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| La Risa como Obra de Arte: Así Reía Zaratrusta
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| por Pedro M. Valenzuela
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Hubo un tiempo en que creía que lo que nos diferenciaba a los hombres de los animales era la capacidad de reír, que en su máxima expresión podía llegar a convertirse en ironía. Este libro de Carlos Roldán se encarga de recordarnos la dimensión filosófica de la risa y sus dimensiones transformadora y estética, faceta esta última en la que el autor se centra especialmente con una particular atención debido a su vinculación con el mundo del teatro. Apoyándose sobre todo en la obra de Nietzsche y en los estudios sobre ella, recorre las distintas caras de la risa como un valor trascendental que se convierte en pilar fundamental para la concepción del Hombre Superior.
Demasiados cortes y entrecomillados para hacer un ensayo (o ‘manual de docencia’ como está publicado) y conformar un discurso estructurado, parece más como si fuera la trascripción de alguna clase o colecciones de charlas. Utilizando los pensamientos y la obra de Nietzsche sobre la risa, sobre todo Zaratustra, vuelve a la idea del Superhombre que será posible sólo a través ‘de la niñez filosófica, la risa y el juego’, lo que conlleva a la falta de responsabilidad y a la simetría entre voluntad de risa y voluntad de vida. Y es que Nietzsche es mucho Nietzsche, el mismo que tuvo que pagar de su bolsillo las ediciones de ‘Así habló Zaratrusta’, sirvió de referente filosófico sobre la voluntad y poder y también permaneció callado hasta su muerte tras ver maltratar a un caballo en una plaza de Turín. Se pueden extraer todos los manuales que se quieran de la obra del pensador alemán, de alguno de los temas que trata o incluso de su vida; La risa como obra de arte: así reía Zaratrusta es una manera más de poder acercarnos a una de las múltiples facetas de esta referencia de la cultura europea, pero sobre todo es la excusa perfecta para volver a la obra del maestro: ‘La vida misma por encima de cualquier cosa, una vida que debe ser vivida más que pensada y que se manifiesta fundamentalmente en la elevación de un mismo y la superación de un mismo a través de un estilo de vida que se concreta en el Dionisios filósofo: aquel que ríe, danza y juega.
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