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Diez Leyes Para Ser Feliz
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por Francisco J. Vázquez
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La búsqueda de la felicidad personal y la de nuestros seres queridos parece ser uno de esos pocos objetivos comunes que nos unen a los seres humanos. No sabemos cómo hacerlo al cien por cien de una manera efectiva, puesto que si fuera fácil esa búsqueda nos dejaría fríos, y a la larga nos aburriría. Sin embargo nuestra vida se suele basar en ello, en intentar alcanzar un grado de felicidad lo más elevado posible que nos haga sentirnos realizados y que nos permita el disfrute de las cosa cotidianas, viéndolas desde una perspectiva que de otra forma no tendríamos.
Cada cual busca su felicidad de una forma diferente, ya que el concepto en sí también es diferente para cada uno de nosotros. Por eso, el ser feliz es tan subjetivo como posible el lograrlo. Sin embargo ello no nos desanima. Quizá incluso nos incentive.
Pero, ¿qué es la felicidad? Realmente no lo sabemos... pero sí sabemos que ser feliz no es tener una vida perfecta. Es reconocer que vale la pena vivirla día a día, dejando de lado desafíos, problemas, enconamientos, tristezas, pérdidas o frustraciones.
Ser feliz es dejar de vernos y de sentirnos como víctimas de las conjuras y jugarretas de un destino para muchos cruel que disfruta empinándonos el camino a recorrer. Debemos saber sortearlo, y sobre todo querer hacerlo. Si lo conseguimos, tendremos muchas posibilidades de poder llegar a ser y/o conseguir todo aquello que nos propongamos, y por ende, nuestra felicidad personal (extensible a los que nos rodean).
"Diez Leyes Para Ser Feliz", de Augusto Cury, es una de esas obras que nos pueden allanar ese difícil camino que tenemos que buscar. Despeja dudas y aclara términos que para muchos de nosotros podrían estar confusos, y ser causa directa de un fracaso parcial en el intento ideal por ser y conseguir nuestros objetivos. Desde el sueño al ejercicio físico, pasando por la improvisación, los viajes, las actividades no programadas o la administración de pensamientos... todo eso nos ayuda, nos sirve, y es lo que Cury nos enseña a través de esta obra.
Posiblemente encontremos que es uno de esos libros que van a ser mucho más útiles de lo que en un primer momento pudiésemos imaginar. Esa es la grandeza de los libros, que a veces una lectura puede incluso llegar a cambiarnos la vida. O al menos, permitirnos mejorar en ella. Por intentarlo que no quede, ¿no?
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