cierto, y que lo que realmente busca es el dinero para si mismo. Este sentimiento de codicia lo llevará a hasta su propia muerte. Aquejado por las fiebres, las picaduras de mosquitos o el calor sofocante acabará sucumbiendo ante el poder de la selva.
Por último tenemos a Tom que es veterinario y que acudirá en compañía de Sally, una antropóloga interesada en sacar a la luz dicho códice para salvar vidas humanas. No tiene intenciones ocultas, ni intereses privados. Es demasiado transparente y en ocasiones demasiado ingenua. Su punto de vista con respecto a diversas situaciones o temas la hace parecer más ingenua a ojos del lector. Con respecto al sexo Sally es muy tradicional, lo que le hará chocar en más de una ocasión con Don Alfonso, el guía contratado para llevarlos hasta la ciudad Blanca, que es el lugar donde supuestamente se encuentra Maxwell enterrado. Este personaje, Don Alfonso, representa la sabiduría y el sentido común en todo momento. Sally lo tacha de viejo verde por sus comentarios sobre el sexo, pero lo que realmente ella no ve es que Don Alfonso representa una cultura distinta. La relación Sally-Don Alfonso viene a significar el choque de culturas y civilizaciones. La oposición entre la civilización y la selva. El desarrollo y la tierra virgen. Y mientras que para la muchacha algunos comentarios de Don Alfonso pueden parecerle obscenos para el indio no son más que rasgos de su cultura indígena. Y es precisamente esta última la que impera a lo largo de su odisea particular para encontrar a Maxwell. Deben aprender a comportarse como indígenas para sobrevivir. Se alimentan de raíces, frutos de los árboles, peces del río, abutíes, monos y demás animales que para Don Alfonso representan el sustento básico de aquellos lugares.
La historia en sí trata de una huída. Maxwell huye de la civilización adentrándose en la selva para morir en paz. Se trata de una huída de su vida anterior de lujos. Quiere reconciliarse consigo mismo regresando al lugar que mejor conoce: la selva. Para Maxwell la selva ha sido durante muchos años su hogar. Sus continuas expediciones en busca de tesoros milenarios y civilizaciones perdidas lo han llevado incluso a descuidar a sus propios hijos. Por su parte, los tres muchachos huyen también de la vida que los rodea, pero también quieren demostrar a su padre y a ellos mismos que son capaces de sobreponerse a cualquier obstáculo para lograr un fin. Y lo que en un principio ninguno parecía querer, esto es, ir los tres juntos en busca de su padre se producirá con el discurrir de los acontecimientos. Las selva y las circunstancias en las que cada uno de los hijos de Maxwell se verá en vuelto reunirá a los tres. Y es entonces cuando se unen que parecen cooperar y entenderse mejor. Los tres junto con Sally y Don Alfonso evalúan la situación en la que se encuentran, y sopesan las posibilidades de triunfar en aquella descabellada misión en la que su padre los ha metido. Cuando por fin deciden continuar no lo hacen para lograr la herencia y el códice. Su afán de búsqueda se centra ahora en encontrar a su padre y evitar que Hasuser acabe con él.
Mientras tanto lo chicos siguen avanzando en condiciones infrahumanas. Se convierten en muertos vivientes. Los huesos se les marcan con cada día que pasan sin alimentarse debidamente. Don Alfonso muere preso de las fiebres. Deliran. Tienen escalofríos. En ese estado Sally y Tom se declaran su amor antes de que ambos fallezcan. Toda esta aventura en la selva nos hace recordar la magnífica novela de Joseph Conrad "El Corazón De Las Tinieblas" .
Y es en este momento que la trama da un giro sorprendente. De repente los tres se encuentran a salvo bajo los cuidados de un indio llamado Borabay, y que resulta ser un hijo de Maxwell Broadbent, es decir hermano de los tres chicos. Lo cierto es que este recurso empleado aquí por Preston es poco creíble. De la noche a la mañana nos enteramos de que existe un cuarto hijo, y que además logra convertirse en un héroe al salvar a sus hermanos. La verdad es que hasta este momento la novela había discurrido por los cauces aceptables. Sin embargo, con este giro la novela pierde algo de intensidad y de credibilidad. Tal vez hubiera sido más aceptable que el autor nos hubiera hablado en un principio de la existencia de este cuarto hijo, y no que de repente surja en medio de la selva para salvar a sus hermanos. Da la impresión de ser un recurso repentino del propio autor para salvar a sus cuatro protagonistas. Los ha conducido tan al interior de la selva, y los ha hecho pasar por tales pruebas que era muy difícil desandar el camino andado. Es por ello que se inventa la figura de Borabay para sacar del aprieto a los cuatro héroes de la novela. Pero, ¿cómo sabe Borabay que sus hermanos van a ir a la selva? ¿Cómo sabe que va a encontrarlos allí? ¿Y cómo sabe que son realmente sus hermanos? Es entonces cuando Borabay les relata como llegó a ser hijo de Maxwell. Pero añade un dato interesante y es que su padre se encuentra vivo. Está enterrado en vida como castigo a su prolija vida de saqueos y humillaciones a los nativos. Cah hechicero de la tribu se vengó de Maxwell por lo que éste le hizo a su padre y lo engaña dándole una poción. Maxwell cree que se está bebiendo un veneno que acabará con él en vez de dejarse vencer por el cáncer; sin embargo, Cah le ha dado un potente somnífero que hará despertar a Maxwell dentro de su tumba. El comportamiento de Cah sólo puede entenderse si uno conoce los hechos por los cuales quiere vengarse. Las continúas humillaciones y abusos llevados a cabo por Maxwell en su anterior ocupación de saqueador de tumbas. Su estancia en la tumba le hará recapacitar sobre los pecados cometidos en su juventud.
Tan ansiada reunión entre padre e hijos se produce. Maxwell parece un cadáver salido de la tumba. Y cuando Hauser lo ve cree estar viendo un fantasma que ha sido enviado para perseguirlo y atormentarlo. Maxwell representa los pecados y atrocidades cometidas también por Hauser; y la manera de recodárselo es enviado a su viejo amigo. Es el mismo castigo que ha experimentado en sus propias carnes Maxwell al estar enterrado en vida en su tumba. Por suerte para él sus hijos han llegado a tiempo para rescatarlo. Sus propios hijos a los que casi aboca a una muerte segura simbolizan una segunda oportunidad para Maxwell que así lo entiende. Sin embargo, Maxwell no puede disfrutar por mucho tiempo de esa segunda oportunidad, ya que a los pocos días fallece víctima del cáncer. Este hecho también podría ser considerado como una especie de castigo por la vida que ha llevado. Finalmente, los cuatro hijos de Maxwell Broadbent y Sally regresan a la civilización para disfrutar cada uno de su parte de la herencia. Borabay decide quedarse con el rancho que su padre poseía en Santa Fe. Por otra parte no sabemos que ha ocurrido con los demás hijos aunque podemos suponerlo. "El Códice Maya" puede enseñar al lector a no cometer los mismos errores que Maxwell Broadbent cometió con sus propios hijos. Es así mismo una lección de lucha y afán de superación por conseguir la meta fijada. |
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