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| Iacobus
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| por Francisco J. Vázquez
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El Caballero Galcerán de Born es monje de la Orden del Hospital de San Juan de Jerusalén, más conocida como la Orden Militar de Los Hospitalarios. Tras varios años de ausencia en los que se ha dedicado íntegramente a prestar sus conocimientos médicos a su Orden, así como sus grandes dotes deductivas, regresa a la Península Ibérica con un objetivo doble: por una parte, hacerse cargo de la traducción de ciertos libros que, por sus singulares contenidos tienen una importancia vital para Los Hospitalarios. Por otra, intentar localizar a un mozalbete que fue abandonado en un recinto religioso al poco de nacer y cuyas únicas señas de identidad son un apellido (García) y un colgante que acompañaba al bebé. Ambos se encuentran en el lejano monasterio mauricense de Ponç de Riba, pero no por casualidad. Es indiscutible que el primero de los objetivos es tan sólo una cortina de humo que enmascara al segundo.
Una vez en el monasterio no tarda mucho en descubrir a ese niño, que recibe allí el nombre de Jonás, y al que toma como ayudante para realizar sus investigaciones en los libros del monasterio. Pero pronto ese "trabajo" entre aquellos libros va a tomar un giro inesperado. El caballero Galcerán es llamado para una importante misión que procede nada más y nada menos que de Su Santidad El Papa Juan XXII, teniéndose que marchar a Francia. En ese viaje le acompaña el joven García. Y en ese viaje comienza la aventura más extraordinaria que el aficionado a la novela histórica puede ser capaz de encontrar.
"Iacobus" es un libro de Matilde Asensi centrado en un entorno medieval comprendido entre Los Reinos de España (parte norte y central de la Península Ibérica, reconquistados ya a los árabes) y Francia (convertida en residencia del Sumo Pontífice tras numerosas intrigas de las que tanto la Iglesia sabe), en pleno siglo XII. En él discurrirán las hazañas y aventuras de este monje guerreo que, en cumplimiento de un encargo de la máxima autoridad eclesiástica de la Iglesia Católica, tendrá que enfrentarse a numerosos peligros para llevar a cabo su labor.
Galcerán de Born es un auténtico detective que nada tendría que envidiar, por ejemplo, al más avezado de los detectives modernos. Es, al mismo tiempo, un singular aventurero curtido no sólo en el campo de batalla, sino conocedor de los remedios que la naturaleza y Dios dispusieron al saber humano para curar o hacer daño. Es un personaje también culto, pródigo en conocimientos. En todos los sentidos, es un personaje excepcional al que con poco uno se acostumbra y empieza a admirar.
Algo digno de reseñar es la cantidad de situaciones y personajes que discurren a lo largo de esta obra. Desde Caballeros de la Orden del Temple a personajes siniestros de la Curia, pasando por asesinatos encubiertos, búsqueda de tesoros, intrigas y conspiraciones, suspense, amor, trampas ingeniosas, brusquedades propias de una época tan hostil y, entre otras muchas cosas, descripciones de lugares y ciudades que harán las delicias de aquellos que, al leer, viajarán sin moverse de su sillón.
Matilde Asensi sabe como pocos autores crear la atmósfera propicia para que el lector que se adentre en "Iacobus" se sienta parte integral de la obra. Así, es uno de esos libros en los que uno se mete hasta el pescuezo en la historia y devora con pasión, página tras página, los acontecimientos que se desarrollan en su interior.
Si les apasiona la novela histórica y quieren disfrutar de una de las obras más extraordinarias de éste género, no dude en acercase a "Iacobus". Sorprenderá tantísimo como gustará.
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