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| Magia Y Vida Cotidiana. Andalucía, Siglos XVI-XVIII
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| por Francisco J. Vázquez
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Durante los siglos XVI-XVIII Andalucía fue una fuente inagotable de personas que se dedicaron o hicieron uso de la brujería. Hechizos, encantamientos, asesinatos, orgías, crímenes demenciales, recetas de cocina imposibles, ritos ancestrales, engaño, perversión... todo ello llevaba a su espalda tan singular arte. Hubo quien se dedicó a ello por su buena voluntad, por el conocimiento que de técnicas naturales para la curación que poseía, por el afán de ayuda a los demás... pero casi todos, la inmensa mayoría de aquellos hombres y mujeres que se concentraron y esforzaron en realizar ejercicios de hechicería, lo hicieron como algo para saciar sus propias ansias de poder.
Al amparo de oscuros ritos se entretejió una maraña perfectamente consolidada de personajes que se decían portadores de poderes, o sabedores de los más inquietantes, sobrecogedores o diabólicos secretos relacionados con las artes mágicas. Por supuesto que sus andanzas no fueron tan loables como el cine nos ha hecho llegar, y tampoco sus poderes eran reales... sugestión, miedo, sed de venganza, sentimientos amorosos y mucha necesidad de destacar eran los elementos esenciales que hacían coincidir a un cliente con una bruja... A veces, el mero sexo era el reclamo que unos y otros buscaban. En otras ocasiones, una petición, un deseo, o las más nimias necesidades personales, eran el detonante de una visita a la bruja o al hechicero... También curaciones, milagros, o encargos de 'malas artes' eran otros muchos de los temas que se trataban por ambas partes.
La Inquisición también estaba presente en todo este berenjenal. Sim embargo, la participación de la curia en todo este estremado brujeril andaluz no siempre fue tan estricto como a muchos cabría esperar. Quizá estamos tan acostumbrados a la actuación cinematográfica de los inquisidores que nos sorprenderíamos al pensar siquiera en la posibilidad de una Inquisición diferente, menos sangrienta, menos violenta y vengativa. Aunque eso es lo que, asombrosamente, nos revelan los documentos estudiados...
Rafael Martín Soto nos descubre, en su libro MAGIA Y VIDA COTIDIANA. ANDALUCÍA, SIGLOS XVI-XVII todo un universo desconocido de lo que la práctica de la brujería supuso en tierras andaluzas. Siguiendo los mismos pasos que desembocaron en su obra MAGIA E INQUISICIÓN EN EL ANTIGUO REINO DE GRANADA, Martín Soto ha elaborado un ensayo sublime donde pone de manifiesto el lado más oculto y desconocido de lo que brujería y hechicería fueron, así como su interrelación con la Iglesia, sus beneficios y sus más que desproporcionados perjuicios. Su trabajo pone de manifiesto que la práctica de la magia era una práctica común, que se hacía a plena luz del día, y que en muchas ocasiones los nigromantes tenían más poder mediático y político que aquellos que creían ostentarlo legítimamente.
MAGIA Y VIDA COTIDIANA es un ensayo directo y asequible a un público general que no dudará en verse inmerso en un mundo misterioso y desconocido más por la leyenda y la supersitición que por una realidad que, como siempre, nada tiene que ver con la ficción.
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