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Ficha del Libro: |
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Título: |
Obra Literaria, 2. Prosa  |
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Autor: |
Pedro Pérez-Clotet |
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Editorial: |
Centro Cultural Generación del 27 Málaga |
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I.S.B.N.-10: |
8477856621 |
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I.S.B.N.-13: |
9788477856627 |
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Nº P´gs: |
355 |
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- Ejemplar cedido por el Centro Cultural Generación Del 27 Málaga. |
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| Obra Literaria, 2. Prosa
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| por Pedro M. Valenzuela
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La segunda entrega de las obras completas, con la edición al igual que la primera parte a cargo de José María Barrera López, del poco valorado poeta andaluz Pedro Pérez-Clotet nos acercan a otras facetas de su producción literaria, mayoritariamente reconocida por la poesía. Este volumen dedicado a su prosa nos sirve para profundizar en aspectos (todavía) menos conocidos de su personalidad y de su obra, como los conocimientos de leyes provenientes de sus estudios de Derecho comenzados en Sevilla y que terminó con el doctorado en Madrid defendiendo en 1928 su tesis, aquí rescatada, LA POLÍTICA DE DIOS, DE QUEVEDO. SU CONTENIDO ÉTICOJURÍDICO, escogida para aliviar la sequedad que la carrera deja en todo espíritu extraño a ella, y donde profundiza en el sentido práctico de la ciencia política de Quevedo y analiza los aspectos políticos, de derecho, económicos y militares de la obra.
Junto a su discurso de ingreso en la Academia Hispanoamericana de Ciencias y Letras de Cádiz, LA SIERRA DE CÁDIZ EN LA LITERATURA, ESTUDIOS Y OTROS ESCRITOS, encontramos dos obras editadas en la colección ISLA (donde convivieron los grupos de la Generación del 27 y la del 36) especialmente relevantes por su prosa poética como son TIEMPO LITERARIO II (1945) y BAJO LA VOZ AMIGA (1949), donde se entrevé lo que se ensalza y alcanza la plenitud en la composición poética, que la naturaleza deja de ser un mero escenario para convertirse en fuerza expresiva y protagonista. Así describía el momento de la creación literaria en la primera parte del capítulo NUESTRAS VIDAS SON LOS RÍOS, de TIEMPO LITERARIO II : Un buen día un escritor, un poeta, echa a rodar por el mundo una metáfora ágil y afortunada.(…) Ya está esculpida sensiblemente la idea. (…) Pero entonces -con el sencillo juego tropológico- suele ocurrir que la cosa, el elemento material utilizado -la rosa, el río, la hoja, el crepúsculo- se carga de sentido grave, moral o filosófico, se impregna de adusta trascendentalidad. Y ya su inefable belleza, su sola verdad de belleza, se ofrece como turbia y empalidecida, como bastardeada y envuelta en falsas luces. Una colección de ejemplos, que sin llegar a ser tan valiosos como sus poemas, sirven para reconocer la importancia de este mal llamado poeta menor de la Generación del 27. |
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