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| Ubik
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| por Francisco J. Vázquez
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| Glenn Runciter es el dueño de la empresa Rucinter Asociados, en New York. No es una empresa cualquiera, es ni más ni menos que la mejor organización de previsión que existe reconocida internacionalmente. Una madrugada recibe una llamada de uno de sus empleados, informándole de la desaparición de uno de sus "vigilados". La noticia no es buena, habida cuenta de que en los últimos meses han desaparecido varios de esos "vigilados", y las consecuencias de tales desapariciones influyen muy negativamente en los trabajos de los clientes que los contratan. Sin embargo aquello es sólo el principio. Al volver de un viaje a Zurich donde había ido a consultar con su esposa acerca de los problemas que estaban aconteciendo en la empresa, Glenn Runciter recibe un encargo que sin duda será el negocio más interesante de los últimos tiempos. Un trabajo del que obtendrá no sólo un importante beneficio económico, sino que supondrá también un importante apoyo moral y publicitario, solventando así cualquier duda que en los últimos meses hubiese podido suscitarse contra Rucinter Asociados. Él mismo se implica en el evento, organiza el personal y se embarca en la aventura. Al llegar a su destino ocurre un suceso que trastocará todo lo asentado. Glenn Rucinter muere... ¿o mueren los demás componentes del equipo? Esa es una parte del misterio que hay que desvelar. Y paradojas de la vida, un final es el principio de toda una odisea. "Ubik" es considerada por los expertos en ciencia-ficción como la obra maestra de Philip K. Dick, autor, entre otros, de novelas, cuentos y relatos que dieron origen a películas como "Blade Runner", "Desafío Total" o "Minority Report". Publicada en 1969, centra su acción en el que fuera un futuro soñado por su autor: 1992 (año, por cierto, que él no llegó a ver ya que murió una década antes, en 1982). Si bien nos resulta un poco complicado a los que hemos pasado esa fecha imaginarnos lo visionado por K. Dick, no es menos cierto que no se nos hace del todo imposible. Los elementos que muestra, el futuro que planteaba puede ser perfectamente ubicado bien adentrados el siglo XXI. "Ubik" es una obra que atrapa desde las primeras páginas. Bien es cierto que el lector debe ubicarse en función de la nueva situación, y hacerse una idea mental de que ese futuro que lee es real. Debe descubrir y centrar numerosos elementos que forman parte de ese universo en el que la historia de desarrolla y que el lector descubrirá con sorpresa e interés: inerciales, moratorios, semivida, friovainas, organizaciones de previsión, precos, vivificador, homeoimpresor... Sin embargo no cuesta trabajo hacerlo, y en poco tiempo uno se mueve en la historia como uno más de los protagonistas. Resulta curioso en el libro descubrir cómo en el transcurrir de los acontecimientos, en la viveza de la narración y en las situaciones en la que se ven inmersos los personajes se mezclan tiempo y espacio. Pasado, presente y futuro son sólo conceptos ahí. Lugares físicos o virtuales, dimensiones reales o creadas... todo tiene su sitio, todo su por qué. Para aquellos que no estén habituados a adentrarse en el mundo de la ciencia-ficción "Ubik" puede ser la mejor oportunidad. Es rápida, de acción, con contenido y, sobre todo, atrapa desde el primer momento. Además, descubrirán una historia cargada de intriga, una aventura sin precedentes llena de los elementos más interesantes del género. ¿Alguien se atrevería a perdérsela? Desde Comentariosdelibros.com esperamos que no. Sería un gran error perdérsela. Gustará como pocas y dejará muy buen sabor de boca. Ubik por Pedro Jorge Romero [Comentario cedido por el Archivo De Nessus] En muy pocas ocasiones, un recursos puramente mecánico ha dado tan buenos resultados literarios. La necesidad de cambiar la trama cada 800 palabras, como recomendaba van Vogt (seamos justos y citemos la fuente, "Philip K. Dick: Authenticity and Insincerity" por John Huntington en Science-Fiction Studies #45, pp. 152-160), para no aburrir al lector y mantenerlo leyendo no sólo sirve a Philip K. Dick para construir una novela apasionante que puede leerse tranquilamente como un thriller policiaco, sino también le sirve admirablemene para iluminar, manifestar y dar forma a una de sus preocupaciones fundamentales: la naturaleza última y problemática de la realidad. Glenn Runciter dirige una empresa de inerciales, personas capaces de anular el campo psíquico producido por telépatas y precogs. En el futuro, las habilidades psíquicas han sido comercializadas y las empresas contratan a personas con habilidades especiales para espiarse las unas a las otras y a inerciales para impedir ser espiadas. Con muy mal juicio, Glenn acepta un trabajo fuera de la Tierra y sin conocer el nombre de su cliente, y parte para Luna con un equipo de sus mejores inerciales, una misteriosa muchacha llamada Pat capaz de alterar el futuro cambiando el pasado y Joe Chip, su mejor técnico. Allí les espera una trampa, una bomba en forma humana que explota y aparentemente mata a Glenn Runciter. Los otros consiguen escapar, llevándose el cuerpo de su jefe, con la esperanza de que en el Moratorio, donde se encuentra ya su esposa Ellen, puedan acceder a su estado de semivida y comunicarse con él. Pero eso no es posible. Runciter está definitivamente muerto. O eso parece. Porque poco a poco empiezan a pasar cosas muy raras. Runciter empieza a manifestarse en anuncios de televisión, llamadas telefónicas, notas dejadas en cartones de tabaco y demás. Y mientras tantos, sus inerciales ¿supervivientes? se enfrentan a un mundo en continua regresión, que poco a poco retrocede a un periodo anterior a la segunda guerra mundial. Peor aún, cada uno de ellos empieza a morir de forma horrible. ¿Pero no estarían quizá ya muertos? ¿Qué sucede? ¿Quién murió realmente en la explosión? ¿Por qué la realidad tiende al pasado? ¿Cuál es la fuerza misteriosa que intenta ayudar a los personajes? ¿Qué otra fuerza los devora? ¿Por qué el omnipresente Ubik es tan importante para la supervivencia? Hay muchas formas de interpretar "Ubik". Se puede leer como una novela sobre el fracaso del capitalismo, en la que el empleado Joe Chip lucha sin éxito por cumplir los deseos de su jefe fallecido. Puede argumentarse también, que se trata de una fantasía solipsista en la que el control de la realidad acaba en manos de un solo individuo. O puede también interpretarse como hija de la contracultura, de Leary y Watts, donde se manifiesta una desconfianza absoluta ante la realidad, donde se entiende que existe un sustrato más profundo que lo permea todo (el misterioso Ubik) y que niega la existencia del ser como un ente separado del resto del universo, pero escrita también desde la desconfianza de un hombre que no acababa de aceptar los fundamentos de esa forma de pensar (de ahí, los continuos avisos de que Ubik debe usarse siguiendo las indicaciones). En ese caso, uno podría llegar a considerar "Ubik" como un largo koan zen destinado más a iluminar que a enseñar, a demostrar la imposibilidad de aplicar la lógica a una realidad (y a una trama) siempre fluida y que escapa siempre al entendimiento racional, donde las dualidades dominan la trama pero siendo siempre cada elemento de ellas complementario (los mensajes de Runciter son a menudo contradictorios, a los psíquicos se le oponen los inerciales, y Ellen lucha contra Jory sin poder destruirlo...) porque ninguno tendría sentido sin el otro (de la misma forma que no hay montañas sin valles). La única forma de disfrutar de "Ubik" es dejarse fascinar por ella, sin aspirar a entenderla (y menos, como hizo Lem, aspirar a explicar su inexistente fundamento científico). Pero nada de eso importa. "Ubik" sigue siendo, en gran parte por la imposibilidad de contenerla, la gran novela de Philip K. Dick y una de las obras maestras que ha dado el género. Dicho esto, hay, por desgracia, que hablar de la edición. Se ha conservado, aparentemente actualizándola, la antigua traducción de Martínez Roca. Pero por desgracia, en el texto se han colado una serie abundante de erratas, a veces cómicas ("corno" por "como") y a veces embarazosas ("ano" por "año"). En una edición profesional, en la que además, hay una que persona que firma como corrector y actualizador, esos detalles deberían cuidarse con mucha mayor atención. |
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