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| Contrato Con Dios
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| por David Yagüe
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Juan Gómez-Jurado entró con su primera novela, ESPÍA DE DIOS, en un selecto grupo de jóvenes escritores españoles, best-sellers, llamados a lo más alto. Con aquella novela lo consiguió, vendió miles de ejemplares y ha vendido los derechos a más de 40 países. Todo un éxito internacional que a buen seguro repetirá, o mejorará, con este Contrato con Dios.
Para su segunda novela Gómez-Jurado rescata a dos de los protagonistas de ESPÍA DE DIOS, el misterioso padre Fowler y la periodista española Andrea Otero, y los encuadra en una aventura bien diferente, pues si aquella era un psyco-thriller lleno de vericuetos y sorpresas, CONTRATO CON DIOS es una historia de aventuras y acción con un toque de intriga y algunas dosis de historia.
Parecidos elementos pero con un envoltorio diferente. En esta ocasión estos dos personajes se unirán a una expedición financiada por un enigmático millonario en busca del Arca de la Alianza, que esperan hallarla en los desiertos de Jordania. Sin embargo, los servicios secretos del Vaticano, de Israel y de Estados Unidos se han infiltrado en esta expedición que, también, es objetivo del terrorismo integrista islámico.
Ha dicho el autor en su promoción que esta novela es un homenaje a EN BUSCA DEL ARCA PERDIDA, la célebre primera parte de la saga Indiana Jones. Sin embargo, y aunque la novela tiene evidentes homenajes a aquella cinta, la historia de CONTRATO CON DIOS tiene más elementos en común con el cine de acción contemporáneo o con las novelas de Michael Chriton o James Rollins.
CONTRATO CON DIOS es una novela de acción al más puro estilo norteamericano con un buen punto de intriga y espionaje. Gómez-Jurado fragmenta la historia en pequeños capítulos llenos de adrenalina con oficio e inteligencia, haciendo que sea extremadamente sencillo dejarse llevar y pasar una página tras otra. Su estilo directo y muy cinematográfico complementa a la perfección esta historia bien traída llena de traiciones, falsas identidades e intereses ocultos, que a veces cae en ciertos tópicos y en algún exceso algo inverosímil en la trama.
Otra baza que el autor juega con gran habilidad es utilizar hechos y marcas reales que hacen que el lector adapte una historia tan de ficción como ésta en el mundo que vive y ve en las noticias. El 11-S, la Guerra de Irak y las empresas privadas que luchan en ella, el terrorismo islámico, la Guerra del Líbano en 2006 condicionan la historia y sus personajes como marcan la actualidad del mundo real.
Una novela, haciendo balance, de puro entretenimiento, acción y aventura. |
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