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Las congregadas del Vaso
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por Francisco J. Vázquez
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La ciudad de Sevilla está conmocionada por una serie de crímenes rituales. Las víctimas son mujeres cuyas vidas son sesgadas de manera lenta, experimentando una agonía previa muy dolorosa ante un rito de una crueldad que pone los vellos de punta a las autoridades encargadas de investigar los asesinatos.
Aparentemente las víctimas son mujeres elegidas al azar cuyo único vínculo es ser beatas de la misma Iglesia: la de las Ánimas. Sin embargo las apariencias engañan, y pronto se descubrirá que todas tienen un patrón común y unas características muy generales que hacen que todo tenga un sentido macabro en plan de venganza atemporal. Y es que estas mujeres se agrupan todas bajo la congregación llamada del Vaso, que veneran a la Virgen del mismo nombre.
Curiosamente, esta imagen no existe físicamente ya que la figura se perdió misteriosamente siglos atrás; nadie sabe a ciencia cierta qué pasó con esta talla, al igual que nadie conoce su origen exacto o cómo llegó a aquel templo de culto sevillano. Tampoco sabe nadie qué es en sí la congregación del Vaso, cómo se entra o qué fines persigue... Bueno, sí hay quienes conocen su objetivo: una sociedad secreta que sabe que la misión de las primeras está relacionada con un secreto milenario por el que no sólo están dispuestas a dar su propia vida, sino hacer o conseguir aquello que sea preciso para llevar a buen término su misión.
LAS CONGREGADAS DEL VASO es una novela extraña, mezcla de fantasía, historia y aventuras. Pero quizá esa mezcla es la que le da ese sabor personal que el autor ha sabido mostrarnos. Que Asuero es sevillano no lo duda nadie. Que ama a su ciudad, tampoco. Pocas veces se puede encontrar en una novela tal cantidad de guiños a una ciudad, en este caso Sevilla, donde hace partícipes de la historia no sólo a los personajes que intervienen en la trama, sino a las calles, la comida, los olores y las sensaciones que se viven y sienten en ella. Existen muchos paralelismos con las obras de Dan Brown. Puede que la manera en la que el autor describe sea un buen ejemplo del porqué. Afortunadamente, sólo el estilo es lo que las relaciona, porque en ésta sí que todo cuadra. Es una aventura del todo creíble y, al mismo tiempo, sorprendente.
Tiene una peculiaridad que es bueno destacar: va a sorprender su narrador (o narradora, en este caso). Un guiño de fantasía para una trama llena de agilidad, rapidez y, sobre todo, descripción... ¡mucha descripción! Raro sería perderse en la capital andaluza después de leer el libro. Acabarás conociendo Sevilla como si fueses de allí.
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