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| Tanta Vida
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| por Irene Gil
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Tanta Vida… Título evocador, representativo de los 93 años de la abuela Mencía, de sus dos hijas y sus tres nietas. Tres generaciones de mujeres que luchan contra la adversidad de la vida, que sufren solas y a la vez muy unidas, que se esfuerzan por salir adelante en un mundo cruel, que por diferentes circunstancias, las ha dejado solas e indefensas. Mujeres que son mucho más que madres, hijas o nietas: son amigas fieles capaces de sacrificarse las unas por las otras.
Una obra que se adentra en profundidad en el universo femenino, en los sentimientos e inquietudes de las mujeres, su forma de sentir, de pensar y de entregarse a la vida. Mencía, Lía, Flavia, Helena, Inés, Bea e Irene. Siete mujeres muy diferentes pero que se complementan a la perfección, y que son piezas clave de un rompecabezas en el que ninguna de ellas puede faltar. Sólo tres personajes varones: Jacinto –el barquero–, Jorge –marido de Inés– y Tristán –el hijo pequeño de Jorge e Inés–.
Menorca, es el lugar donde se desarrolla la acción. En torno a la isla del Aire, su faro, su brisa y su magia, estas mujeres intercambiarán opiniones y dialogarán, abriéndonos así una puerta a su inmenso mundo interior. Cada capítulo es narrado por una de ellas, con lo que el lector puede conocer a cada uno de los personajes a fondo.
Tal vez sea Mencía, la abuela, el personaje que lleva la voz cantante en la historia. Su sabiduría, su descaro, su sinceridad y naturalidad son tan plenas que llegan a asustar a los que la rodean. Siempre presente, esta mujer de 93 años lo supervisará todo desde su peculiar óptica y aconsejará a sus descendientes desde la sólida base de su experiencia. Un personaje central que puede desconcertar al lector, pero que sin embargo, gracias a un desparpajo inusual, acaba despertando en él un cariño muy especial.
Es una obra tremendamente esperanzadora, que nos anima a salir adelante y a no dar nunca nada por perdido. Está repleta de reflexiones, de frases que nos hacen pensar: “Reta al mundo, a ver qué tal te sale”, “La peor muerte es la muerte en vida”, “Desde hace meses que la vida se me ha quedado grande”, son sólo algunos ejemplos de los comentarios y pensamientos que rondan la cabeza de las protagonistas.
Llama la atención el que esta novela haya sido escrita precisamente por un hombre. Este hecho demuestra que Alejandro Palomas tiene un amplio conocimiento sobre la esencia de la mujer.
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