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| La Copa De Los Sueños
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| por Pedro M. Valenzuela
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Escribió Rafael Alberti refiriéndose a las acusaciones de surrealismo que los poetas acusados de este delito sabíamos que en España -si entendemos por surrealismo la exaltación de lo ilógico, lo subconsciente, lo monstruoso sexual, el sueño, el absurdo-, existía ya desde mucho antes que los franceses trataran de definirlo y exponerlo en su manifiesto, y es que antes de que André Breton publicara su PRIMER MANIFIESTO en 1924 ya se habían publicado textos surrealistas en España, y Dalí y Buñuel habían realizado importantes experiencias en este campo. Este libro es la recopilación de diez ensayos de autorizadas firmas sobre las distintas claves para entender el contexto en el que surgió el movimiento surrealista y su trascendencia que ha llegado hasta nuestros días; los escritos profundizan en las influencias y motivaciones de los principales autores de este movimiento fundamentalmente asociado a la Generación del 27, estudiando desde el ámbito académico a Federico García Lorca, Vicente Aleixandre, José María Hinojosa, Rafael Alberti, Luis Cernuda, Salvador Dalí…
Según Lorca el hecho poético no se puede controlar con nada. Hay que aceptarlo como se acepta la lluvia de estrellas. Pero alegrémonos de que la poesía pueda fugarse, evadirse, de las garras frías del razonamiento. Pertenecen a este periodo de principios del siglo XX algunas de las más arriesgadas y bellas apuestas poéticas que siguen siendo de obligada y gozosa lectura como la obra maestra POETA EN NUEVA YORK (Lorca) y otras también maravillosas como LA FLOR DE CALIFORNIA (Hinojosa), LOS PLACERES PROHIBIDOS (Cernuda), ESPADAS COMO LABIOS (Aleixandre) o SOBRE LOS ÁNGELES (Alberti). Obras que supusieron la ruptura con las corrientes predominantes años anteriores (qué lejanos quedan los propósitos de la Generación del 27 respecto de los de la Generación del 98) logrando modernizar el lenguaje y su contenido en busca de la poesía pura (cuando el escritor asume la incapacidad de la literatura para influir en la realidad, no parece tan difícil de entender que se sitúe más bien en la alquimia de los lenguajes). Una consideración importante a la hora de leer este libro o acercarnos a los textos de la Generación del 27 es que la obra de vanguardia no puede analizarse con los mismos criterios con los que se construía antes un producto acabado y cerrado en sí mismo, realizado mediante los conocimientos del artista y no, como sucede en la vanguardia, mediante sus dudas.
Por elegir dos ejemplos me quedo con los trabajos de José Luis Bernal (Universidad de Extremadura), GRANADA Y NEWBURG: SURREALISMO Y TRADICIÓN EN GARCÍA LORCA, en el que profundiza en todos los aspectos de POETA EN NUEVA YORK resultando significativa su investigación en el texto y en las distintas ediciones, destacando los poemas circulares, la irracionalidad metafórica y el aire de muerte que impregna estas páginas escritas básicamente entre 1929 y 1930. También es destacable la conferencia de Julio Neira (UNED, y director del Centro Cultural Generación del 27 de Málaga) EL CASO HINOJOSA: RECONSIDERACIÓN HISTÓRICA, donde reivindica la figura del denostado poeta malagueño que publicó los primeros versos eminentemente surrealistas en español con sus textos oníricos y la irracionalidad tan próxima a la escritura automática (José María, José María,/ Coge la flor de Californía.).
Por si te falta algún motivo para adentrarte, o perderte, por este mundo iconoclasta surgido de estas interesantísimas experiencias, a pesar de su gran difusión es siempre divertido y revelador releer la carta, reproducida en el capítulo JOSÉ MARÍA HINOJOSA Y SALVADOR DALÍ. NOTAS ACERCA DEL LENGUAJE ONÍRICO, de Alfonso Sánchez Rodríguez, y que le escribieron dos personajes imprescindibles en nuestra cultura a Juan Ramón Jiménez, como muestra de su ingenio y de la ruptura de la Generación del 27 con los movimientos literarios anteriores:
Sr. Dn. Juan Ramón Jiménez
Madrid
Nuestro distinguido amigo: Nos creemos en el deber de decirle –así, desinteresadamente– que su obra nos repugna profundamente por inmoral, por histérica, por cadavérica, por arbitraria.
Especialmente:
¡¡MERDE!!
Para su PLATERO Y YO, para su fácil y mal intencionado PLATERO Y YO, el burro menos burro, el burro más odioso con que nos hemos tropezado.
Y para V., para su funesta actuación, también:
¡¡¡¡MIERDA!!!!
Sinceramente,
Luis Buñuel, Salvador Dalí
Genial, ¿no? Pues eso. |
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