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portada Toda La Soledad
Ficha del Libro:

Título: Toda La Soledad    comprar
Autor: Marina Castaño
Editorial: Planeta
I.S.B.N.-10: 8408038915
I.S.B.N.-13: 9788408038917
Nº P´gs: 200


Toda La Soledad
por Antonio Ruiz Vega

Para ser una ópera prima y viniendo de quien viene, que me imagino que la hará sospechosa de todo, la verdad es que el libro sorprende por su calidad. No es que sea una obra trascendente ni que aporte nada a la historia de la literatura, pero, dentro de lo limitado de su propósito, resulta entretenida, está bien escrita y hasta tiene algunos momentos de talento.

La idea de ambientarlo en otro país, en un mundo tan literaturizado y hasta caricaturizado como es la sociedad rural inglesa, hacía temer lo peor, pero puede decirse que su autora, sin entrar en excesivas introspeciones sociológicas, ha salido airosa de la prueba

Una escritora que se recupera de un cáncer y sus secuelas decide regresar al pueblo de su infancia, Ellison Place, donde retoma el contacto con algunos personajes y traba conocimiento con otros muchos. Hay que decir que la novela está ambientada nada menos que en la Inglaterra contemporánea y que, como estudio de personajes, recuerda –por ejemplo– a Wodehouse, aunque sería un Wodehouse contemporáneo. En este pueblecito diminuto, de apenas una veintena de vecinos, no paran de pasar cosas y el tono de humor, muy británico, resulta el adecuado para penetrar, cual Diablo Cojuelo en las intimidades de unos cuantos arquetipos británicos (la solterona, el pastor y su mujer, el militar retirado) que hasta podrían servir de fondo o panorama a uno de los libros de Richmal Crompton y Guillermo Brown.

La huella de Lewis Carroll puede también encontrarse, por ejemplo, en la historia de Sarah Forster y su gato Saki. Esta es la solterona, una de las pocas personas que recordaba la escritora de los tiempos de su infancia y que, sin embargo, ya no vivía en Ellison Place, sino en Londres, donde trabajaba anodidamente en un banco. Tan anodina era su vida que la vieja Sarah sólo tenía un pasatiempo, acudir a la biblioteca del barrio y leer al azar un libro sobre su Ellison natal. Un libro que le parecía más real que el Ellison auténtico y en el que, literalmente, se zambullía. Un día, a su vida aburrida de solterona virgen llega el drama. Su viejo gato, con más de 17 años, muere. Casi a continuación es despedida del banco, luego sufre un cólico. Cuando se repone, atónita por la cascada de desgracias, acude a su biblioteca y se abisma en el libro sobre Ellison Place. Súbitamente nota que Saki, su gato, aparece en una de las ilustraciones, como si fuera el mismísimo gato de Cheshire. Así que cuando la bibliotecaria regresa a la mesa donde la anciana leía se encuentra el libro abierto de par en par. La vieja Sarah ha elegido vivir dentro del libro...

Es cierto que hay algunas incongruencias, como la de la página 57, donde se habla de unas plantas de estramonio (Datura), en el jardín de la escritora. El estramonio que es un arbusto, resulta insólito como planta ornamental, porque es un veneno potente y de poco lucimiento como planta

Además es anual, no pueden tener muchos años, como dice.

Hay algunos guiños cultistas, como la alusión de la página 96 a Orwell y la habitación 100, cuando Thomas Mortimer, el claustrófobo, descubre que además es un homosexual latente cuando queda atrapado en un ascensor con un jovencito.

O los amores de Diana y el reverendo Lawrence Bloody, que resultan ser bastante frustrantes, pese al prometedor nombre del pastor (Sanguinario).

Hay también historias exóticas, como la de Ally y Bob, el jovencito inglés que, perdido en el Africa interior abandona su carrera médica para casarse con una negra poderosa a la que hace varios hijos. Por terminar, termina abjurando de la medicina occidental y aplicando remedios brujeriles...

El conjunto, en líneas generales, es airoso y el tono desenfadado y de alguna carga erótica (eso, por ejemplo, Wodehouse no se lo hubiera permitido, no digamos Richmal Crompton), y se lee con gusto.

Dejando aparte la sospecha de la autoría (tal y como están los tiempos...) lo cierto es que es un primer libro más que digno, teniendo en cuenta lo que se está publicando últimamente, y que no me extrañaría que tuviera cierto tirón de público. Dados los prejuicios con los que inicié su lectura, tengo que reconocer que ha sido una agradable sorpresa.

 

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