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| El Significado Oculto De Los Evangelios
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| por Silvia Rodríguez
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La figura de Jesucristo va a ser presentada en este libro, por un lado, como hombre, esencialmente bueno y justo, que predicó el amor y la compasión; pero, por otro lado, también se va a resaltar su función mediadora a la hora de transmitir el mensaje de Dios al resto de la Humanidad.
Sin embargo, éste no es un libro religioso, y ni mucho menos se hace proselitismo de la religión católica ni de ningún otro tipo de confesionalidad. El autor propone una nueva lectura del mensaje de Jesús a sus discípulos y le da un significado más cercano, simple y universal, por lo que se tratarán aspectos que harán tambalear los cimientos de lo que conocíamos hasta ahora: se habla de moralidad, de las tradiciones, de la religión como instrumento de represión y manipulación, del concepto de "pecado", de la justicia, de la masa "humana" que nos rodea... de la búsqueda interior de cada uno, en definitiva, a través de lo que vivió y predicó Jesús.
Por lo tanto, el que se adentre en las páginas de éste libro encontrará la manera de aprender a "despertar" del mundo superficial que nos rodea, con sus preceptos, reglas, convenciones sociales, apariencias o máscaras, leyes... a una nueva "consciencia" que nos hará desprendernos de todos estos "lastres" que nos mantienen alienados y nos permitirán acceder a un estado superior de conocimiento en el que nos sentiremos más libres, en el que veremos la luz.
Por esto, la figura de Jesús es esencial en este libro: según el autor, Jesús hombre tuvo que morir en la cruz para "volver a nacer" en Cristo, lo físico se vuelve divino, trascendente. Es una metáfora de lo que cada uno debe hacer en esta vida terrenal, tenemos que romper con lo establecido (muerte), para descubrir la verdad (resurrección).
Y no limita a la figura de Jesús como paradigma de este tipo de revolución interior, también aparecen figuras o "Maestros" como Buda o Krishna, quienes para el autor, fueron catalizadores para ayudar al ser humano a encontrar su individualidad, su camino, su SER, eliminando los condicionamientos externos... una fantástica labor que no conoce sexos, razas, religiones o movimientos políticos.
Así, a través de una cuidadosa y detallada lectura de diversos fragmentos del evangelio, el autor hace que el camino recorrido por el hijo de Dios sea el nuestro propio. Por otro lado, asombrará a muchos lectores la interpretación "alternativa" que se nos ofrece, interesante y por qué no, acertada, de los textos, aunque ésta queda a la total libertad de cada uno.
El libro no dejará indiferente a ningún lector. Además cuenta con el aliciente de que puede ser leído por cualquiera, musulmán, cristiano, hindú, ateo o agnóstico... porque el mensaje del mismo es universal. Otro añadido a la belleza de sus palabras son las diferentes y bellas historias y parábolas que ayudan y facilitan su comprensión. Para aquellos que estén dispuestos a "quitarse la venda de los ojos" a una realidad que es, ante todo, proclive a ser cuestionable.
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