| Esta historia comienza a gestarse en serbia. ¿qué le impulsó a viajar hasta allí? En un momento de mi vida se me cruzaron los cables y decidí hacerme cooperante en Serbia. En teoría iba como periodista pero acabé siendo profesor de música en los centros colectivos para refugiados de una pequeña población llamada Niska Banja. No conocía ni tan siquiera el idioma pero al final fue fácil. Estos huérfanos no están acostumbrados a recibir cariño, así que cuando les hacías una mínima caricia se volvían locos contigo.
¿Qué fue lo que más le impacto de la situación en la que vivían estos adolescentes hijos de la guerra? Estos centros colectivos son como hoteles en los que viven las familias refugiadas. Por ejemplo puedes encontrar una habitación en la que duermen cinco en una cama. Ves escenas realmente duras. Cuando yo estuve el paro era de más del 45%. En esos momentos es cuando aprendes a no quejarte tanto. Aquí estamos como adulterados.
Supongo que ese contacto tan real con la violencia resultó crucial para contar su novela. Evidentemente. La novela relata una guerra y yo hasta antes de ir a Serbia había utilizado la violencia de una manera casi lúdica. Y de pronto llegas a un contexto de postguerra y ves realmente los dramas que hay detrás de cada conflicto, detrás de cada bomba o cada disparo. Viven como en una depresión general.
Usted concibió la historia antes de llegar a serbia. ¿cuánto escribió allí y cómo le influyó? El grueso. Prácticamente el 80% de las 320 páginas de la novela LOS NAVEGANTES están hechas allí. Serbia me ha servido para nutrirme de personajes, de paisajes, de colores, de tradiciones, de leyendas, hechos históricos. El viaje resultó fundamental.
¿Qué va a encontrar el lector en este trabajo suyo; una novela histórica o de ficción? La editorial la califica de novela de fantasía épica pero yo creo que no sería el más ajustado. Incluso en la Web alguien ha dicho que es una novela de fantasía no épica. Para mí es una novela en clave fantástica en una tierra imaginaria que no existe. Aunque, en realidad, estoy ironizando sobre la guerra de civilizaciones. Se trata de una novela con muchos cajones secretos. Son dos años de trabajo y muchos recuerdos.
¿Qué historia de luchas cuenta esta novela? La novela a grandes rasgos es una novela coral y habla del enfrentamiento que se produce entre dos civilizaciones totalmente irreconciliables que son los Trinisantos y los Hombres del Sur. Entonces estos dos mundos chocan en una pequeña ciudad de apenas 50.000 habitantes llamada Arialcanda. En realidad es una ironía sobre la guerra de Irak. Hay una frase que me gusta mucho que dice: "es una novela fantástica real como la vida misma".
"Hay vencedores y vencidos en los dos bandos, igual que hay buenos y malos en los dos bandos." |
¿En esta novela, igual que en la realidad, hay vencedores y vencidos? Hay vencedores y vencidos en los dos bandos, igual que hay buenos y malos en los dos bandos. Normalmente en la tradición de la novela fantástica siempre hay un planteamiento muy maniqueo de blancos y negros. En este libro los rubios, altos y guapos son los que agreden a los oscuros y chapuceros.
¿Tampoco habrá seguido entonces la regla de un protagonista y su chica? Ahí me he alimentado mucho de Tolstoi y su increíble obra GUERRA Y PAZ. Él te narra las guerras napoleónicas desde el último limpiador de botas hasta el mismo emperador. Ese es el modelo que he querido seguir entre muchos otros. Mis protagonistas son desde los propios reyes hasta los más tirados de los dos bandos.
¿Y qué hay del amor? ¿cabe ese sentimiento entre tanta guerra? Por supuesto. Es una novela de amor y violencia. De hecho, los protagonistas se ven arrojados de su mundo por el embrutecimiento que supone la guerra y han de hacer barbaridades en una especie de locura colectiva. Y por eso intentan redimirse y encontrar su sitio en el mundo a través del amor. En el libro hay cuatro o cinco historias de amor paralelas muy diferentes. He vivido mucho del folletín.
A nivel personal. ¿qué ha supuesto publicar su primera novela? Son muchos meses de trabajo pero al final es un sueño cumplido. He de confesar que el mismo día que recibí la caja con los ejemplares me fui a correos a enviar el manuscrito de mi siguiente novela: LA HERIDA EN LA NOCHE. Ahora ya me faltan manos para escribir todo lo que quisiera hacer. Necesito escribir igual que respirar. En las épocas en las que no estoy escribiendo enloquezco.
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