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portada La Canción Del Hidrógeno
Ficha del Libro:

Título: La Canción Del Hidrógeno    comprar
Autor: Ángel Sánchez Luengo
Editorial: Nobel
I.S.B.N.-10: 848459047X
I.S.B.N.-13: 9788484590477
Nº P´gs: 312


La Canción Del Hidrógeno
por Antonio Ruiz Vega

  Manchego, nacido en 1956, Ángel Sánchez Luengo tiene una formación científica (ha trabajado en varios laboratorios analíticos) y aunque únicamente ha publicado (1991) una colección de cuentos ("Gaviotas A La Mesa"), confiesa haber escrito varias novelas antes de ésta, la primera publicada.

El personaje, claramente autobiográfico, es un narrador que tras observar detenidamente a los hipotéticos personajes de la que va a ser su futura novela, no puede evitar intervenir en sus vidas. Comienza por escucharles a través del tabique (de papel de fumar) y llegará hasta penetrar subrepticiamente en su casa por los andamios de una obra que se realiza en la fachada, para curiosear en el diario de Carlos. La clave de esta intervención, que aparece en la página 76, nos acerca a un concepto usado por la moderna física y que viene a decir más o menos que cualquier experimento científico es, por definición, imposible, porque las condiciones bajo las que se realiza, totalmente artificiales y la propia voluntad de quien lo realiza influyen indeleblemente en sus resultados, los contaminan. Que la supuesta asepsia no existe y que, por ejemplo, decir que dos átomos de hidrógeno y uno de oxígeno, sometidos a una descarga eléctrica forman una molécula de agua es afirmar una entelequia. Será así en determinadas circunstancias de presión, temperatura, etc. y, en cualquier caso, bajo las leyes físicas de este universo "conocido". Incluso sin tener en cuenta lo anterior, será (decididamente) la voluntad del investigador quien influya decisivamente en que la precipitación obtenga ese resultado y no cualquier otro...

Por ahí van los tiros de esta "canción del hidrógeno", título cuya clave explica su autor en la página 227. El hidrógeno, el elemento más sencillo dentro de la tabla periódica, es también el más abundante del cosmos, encontrándose incluso en el éter, ese supuesto vacío interestelar. Cada elemento emite su vibración y la del hidrógeno, que hemos de imaginar sencilla, por su propia falta de complejidad, es sin embargo el telón de fondo del universo, la radiación sonora subyacente a todas las demás y por tanto nadie escapa a su resonancia.... Incidentalmente una rondalla de los tiempos universitarios del narrador se llamaba precisamente "Los Del hidrógeno".

El escritor escoge entre sus vecinos a un personaje, Carlos, que le sorprende por su sencillez, por su inocencia. Pero esto se revelará pura apariencia, a medida que vaya conociendo sus avatares vitales y se vaya implicando cada vez más en su vida. Por lo demás Carlos está casado con Celia, mujer en la cuarentena, pero dotada de un atractivo sexual al que el narrador no es ajeno. Un día descubrirá con pasmo que su mudo interés ha sido detectado por ella y se sorprende confesándole, en la boutique que Celia regenta, que la ropa interior de fantasía que compró días antes es para ella. Y Celia, ante sus ojos atónitos, se la prueba sin recato alguno, tras agradecerle el presente.

El narrador se implica cada vez más en la historia. Sabe que Carlos –su personaje principal– atraviesa una crisis laboral, está en paro, y le busca un trabajo como traductor en los laboratorios para los que trabaja.

Pronto la historia se complica. Su mejor amigo, Félix, coquetea (a insinuación suya, que vuelve a intervenir decididamente cerca de sus personajes) con una bella camarera, Luisa, con la que acaba unido en un tórrido romance. Mientras tanto el autor sabe que Carlos está implicado en una turbia trama policial donde existe un cadáver. También sabe, poco después, que Luisa ha sido amante de Carlos y que, aparte de solícita camarera, es o ha sido una prostituta de alto standing y que la policía está también tras sus pasos...

Hay otros personajes secundarios, como el pintor Iván o la pareja algo locuela y hippiosa de Sky y Lucía, la obsesionada con la melatonina (pág. 228).

La idea es original y está bien traída y las ambientaciones, las caracterizaciones de los personajes son convincentes. La trama que tiene, como hemos visto, algo de detectivesco, de serie negra, mantiene el interés hasta el final. Hay que destacar lo cuidado de los diálogos, donde no faltan algunos de argot, como los personajes más jóvenes, el hijo de Carlos –Juan– o los albañiles que laborean por los andamios del exterior de la casa donde todos ellos viven...

En conjunto es una buena novela, que se lee con gusto y donde no hay ningún chirrido ni ningún desajuste que llame la atención.
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