|
Rasero
|
por Estrella Haro
|
|
Fausto Rasero Oquendo, hijo y descendiente de una larga estirpe nobiliaria, natural de Málaga, huérfano de madre y despreciado por su padre, que no podrá alcanzar a comprender a ese hijo tan particular con que la vida lo había premiado. Criado por Angustias, una gitana que le dará el amor materno del que fue privado y a la que amará entrañablemente hasta el fin de sus días. Ella le enseñará el sentimiento del flamenco, y entre sus pechos hallará el reposo de su atormentada personalidad infantil, a la que no le pondrá voz hasta los seis años, y entonces dejará ver su inteligencia prodigiosa que le hará conocer multitud de disciplinas tan dispares como la filosofía, la química o la teología...
Ávido e incansable lector, admira el conocimiento humano y el arte en todas sus facetas. Nuestro protagonista, poseedor de unas características físicas que lo harán no pasar inadvertido (cabeza totalmente calva y unos grandes y separados ojos negros), nos traslada a la Francia anterior a la revolución y nos pesentará a los hombres y mujeres que marcaron el destino de una nación y, con ellos, el mundo. Amigo de Diderot, Voltaire, Madame Pompadour, Lavoisier... entraremos de su mano en sus ámbitos más privados. Escucharemos sus pensamientos más íntimos y también, por qué no, sus miedos.
Pero Rasero esconde dentro de él una cualidad que lo hace único y diferente del resto de los mortales. A través de sus relaciones íntimas con mujeres de diferentes clases y características, pues aunque su físico bien podría ser un revés a la hora de la conquista femenina, ejerce en las mujeres una extraña atracción que lo hace irresistible a ellas, es capaz de vislumbrar el futuro. Un futuro que lo llena de inquietud y sobresalto y que decide ir apuntando en un cuaderno, en un intento de recordar y al mismo tiempo comprender. Ellas lo llevan a ver imágenes de guerras, campos de concentración, aviones, automóviles... todo lo que para nosotros es tan cotidiano, este hombre del siglo XVIII lo ve sin comprender en muchos casos, pero sí intuye que en ese futuro que, sin haberlo pretendido, le es mostrado, el hombre no ha conseguido alcanzar la paz ni la felicidad tan soñada por esa generación que revolucionó el mundo.
Mozart y su música de niño prodigio lo llevarán hasta la mujer de su vida, Mariana, venida de la América del Sur y que aportará a su vida el conocimiento del amor verdadero. Ella le enseñará una vida que él, a pesar de sus innegables dotes intelectuales, ha olvidado: la del día a día, la cotidianidad.
Rasero es un personaje apasionante en una época histórica igualmente interesante. Los personajes que pasan por su vida, y con los que entabla una amistad, son a su vez, personajes míticos, todos y cada uno de ellos, por diferentes motivos.
Una larga vida que le llevará a perder por el camino a algunos de sus más queridos amigos, como Jeanne-Antoinette, más conocida para nosotros como Madame Ponpadour, a la que apreciaba profundamente, y cuya pérdida supuso para él un antes y un después en su vida personal. O como Voltaire, a quien ayudaría a descansar en tierra sagrada, cumpliendo así su voluntad a pesar de las dificultades con las que tuvieron que enfrentarse.
Pero para descubrir todos los demás acontecimientos que os depararán las páginas de este fascinante libro, no soy la más indicada. Rasero es sin duda mejor "cicerone" de lo que podéis imaginar y su voz os hablará de un tiempo de luces y sombras, convulsionado por acontecimientos decisivos, de hombres que soñaban con un ser humano distinto a lo conocido hasta entonces. Un hombre ilustrado, libre y culto, con amplitud de mente, con capacidad para cambiar el mundo y mejorarlo a través de su inteligencia. De un mundo sin guerras y sin hambres, de igualdad... De quizá los mismos sueños que el hombre moderno alberga hoy en día.
|
|