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Memoria Azul
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por Francisco J. Vázquez
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No hay nada como los amores a primera vista, sobre todo si son en la preadolescencia. Eso es lo que le ocurrió a Robert Radnor, un chico de 12 años que descubre por primera vez el mar y del que se enamora perdidamente. Tal fue su determinación que decidió, en ese mismo momento, dedicar su vida por entero a aquel mundo que verdeazulado de olas y sal que se extendía ante sus ojos: sería marino.
Durante años el mar fue su verdadero hogar. Su pasión era navegar, y se sentía tan feliz como cualquier otro ser humano en tierra firme. Todo parecía ser un sueño idílico del que nunca despertaría. Pero a veces los sueños se rompen, como el amor. Cuando en 1949 sirve como primer oficial a las órdenes del capitán Peeke en el buque de vapor Golden Delta algo sucede que transforma a Radnor por completo. Pierde su determinación marinera, su afán por navegar y esa intuición que hacía de él un superviviente in extremis ante las adversidades del océano. Robert se siente ahora sólo y perdido ante la inmensidad de agua que lo rodea, y por primera vez es consciente de los peligros y de la propia soledad en la que se ha visto inmerso a lo largo de los años.
El miedo, que nunca antes había surcado su mente ante cualquier situación marina imaginada o vivida se hace palpable a cada momento. Descubre de pronto, para su sorpresa y su horror, que el que fuera su gran pasión durante años es ahora un completo desconocido. Y no sólo eso, un terrible presentimiento atenaza su mente. El que se cumpla semejante suceso es lo que lo hace aún más vulnerable al terror.
MEMORIA AZUL es una novela inquietante, llena de giros que van desde la ternura que siente el lector hacia el personaje principal de la trama al más puro pánico del protagonista que siente éste en carne propia y que David Austin, de forma magistral, consigue extrapolarnos. Resulta ser un viaje apasionante tanto a través de mares y océanos como a través de la mente del protagonista, y tiene cierta similitud a las aventuras con las que nos brindó Joseph Conrad.
La experiencia propia de Austin como marino, su pasión por el mar y sus fascinación por el océano quedan muy bien reflejadas en esta obra. Tanto que hay quienes ya piden que esta novela se convierta en un clásico. |
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