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El Primer Clon
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por Alejandro Pérez
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Luis Cernuda resumió toda su trayectoria poética bajo el título de "La Realidad Y El Deseo" con el fin de poner de manifiesto el enfrentamiento interno entre la vida que nos toca vivir y los anhelos que uno persigue a través de su quehacer cotidiano. Sin embargo, los resultados de esta lucha a veces no son tan satisfactorios como uno quisiera. Entonces se produce el desengaño, el desamparo y la incomprensión por parte de los demás y por parte de uno mismo. Don Quijote se apoyó en este lema cuando afrontaba el eterno debate entre su equilibrio emocional y su locura. Deambular por la senda de los locos lo hacía más cuerdo o, al menos, se sentía satisfecho de poner toda su cordura al servicio de una vida mejor. Hache Solo redescubre el horizonte de estos dilemas. Su mismo nombre apunta hacia la soledad de una consonante muda, vilipendiada y menospreciada cuya existencia viene jalonada por la máscara agridulce del silencio. Calla más de lo que dice, aunque, encerrado entre el maremágnum de una oficina que lo exprime hasta sus últimas consecuencias, encuentra una única salida. "El Primer Clon" es una novela que tiende un puente imaginario entre la realidad y la ciencia ficción, entre los límites que nos impone la existencia y los deseos que engendra la mente cansada del protagonista. Uno de los personajes lanza a los cuatro vientos las intenciones de Marcos Manuel Sánchez: "No quisiera meterme en algo que tenga más de ciencia ficción que de realidad".
La vida de Hache Solo necesita urgentemente un cambio puesto en manos de la clonación de un doble que le haga la existencia más cómoda. En esta afirmación brotan ya los sueños que tropiezan de bruces con la barrera ética. Debemos tener en cuenta que los avances científicos hacen posible esta ilusión. Todas las transformaciones requieren un periodo de adaptación y aceptación: "La sociedad se muestra reacia a los cambios". El hombre se desenvuelve en este mundo gracias al papel que desempeña su inteligencia mediante la cual el individuo consigue adaptarse al medio. En esta adaptación intervienen dos elementos: la asimilación y la acomodación. La acomodación hace referencia a la capacidad del hombre para adecuar su inteligencia a las nuevas situaciones que la vida nos arroja. Se produce cuando el esquema anterior de nuestro cerebro no nos sirve para aceptar una estructura hasta ahora inédita. La acomodación supone un gasto de energía que el individuo tiende a evitar a toda costa. De ese modo podría entenderse el esfuerzo que nos cuesta contemplar la vida con otros ojos, elaborar una nueva concepción del mundo. En cambio, la asimilación pretende que las nuevas situaciones encajen en un modelo de pensamiento ya existente en nuestro cerebro. Hache Solo ha de enfrentarse ante estos hechos, al tiempo que la novela esboza sus propios argumentos: "[...] Lo único que impide la obtención de un humano clónico es la barrera ética. (...) Pero es que no veo ningún problema en poner todo el esfuerzo que se pueda en crear la vida en lugar de aniquilarla".
"El Primer Clon" recorre el realismo social de la mafia, camina por el género policiaco, critica abiertamente la afición del hombre por el canibalismo -hay que devorarse unos a otros para sobrevivir en la selva despiadada de la existencia- y descansa en el amor como el único pilar incorruptible.
Es una novela de búsquedas que no necesariamente traen consigo un descubrimiento, encarnan una filosofía vital que ha existido desde siempre, que el autor desglosa de esta manera: "Mujeres y hombres de todas las razas y creencias han perseguido siempre un ideal". Podríamos reducir la novela a esta expresión, pero comprende un universo más amplio. Ya uno de sus personajes se interroga: "¿Crees que será un final feliz? ¿Crees que la vida al final merece la pena?, ¿crees que los sueños tendrán algún día visos de realidad?". Con estas preguntas nos chocamos continuamente todos nosotros, y al igual que en la novela no hallamos respuesta. Tal vez los finales felices no existan, pero vale la pena poner todo el empeño en la consecución de unos objetivos. Manuel Marcos Sánchez lo ha conseguido con una prosa que nos intriga, que va cercando nuestros fines. Tal vez no alcancemos el éxito, pero, ¿quién nos quita la felicidad de haberlo intentado? Tenía que decirlo, porque, como aparece en un pasaje de "El Primer Clon", "aquello que no se ha escrito, sencillamente nunca ha existido".
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