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El Padre De Un Asesino
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por Juan Carlos Eizaguirre
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Alfred Andersch es un autor muy poco conocido en España pese a su vasta producción literaria: novelas, ensayos, obras de teatro y artículos periodísticos. Nació en Munich en 1914 y falleció en Suiza en 1980, justo un mes después de escribir esta novela corta excelente que es El Padre De Un Asesino. Se publicó después de su muerte y obtuvo un gran éxito; fue alabada como una de sus mejores obras.
Sus orígenes artísticos son de tendencia comunista; militó en el Partido Comunista Alemán hasta ser detenido poco antes de la Segunda Guerra Mundial, a la que fue obligado a ir como soldado. Después de diez años en Munich trabajando en diversos periódicos y dedicándose también a escribir sus novelas, etc., marchó a Suiza, donde gozó de 22 años de tranquilidad creativa; allí se casó y tuvo cuatro hijos.
El Padre De Un Asesino es una pequeña joya literaria. En ella el autor nos describe los, a su juicio, temas más importantes de la vida (la libertad, el honor, el trabajo, la política...) en un transcurso temporal de unos cincuenta minutos; lo que dura la clase de griego en un colegio de Baviera, donde el director ha entrado para inspeccionar, aparentemente, los conocimientos de los alumnos. Los sucesos que se narran son reales y vividos por Andersch en su juventud. Para ello el autor se vale de diversas técnicas literarias que combina con una gran maestría y, lejos de ofrecer un relato confuso, la claridad impera totalmente. Pasa de estar narrando en tercera persona a primera persona sin solución de continuidad; en ocasiones esta última técnica se convierte en un monólogo interior del que irán de la mano, con suavidad, dos o tres flash back, de los que se vale para explicar mejor los angustiosos momentos que pasan los alumnos ante los abiertos ataques personales del director. Realmente consigue crear una atmósfera opresiva que se transmite al propio lector.
En las últimas páginas, que son para el lector, explica los motivos por los cuales ha escrito así y por qué ha tratado esos temas en concreto. La explicación es una clase de buenos oficios en el literato, que da gusto leer y ponderar. Pero quizá la razón definitiva es que el director es el viejo Himmler, padre de Heinrich Himmler, el Segundo de Hitler, que masacró a millones de judíos.
El Padre De Un Asesino es de esas novelas que se lee de un tirón (dos horas), porque son bellos tanto el estilo como el ambiente que recrea; califico de bello también el ambiente, por la maestría con que introduce al lector entre las cuatro paredes del aula de griego.
No ofrece ningún inconveniente doctrinal. Quizá sea demasiado dura (la despiadada actitud del director).
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