| ¿De dónde surge la idea de escribir este libro?
De mi periodo como corresponsal del diario La Vanguardia en Italia, donde viví durante cuatro años. La anomalía del personaje y su ideario me pareció que justificaba sobradamente el esfuerzo de escribir el libro.
¿En qué sitios se ha documentado para obtener tantos datos como ofrece en él?
En mi propia base de datos al compás de las crónicas que enviaba, más otras informaciones obtenidas en mis lecturas y contactos directos con personalidades del mundo de la política, de la cultura, del periodismo, entre ellos el propio Berlusconi.
¿Le ha resultado difícil obtener ciertos datos que pudieran dejar en entredicho a silvio berlusconi?
No, todo lo que digo en el libro es reconocido y aceptado por la mayoría de ciudadanos del país, unos abiertamente y otros con paliativos.
¿Se ha encontrado con presiones de algún tipo a la hora de publicar todo lo que ha escrito?
No en el sentido político, pero sí “amistoso”, tratando de hacerme ver la conveniencia de no ventilar ciertas cosas para evitar dañar la carrera política de Berlusconi y alegando también el bien del país.
Por esta o por otras causas ¿ha tenido que guardarse en el tintero algún tipo de información que haya obtenido?
Si he mantenido algún dato en cuarentena es debido a que no pudo contrastarlo adecuadamente.
¿Qué efectos pretende conseguir en el lector?
Primero, ponerlo en antecedentes de una realidad tan peculiar como es la actual política italiana y su máximo dirigente, y advertir también de los peligros de una involución democráticas en las democracias occidentales si triunfa y prevalece un fenómeno semejante en Italia.
¿Cree que berlusconi conseguirá alzarse de nuevo como presidente en las próximas elecciones?
No lo creo. Ya no le quedan conejos en la chistera, y los ciudadanos italianos han comprobado amargamente como se desplomaban sus sueños de prosperidad bajo la batuta del frustrado mago.
¿Qué es lo que, según usted, ve la gente en esta persona, para que después de haber visto como no ha cumplido ninguna promesa electoral, hayan vuelto a votarle convirtiéndole en presidente por segunda vez?
Cabe decir que su primer mandato, el de 1994, duró apenas unos meses y tuvo la coartada de alegar falta de tiempo para consolidar su programa. Es a partir de las última elecciones europeas y regionales cuando se empieza a observar el desafecto de quienes le votaron en 2001.
¿Qué futuro augura para italia y para el propio berlusconi?
Un golpe de timón en la política del país para derivar a un sistema normal de alternancia en el poder, sin neoperonismos ni personajes mesiánicos. Romano Prodi puede ser el nuevo jefe de Gobierno si consigue coagular las distintas tendencias y personalismos que todavía anidan en el gran conglomerado del centroizquierda que recibe el nombre de La Unión.
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