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| Santiago
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| por Pedro Jorge Romero
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Santiago es el criminal más buscado de la galaxia. Sus crímenes son audaces, sus asesinatos se cuentan por centenares. Nadie sabe quién es, nadie lo ha visto nunca. Es apropiadamente material de leyendas. Y el narrador oficial de leyendas de la Frontera Interior, Orfeo, todavía llorando a su Eurídice, le ha dedicado sus versos aun sin haberlo visto nunca. Como también le ha dedicado sus versos a toda la fauna de criminales, cazarrecompensas, periodistas, muchachas y héroes que pueblan la frontera. Porque ésta, señores, es una novelas del oeste contada en clave de ciencia ficción. Y es también una de esas novelas con supuesto protagonista que no aparece hasta el final y secundarios que son más importantes que él.
La verdadera historia se centra en Cain, conocido como El Pájaro Cantor según el poema de Orfeo, cuando le dan una pista para llegar hasta Santiago, quien es, por supuesto, el criminal por el que ofrecen la recompensa más alta de la galaxia. En su camino de captura se cruzan todo tipo de personajes famosos, también comentados en el poema de Orfeo, como la asesina Altair de Altair, el cazarecompensas ángel, el jugador Medio Penique Terwilliger, la reclusa Rosa de los Sargazos, la periodista la Reina Virgen, etc..., todos embarcados de una u otra forma en la búsqueda de Santiago.
Mike Resnick sabe darle el adecuado sentido mítico y legendario a la narración. Cada personaje es interesante, cada personaje tiene una historia que contar, si no, no estaría en el poema de Orfeo, y cada uno de ellos ha dejado su marca en la Frontera. Toda la recreación mítica está inspirada en la mitología del oeste americano, sale incluso un predicador pistolero, y los personaje se enfrentan en singulares duelos y saltan de planeta sin ley a planeta sin ley. Pero eso, al contrario de lo que podría parecer, no le resta ni un ápice de interés a la novela. A pesar de que el final se presiente, la narración es en sí apasionantes, los personajes interesantes y la descripción de la peculiar frontera extraordinaria.
La única pega que podría ponérsele es el final. Después de una novela de tal intensidad defrauda un poco. Quizás en las narraciones épica el héroe supremo no debería aparecer. Pero el resto de la obra es muy entretenida y bien vale la pena leerla. |
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