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Sex Code
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por Francisco J. Vázquez
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¿Los seductores nacen o se hacen? Esa es la pregunta que nos planteamos cuando nos adentramos en las entrañas del libro de Mario Luna, Sex Code.
Yo siempre había pensado que los hombre nos clasificábamos en tres grupos: los seductores, los que seducen por rachas, y los que no lo consiguen ni poniéndole empeño. Los primeros son aquellos que generan una alta capacidad de empatía hacia los demás y, claro está, hacia las mujeres. Son los que van de sobrados, aquellos que ligan como si el simple hecho de hacerlo fuese algo natural, simple, cotidiano... que es lo que debería ser, aunque en los hombres no es así. Los segundos somos los más comunes, aquellos que ligamos o seducimos cuando no pensamos hacerlo, y que cuando queremos suele ser una odisea que no tiene visos de éxito casi nunca. Somos del montón, de los que no destacamos unos más que otros. Por último, están los que son casos perdidos y que ni con peregrinaciones a Lourdes consiguen el milagro. Hoy, tras la lectura de Sex Code, he de confesar que esa división en grupos tan simple que yo tenía en mente es totalmente inexacta. Y es que la realidad supera muchas veces la ficción. Tal es así que lo único que se puede sacar en claro tras la lectura de esta obra es que TODOS los hombres son capaces de seducir... es fuerte el tema, ¿verdad? Según Mario Luna, su autor, sólo hay que saber la técnica adecuada y combinar fielmente una serie de parámetros que harán despertar en las mujeres un interés que, de hecho, es el primer paso hacia el éxito. Esta obra de Mario Luna es, probablemente, el mejor y más completo manual de seducción para hombres que haya sido publicado en nuestra lengua. Bien es cierto que es enorme y que eso, en una materia como la que nos ocupa, suele echar para atrás a muchos. Pero si se lee y se tiene la mente abierta cualquiera de nosotros se puede ver gratamente sorprendido. Porque no nos engañemos. Se puede llegar a seducir a una mujer aunque tengamos la cara como una máscara funeraria azteca. Si tenemos los parámetros adecuados, los aplicamos cuando debemos y con quien hemos de hacerlo... ¡Seduciremos! Merece la pena, por tanto, enfrascarse en su lectura, ¿no? Ya lo sabéis. Las buenas técnicas son la clave de todo... Al parecer sirven más de lo que algunos podíamos imaginar.
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