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| El Origen Mitológico De Andalucía
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| por Francisco Contreras Gil
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Fue, es y será una tierra mítica. El lugar donde las grandes civilizaciones del pasado estuvieron asentadas. Tierra de dioses para egipcios, griegos, fenicios, de peregrinación para todos ellos y más concretamente para el mítico héroe Ulises. Andalucía, tierra santa en otro tiempo, en la que prosperó la sabiduría y el conocimiento...
Y es que el libro que les presentamos, El origen mitológico de Andalucía, escrito por Juan Antonio Molina y publicado por la Editorial Almuzara, les muestra como las tierras del sur de la Península Ibérica fueron tomadas como sagradas desde la llegada de fenicios y griegos.
Andalucía se convirtió, con los primeros viajes de los navegantes, en la tierra donde habitan los dioses como ya dejará escrito Estrabón. Más concretamente Cádiz, la antigua Gadir -erigida en la pequeña isla de San Sebastián, al oeste de la actual capital gaditana, como así rubricó Plinio. El enclave donde se encontraba el oráculo donde, como cita Avenio, Cesar recibió la predicción de su imperio. La tierra donde se levantaba una isla consagrada a Heracles, junto a la ciudad Onoba, de Iberia.
Molina, muestra en esta obra, cómo existían relaciones comerciales hacia el año 4.000 a. C. entre Egipto y Andalucía, y así lo avalan las diferentes piezas arqueológicas halladas en Almería, o de los intercambios que debieron existir con el pueblo cretense hacia el 2.000 a. C. y refrendan los puñales de cobre andaluces hallados en tierras de Creta.
Molina -periodista, escritor, crítico literario en el periódico Diario 16, colaborador habitual en revistas literarias como Contratiempo, Axxón, La bolsa de pipas, Almiare, Adamar, Premio Internacional de Poesía Dunas y Sal y autor, entre otros trabajos, de Breve historia de la gastronomía andaluza, Nostalgia de Penélope, La cocina sevillana o La gastronomía mulsulmana de occidente, descubre al lector el origen mitológico de un pueblo y las crónicas que de él hicieron los proto-andaluces retratando con palabras, emociones y sentimientos escritos, las mismas sensaciones que antaño los primeros viajeros, comerciantes o peregrinos tenían al arribar en las costas andaluzas.
'Dicen los viajeros cronicones antes del Diluvio, recuperados en papiros y añosos palimpsestos, y también la literatura prosaica de la periégesis y del periplo, que Océano, astrónomo y hierogramático, vivía en Occidente y era de sazón braquicéfala, ojizarco y de cabello castaño (...) Durante el predominio de Océano -escribe Molina en el prefacio- Occidente alcanzó su plenitud, los hombres conocieron un notable período de equilibrio que le permitió vivir en paz, elaborar leyes, usar los minerales y disfrutar de la belleza y el arte. Cuando graves sucesos acabaron con tanto esplendor, los hombres salvaron los conocimientos que pudieron y partieron hacia Oriente. Pasado largo tiempo, y siendo Cronos el encargado de rehacer nuevamente la civilización, muchos héroes regresaron a Occidente a buscar la base para seguir avanzando en sus tareas civilizadoras: la Fuente del Conocimiento, el Jardín de las Hespérides, la Vía Láctea, la Búsqueda del Vellocino de Oro... Y Occidente era Andalucía, con sus orígenes atlantes, trabajos dolménicos y muros de oricalco'
Les invitamos a que emprendan la aventura... |
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