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| La Nieve Te Ha Mordido
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| por Francisco J. Vázquez
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Cuando Nora, monitora de esquí, se ve aislada en un rudimentario refugio de montaña a causa de una tormenta, la angustia y el miedo hacen presa rápidamente en ella. Pese a ser corpulenta y robusta, con una figura que ha modelado gracias a su duro trabajo en la montaña a lo largo de los años, es una chica frágil; nunca se ha enfrentado a nada parecido, y hacerlo sola es quizá una prueba demasiado dura para demostrar su valía.
Tal vez por eso, porque pese a aparentar ser fuerte es sin embargo todo lo contrario, la emoción la embargó y se descompuso en un torrente de llanto al comprobar que a través de la tormenta Begoña, la dueña de la estación de esquí donde ella trabajaba como empleada, había subido a buscarla. Lo hizo nada más iniciarse la tormenta, porque los muchos años de experiencia de Begoña le hacían suponer que esto podía pasar, que la joven monitora estaría sola, asustada y sin saber cómo actuar... y acertó. Así que se alegró muchísimo de poder llegar a aquel refugio, aun a sabiendas que no podría regresar a base hasta que los rescatasen. Pero eso pasaría con toda seguridad al terminar de nevar y una vez amainada la ventisca.
La situación no era preocupante. Ambas lo sabían. El refugio era sólido pese a las apariencias, en la base de la estación sabían donde estaban, ellas eran conscientes de que iban a subir a buscarlas en breve, y que aquella montaña no era, dentro de lo que cabe, de las peores. Así que en ese sentido estaban tranquilas. Pero una aventura de semejantes características, sintiéndose atrapadas y aisladas, sacan a relucir aspectos humanos que rara vez afloran en otras circunstancias. Y eso es lo que pasó aquella noche.
Nora descubrirá que Begoña, una mujer con una apariencia tranquila y amable, con un saber estar en todas las circunstancias a las que la vida la pone aprueba, y con las tablas que le ha dado salir airosa de situaciones adversas, no es tan excepcional como las apariencias se empeñan en demostrar. Begoña tiene a sus espaldas un oscuro suceso, un acto que roza entre lo demente y lo vengativo, y que inquietará a Nora en la soledad del refugio. Nada es lo que parece, y todos tenemos secretos. Aunque la mayoría de los nuestros son insulsos con los que otros son capaces de contar.
"La Nieve Te ha Mordido" es una de esas obras que mezclan la realidad con la fantasía, el terror, la nostalgia, el miedo o la soledad, y que magistralmente consigue una fórmala atrayente para el el lector, que se adentra sin problemas en esta novela breve pero intensa, donde los sentimientos son tan protagonistas como los actores. Gumersindo Ruiz, su autor, consigue como pocos encontrar esa línea que bordea lo impersonal de personajes ficticios con lo real de las experiencias vividas, dándole al conjunto una sobriedad interesante. Una obra curiosa que no va a defraudar.
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