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Eduardo Fernández Rivas
 por Carlos G. Fernández

Cuando se entra en la casa de Eduardo Fernández Rivas, se adivinan cuáles son sus pasiones. Los cuadros que decoran los pasillos y las paredes, los atriles y los pinceles delatan que una de ellas es la pintura. Observando su obra, se intuye una pasión por el Antiguo Egipto, el país de los faraones y las pirámides, ya que esta es la temática que acapara buena parte de su obra. Así es que también alguna de las paredes de su casa están pintadas con jeroglíficos que emulan el arte y la escritura del país del Nilo.rnIncluso una de sus colecciones de pintura, PHARAONICA PHENOMENA, de temática egipcia, desapareció en Milán sin dejar rastro cuando era transportada para una exposición. La Interpol todavía se encuentra investigando el caso. rnrnTras docenas de viajes y prolongadas estancias en la tierra de los faraones, Rivas acaba de publicar un libro titulado DIOSES Y FARAONES, MISTERIOS DE LA RELIGIÓN EGIPCIA (Ed. Cydonia), en el que desvela, además de algunas enriquecedoras experiencias personales, un buen número de curiosidades y entresijos de la historia y las creencias de este antiguo y majestuoso pueblo.
portada Fernández Rivas
Todos conocemos, por ser un relato bíblico muy recurrido, aquel sueño del faraón que interpretó josé sobre las vacas gordas y las vacas flacas. ¿eran frecuentes los sueños premonitorios entre los faraones egipcios?
Al margen del conocido sueño bíblico de cierto faraón, interpretado por José, toda la historia de este antiguo pueblo, prácticamente desde sus inicios, se mueve en torno al mundo onírico, siempre dentro de unos códigos muy elaborados por los colectivos sacerdotales propios de ese ámbito, y dentro de un cientificismo minucioso y serio. Asimismo, ese mundo de los sueños se mueve dentro de las posibilidades tecnológicas, que eran mínimas, de esa apasionante ciencia que basada únicamente en la observación, pueda tener, y teniendo en cuenta el lejanísimo periodo histórico del que hablamos, con sus grandes sombras y las pocas luces con las que contamos. En mi libro relato el sueño del faraón Meremptah, el decimotercero hijo y heredero de Ramsés II. Se trata de una visión onírica realmente inquietante con un final heroico, cuando lo que se esperaba era otra cosa, concretamente la contraria: el desastre bélico, y quizás la desaparición de Egipto como entidad propia. Pero la lista de sueños y sus interpretaciones es larga.


Y del famoso sueño bíblico, ¿existe alguna inscripción entre los textos del antiguo egipto?
En los petroglifos de las rocas de Asswan, en pleno río Nilo, se describe en literatura jeroglífica, en la llamada ESTELA DEL HAMBRE, un sueño con cierto parecido al bien conocido interpretado por José. Aunque la inscripción pertenece al período Tolemaico, narra un hecho acaecido más de mil años antes de la datación que se deduce de la BIBLIA, posiblemente durante la época de Ramsés II, o incluso anterior.


Y ya que hablamos de la biblia, existen algunos relatos en la cosmogonía egipcia que se parecen sospechosamente a los del antiguo testamento. adán y eva, el bautismo, el juicio final¥
No debemos olvidar, que sí Moisés era un alto funcionario, concretamente un escriba del Tesoro del Templo de Ptah, una especie de "Ministro de Hacienda" del patrimonio de ese dios menfita, una de las tres divinidades demiúrgicas del Antiguo Egipto, con Re de Heliópolis y Thoth de Hermópolis. Entonces, y según la teología de Menfis, ese dios había creado el universo en el transcurso de siete días, mediante la palabra, y por el bondadoso deseo de su corazón, y que además el símbolo de esa divinidad era un becerro, será muy fácil el darse cuenta que Moisés lo que hizo en Génesis fue únicamente relatar las cosas que, como teólogo y como sacerdote de Ptah, conocía, y las creía profundamente. Aunque hemos de decir que en el episodio relatado en la BIBLIA en el que rechaza el becerro de oro, fundido por los hebreos a la bajada del monte, y durante su ausencia, tenemos indicios de que además, podría ser un "atoniano" (seguidor de Atón) oculto y convencido de un dios único e igualitario. Seguidor por lo tanto de las doctrinas de Akhenaten, expuestas muchas décadas antes por el faraón hereje que había convulsionado el sistema milenario de Egipto.


Otro de los capítulos sorprendentes de su libro es el de las curaciones mágicas y su relación con la medicina. ¿qué le debemos a los egipcios sobre este asunto?
Los egipcios parece ser que fueron los primeros en determinar, a través de los síntomas, diagnósticos certeros que codificaron y dejaron por escrito (por ejemplo en el PAPIRO EBERS). Por otro lado, fueron los primeros en determinar la dosificación exacta de sus tratamientos con todo tipo de plantas, minerales y aún productos de naturaleza animal. Además, su destreza y profesionalidad quirúrgica queda patente, sin duda alguna, debido a la práctica de la momificación realizada por aquellas gentes desde tiempos protohistóricos. Dentro de las llamadas curaciones "mágicas", eran practicadas para determinar y curar enfermos más bien con problemas de naturaleza nerviosa y emocional que física. Unas fórmulas muy concretas, en estos casos, formaban parte del ritual de curación, aunque siempre sostenidas por algún tipo de droga beneficiosa.


"Las posesiones diabólicas son creencias extendidas por todo tipo de religiones, desde la antigüedad más remota, para dar explicación de comportamientos anómalos y, sobre todo, violentos y agresivos."



Los egipcios tenían una compleja relación con el más allá. creían que su alma podía trascender la muerte, ¿qué papel tenían las pirámides en el viaje al otro lado para los faraones?
Las pirámides, según el inglés Wallis Budge, eran la representación, en su pura geometría, de las moradas divinas. Por lo tanto, el monarca difunto, como dios encarnado en la tierra que era, y por lo tanto dotado de la doble naturaleza divina y humana, su carcasa física, independientemente del espíritu divino, que iría a reunirse con su misma esencia divina en las desconocidas regiones de luz, debería en la tierra descansar en un mausoleo que reprodujese las moradas celestiales de los dioses. Eran por lo tanto las pirámides una especie de lanzadera del espíritu del rey hacia las regiones infinitas donde le esperaría el angélico coro divino. En el libro le dedico un capítulo a este tema.


Algo menos conocido eran los contactos que los egipcios creían mantener con los espíritus, e incluso algunas supuestas posesiones diabólicas¥
Las posesiones diabólicas son creencias extendidas por todo tipo de religiones, desde la antigüedad más remota, para dar explicación de comportamientos anómalos y, sobre todo, violentos y agresivos. Lo egipcios desarrollaron técnicas en la línea de curar esos males, una vez diagnosticados con un cierto raciocinio, y dentro de una planificación, debida a un profundo estudio del funcionamiento del cerebro. Esos conocimientos (resulta innegable que, como antes dijimos, la momificación con la disección en detalle de los cadáveres, tanto humanos como de cualquier otra especie) les habría proporcionado una enorme sabiduría, que aplicarían a todo tipo de desarreglos físicos y mentales.


En dioses y faraones. misterios de la religiÓn egipcia incluso apunta la ubicación de las tumbas de dos personajes muy relacionados con egipto, como son alejandro magno o el propio moisés¥
Comenzamos por el segundo. No olvidemos que Moisés, una persona de alto rango en la jerarquía egipcia, tendría que haberse hecho una tumba en Egipto durante su vida en el país, y desde luego, adecuada a tan alto personaje. De esa tumba es de la que yo hablo, y de la cual una parte numerosa de sus restos se encuentran en el Museo Egipcio de El Cairo, y que yo he estudiado hace ya algunos años. Con respecto a la tumba de Alejandro, para mí resulta innegable que ha de permanecer en algún lugar del subsuelo del centro de Alejandría. Posiblemente en las criptas de la mezquita de Naby Danyal (profeta Daniel). Sobre este particular tengo mis sospechas, fundadas en experiencias propias y dramáticas en ese lugar, de que existen grandes posibilidades de que allí se encuentre.






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