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Los Siete Crímenes De Roma
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por David Yagüe
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Roma, diciembre de 1514. Un asesino en serie comienza a dejar un macabro rastro de cadáveres por la ciudad. Los cuerpos son encontrados en extrañas y macabras circunstancias, sin testigos pero a la vista de todo el mundo. Los primeros cadáveres revelan una escalofriante firma con sangre en latín: “A quien peca, Dios castiga”. El asesino reta al Vaticano a un sangriento juego de pistas. Pero el homicida no cuenta con que quien recogerá el guante será un investigador genial: un ya anciano Leonardo Da Vinci, que acompañado por Guido, un joven estudiante de medicina, comenzará la cacería.
El francés (nacido en Madagascar) Guillame Prévost ofrece un thriller histórico con todos los ingredientes necesarios; en él hay violentos crímenes rituales relacionados con obras de arte e imaginería religiosa, conspiraciones vaticanas, ritmo vertiginoso, a lo que el autor le añade con buen tino una ligera ambientación basada las luchas de poder en el Vaticano, la situación social en la Roma renacentista, las grandes familias italianas como los Médicis. Una receta a la que pone la guindilla de un personaje tan fascinante como el viejo Leonardo, con más pinta de Sherlock Holmes del siglo XVI que de genio pintor. Da Vinci se nos muestra como un investigador deductivo que, por su implicación en asuntos políticos no puede moverse con total libertad, necesita de unos ojos y unos oídos que le relaten lo que ocurre. Ahí entra el joven Guido, a la postre, gran protagonista del libro.
Los Siete Crímenes De Roma no es una novela arriesgada ni en la forma ni en el contenido, pero su autor demuestra no pocas dotes para conseguir un thriller comercial muy entretenido. Quizá, a juicio de quién escribe esto, el final es un poco trillado e intenta amarrar tan bien todos los hilos de la trama que parece forzado en exceso. Sin embargo, tiene su encanto seguir a lo largo de las páginas de la novela a Leonardo Da Vinci por la Roma de su tiempo y descubrir que, por qué no, además de visionario y pintor pudo ser un brillante detective.
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