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Palabras A Mí Mismo
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por Lydia Rodríguez
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Dice un sabio proverbio árabe que "el pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo". El antiguo aforismo, reelaborado en este libro ("El pasado se ha desvanecido/ y el futuro aún no ha llegado. Mi deseos por lo tanto deben ser,/ sólo para y por el presente".), le sirve a su autor para dar a conocer los únicos imperativos que deben darse en la vida de cualquier individuo: vivir el presente, desechar el encorsetamiento que imponen las obligaciones, desoyendo los mandatos internos y los opresivos deberías, tomar mayor contacto con la realidad más inmediata y con aquellos que nos rodean, apreciar el milagro de ser y estar vivos y mantenernos fieles a nosotros mismos. Todo aquello que sabotee o traicione estos principios es abono perfecto para generar ansiedad, sufrimiento e infelicidad. "Creo que la ansiedad que circula en mi vida/ nace de un desequilibrio entre/ lo que soy y lo que `debería ser´".
Las reflexiones de H. Prather toman como molde una estructura cercana a la prosa lírica que favorece la introspección, llegando a evocar en parte el tono espiritual y filosófico de tratados del antiguo Oriente como el Tao Te King, de Lao Tse. Ese molde es el que de manera más fiel reproduce el inevitable autodiálogo que bulle en el interior del escritor al tiempo que le facilita al lector la repetición e interiorización de algunos conceptos y la relectura de brillantes pasajes. Para nuestro autor, la escritura de este libro, en principio, no era otra cosa que "un montón de páginas amarillas (al que yo llamaba diario) donde acudía a resolver mis asuntos, escribía mis penas, problemas y el profundo deseo de descubrir algún tipo de verdad. En muchos fragmentos especulaba, pero al esforzarme por ser honesto conmigo mismo, a veces acertaba".
Palabras a mí mismo –publicado por primera vez en 1970 y considerado todo un clásico entre los libros de autoayuda– se nos revela como un ideario de aquellos temores, dudas y frustraciones que son comunes a los hombres y mujeres de todos los tiempos y culturas. Palabras a mí mismo nos ayuda a ser más humanos, nos reconcilia con esa parte que menos nos agrada de nosotros mismos, nos invita a aceptarnos, a no rechazar lo que somos y sentimos, ya que afortunadamente nuestras "emociones no siguen las leyes de la lógica".
Hoy día deseo hacer las cosas
poniendo todo mi ser en ello.
No quiero permanecer ajeno a mi quehacer
tratando de convencerme de algo que no soy.
Rehúso hacer cosas por mis semejantes
sólo para que éstos opinen bien de mí.
No me interesa trabajar por el dinero.
Quisiera trabajar por amor a mi trabajo.
No deseo vivir para cumplir un objetivo.
Sólo quiero vivir...
(H. Prather)
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