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| Los Jardines Secretos De Mogador
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| por Antonio Ruiz Vega
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Libro extraño, indefinible, porque reúne la narración, la poesía, la caligrafía islámica y hasta la fotografía.
Parece claro, tras su lectura, que uno de los "motores" de esta narración es la magnífica foto que le sirve de portada, obra del fotógrafo alemán Lenhert Landrock (1904) y que se reproduce entera en la página 34.
Aquí se habla de una relación apasionada entre un occidental y una bella muchacha que aparece como vendedora de flores y que luego se revela como una amante sofisticada que lleva por los caminos del Eros al narrador.
Ella tiene en su casa lo que se define como un "Ryad", un jardín interior que el narrador cree que es el único de Mogador, pues piensa que es una ciudad sin jardines. Pero un día, cuando la relación entre ambos comienza languidecer, ella le somete a una prueba. No volverán a hacer el amor hasta que él le muestre un jardín, y sólo lo harán a cada nuevo jardín que le enseñe. Él se espanta, cree que, salvo el Ryad de la misteriosa amante, no hay más jardines en Mogador, y sale en su busca.
Como tales no los encuentra, pero sí otros, como iremos viendo.
Para empezar, él ve la famosa foto y cree que es de ella, pero le saca de error, es una foto de su abuela. Ambas tienen el mismo nombre, Jassiba. También le habla de su padre, que vivió en México, de donde era su abuelo, así que la historia se repite. También vivió en Granada, "Ahí, en las sinuosas laderas del Albaicín tuvo un Karmen: un jardín en forma de terrazas que se abrían justo frente a la Alhambra".
Y empieza la búsqueda de jardines, presidido cada capítulo por una grafía islámica, reunidas y traducidas todas al final del libro.
El juego de Jassiba no es original. Proviene del libro "Las Nuevas Noches De Shajrazad", que recoge los cuentos que Shajrazad (Sherezade) hizo contarle al soberano Shariyar cuando acabó de contarle los de las 1001 Noches. Ya había doblegado al rey y ganado su amor, estaba embarazada de él, y un poco harta. Le dijo que no volvería a recibirle en su cama si cada noche no le contaba una nueva historia. Los papeles se invirtieron y eso poco más o menos es lo que pasa en este libro. No sé si existen "Las Nuevas Noches De Shajrazad", aunque me da que no.
Un jardín es de las Gacelas, donde muchachas pintadas de jena reciben a sus clientes y el narrador se abisma en los abigarrados dibujos de sus cuerpos, una escritura oculta que muchos se demoran en descifrar.
El "Jardín De Las Animas" es el que describen los músicos de gambri, por ejemplo.
"El jardín del gambri es uno de los lugares esenciales de Mogador. Tan importante como el hammam o el horno público. Es sin duda el más sonoro de sus jardines secretos".
Está luego la historia del jardinero Abejancán, que trabajaba para el rey y que comenzó a obsesionarse por la geometría. Durante un largo viaje del rey comenzó a hacer locuras. La naturaleza le parecía anárquica y desbordante Sólo le interesaba su esencia, las formas geométricas. Enloquecido destruye todo el jardín y con la madera de sus árboles crea una pequeña caja cúbica con una serie de estructuras interiores, taraceadas de diversas maneras y figuras para lo que ha usado las maderas de los árboles talados. La caja contiene en sí la esencia del jardín, allí están las formas y los olores de todo el jardín. Es el jardín interior, la quintaesencia del jardín... |
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